Orsi regresa conforme de la Celac tras varias reuniones con presidentes y un diálogo con Lula en el avión

La impresión con la que Yamandú Orsi y el canciller Mario Lubetkin regresan de la primera misión oficial del presidente de la República es de conformidad, básicamente porque se cumplieron gran parte de las expectativas con las que habían partido este lunes al iniciar el viaje hacia Panamá en primera instancia, y hacia Honduras luego, para participar de la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

El objetivo era mantener todos los encuentros bilaterales que fueran posibles con los jefes de Estado que asistieran al encuentro a Tegucigalpa, y así ocurrió: se tuvo reuniones con siete los jefes de Estado, indicaron a El País fuentes del Poder Ejecutivo, y todas estuvieron enfocadas en la “agenda bilateral”.

El tal vez más valorado de los encuentros por Presidencia y la Cancillería fue el que se tuvo con Luiz Inácio Lula da Silva, en un escenario particular: el avión oficial del mandatario brasileño, que en la noche de este miércoles llevó también al presidente uruguayo hasta Brasilia, en donde Orsi cambiaría de vuelo para llegar a Montevideo sobre las ocho de la mañana de esta jornada, tal como estaba previsto al cierre de esta edición.

El relacionamiento con Brasil está en niveles óptimos, y en la delegación de Uruguay presente en la Celac se valoró especialmente los “gestos de cariño” que Lