Viajes oficiales: empresarios cuentan cómo salir al exterior con presidentes potencia los negocios

A poco más de un mes de asumir el cargo, el presidente Yamandú Orsi concretó esta semana su primer viaje oficial al exterior, con Centroamérica como destino. Acompañado de una comitiva de gobierno y empresarios -sobre todo del sector arrocero-, visitó Honduras, donde llegó para asistir a la Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Allí, Orsi se reunió con su par de Colombia, Gustavo Petro, para acordar una «red eléctrica americana con energías limpias», así como una «agencia regional de producción de medicinas esenciales» y una «coordinación en carrera espacial, inteligencia artificial y matemáticas cuánticas», según informó El País.

La primera escala del mandatario uruguayo había sido Panamá, donde empresarios del sector arrocero tuvieron reuniones para profundizar negocios.

Foto: AFP

Es que los negocios y la presencia de empresarios en los viajes presidenciales es algo común, y en cierta forma, necesario para «vender al país como una unión», expresó Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay (UCU). «Cuando un presidente viaja con empresarios muestra voluntad de que quiere abrir el mercado. Se muestra unido al sector, se permite contar qué hacemos, qué vendemos. Sobre todo es importante en mercados complejos o en los que se necesita más apoyo. Un viaje así da más jerarquía y permite llegar a contactos que serían más difíciles en una misión comercial más tradicional. Es una carta de presentación, entonces siempre es bueno que los empresarios acompañen al presidente», analizó el experto.

Viajar en una comitiva presidencial tiene varias ventajas. Una de ellas es que permite tener acceso a reuniones que de otra forma no se podrían concretar. Para Bartesaghi, acompañar «siempre es positivo» porque «abre más puertas». A modo de ejemplo citó el último viaje de Luis Lacalle Pou a China, una nación donde el gobierno cumple un rol muy importante. «Ese país le presta mucha importancia al rol del gobierno. Entonces, eso abre puertas y brinda más oportunidades para que los negocios luego sigan su curso, porque si bien los hacen los privados se necesita abrir puertas en otros ámbitos como los aranceles, las normas sanitarias, técnicas, de medio ambiente o de propiedad intelectual. Y es el Estado el que destraba eso».

Alfredo Lago, quien presidió la Asociación Cultivadores de Arroz durante nueve años hasta diciembre de 2024, valoró la participación de los empresarios en los viajes presidenciales desde un punto de vista estratégico y diplomático.

«Soy un defensor de la diplomacia presencial, sobre todo en productos agrícolas que tienen mucha protección en el mundo. Con esto se pueden lograr acuerdos puntuales que a veces si no es por el presidente no se dan. Se abren otras puertas, se generan más compromisos con las contrapartes. Es más difícil luego decir que no cuando está la firma de un presidente detrás. No tiene el mismo peso si solo lo firma un organismo. Sobre todo en países muy protocolares y jerárquicos, se genera otro trato, otra impronta», evaluó.

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Lago participó en los viajes de Lacalle Pou a Japón en 2022 y a China en 2023. En su caso, durante el viaje al gigante asiático generó contactos que luego derivaron en negocios. «De hecho, en China extendí el viaje», recordó.

Para Julio Lestido, presidente de la Cámara de Comercios y Servicios del Uruguay, los viajes son «positivos» para los empresarios porque, además de reunirse con colegas extranjeros, otras empresas «se arriman, piden información sobre el país y sucede que damos la información juntos con otra cámara y eso lo hace más fuerte. Y claro, te venís con un contacto que después, de acuerdo al rubro, se lo pasamos a otras empresas. Es una forma de acercarse a otras compañías. Pero además, cuando vas con el presidente podés participar de reuniones del ámbito político con el otro gobierno. Al ir varios ministros podés contactarte con sus contrapartes», explicó. Lestido viajó con Lacalle Pou a Japón y a China, pero también estuvo en la ida del exvicepresidente Danilo Astori al gigante asiático y a otros destinos como Vietnam y Singapur.

Fernando Pache, presidente de F. Pache Industrial y Comercial y expresidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, ha participado de estas misiones desde el primer gobierno de Julio María Sanguinetti. En su experiencia, además de abrir puertas, estas salidas representan una oportunidad de mostrar a Uruguay unido fuera de fronteras.

«Fui con Sanguinetti a España, con Luis Alberto Lacalle a Paraguay, con Tabaré Vázquez y luego con José Mujica a Brasil y con Lacalle Pou a China. Se abren las mayores y mejores puertas para lo institucional y lo empresarial, lo legal y lo comercial. Ayuda enormemente a tener relaciones con representantes de altas jerarquías como ministros, pero es muy importante en materia de imagen. Si una delegación de un país va sin empresarios, se muestra que no tiene un respaldo país. Cuando lo acompañan al presidente, sin distinción de partidos, ganamos todos de alguna manera, gana respaldo el gobierno de turno y los también uruguayos que no fueron al viaje porque todo lo que se traiga como negocio genera fuentes de empleo. Es que no se utiliza la relación presidencial para hacer una gestión particular, no conozco un caso de eso», comentó Pache.

Lago coincide: «Cuando (el gobierno) se presenta con un sector privado en un buen clima, se transmite tranquilidad. Eso es Uruguay. Podemos estar disconformes con algunos temas, pero cuando salimos, lo hacemos juntos en bloque y eso da buena imagen. Y esto es sin importar el partido político porque no vamos a cambiar ningún mercado por volumen, sino que marcamos la diferencia con nuestra imagen».

Bartesaghi agregó un matiz y es que, cuando se trata de un viaje presidencial, eso pone al país en primera plana por unos días. «Hay que recordar que cuando el presidente se reúne con otro presidente, eso sale en los diarios. Por ejemplo, cuando Lacalle Pou viajó a China, hizo que Uruguay estuviera cuatro o cinco días en la prensa y los empresarios estuvieron reunidos con altas autoridades de ese país», destacó.

Una tercera arista de estos viajes es el fortalecimiento de la relación entre los actores uruguayos que participan de la delegación. Lago explicó que en su caso, se generó un vínculo más cercano con el propio gobierno porque «estás muchas horas juntos» y eso permite «plantear temas más en confianza, en aspectos más descontracturados».

Lestido recordó que compartió el viaje a Asia de Astori con el Pit-Cnt y que en esa ocasión «intercambió ideas» con los dirigentes sindicales. «Son experiencias muy positivas», resaltó.

Al respecto, Pache destacó su experiencia durante el viaje a China con Lacalle Pou: «Se formó un lindo grupo entre los ministros, el presidente y los empresarios, es el mejor de mis recuerdos».

Para Bartesaghi, son instancias en las que se profundizan los vínculos. «Los empresarios necesitan dialogar con el gobierno -con un ministro o con el presidente- para solucionar problemas. Pero también es un cable a tierra para las autoridades para entender de primera mano las inquietudes de los empresarios», concluyó.

«Presidentes deben viajar, Uruguay no es tan conocido»

Foto: Gianni Schiaffarino/Archivo El Pais

Para Bartesaghi, este tipo de viajes «son necesarios», no solo para los empresarios, sino para el país con el objetivo de «darlo a conocer al mundo».

«No debe existir discusión en que hay que gastar en promocionar a Uruguay en el mundo. Los presidentes tienen que viajar porque Uruguay no es tan conocido. Es un error conceptual pensar lo contrario. Hay que viajar con empresarios, contar qué hacemos, qué vendemos», explicó. Sin embargo, aclaró que estas salidas deben ser planificadas. «Hay que saber dónde, cómo entrar y para ello tiene que haber una estrategia de promoción comercial», recomendó. Esto, a su entender, implica planear cómo se abrirán los mercados, a qué ferias concurrir, ver qué destinos son viables. «Es una discusión que se debe dar, sobre todo estas visitas deben tener un plan, un porqué», opinó. Agregó que para hacerlo más integral debería sumarse a la academia por su aporte técnico y a los sindicatos, «Todo alineados bajo una misma estrategia», concluyó.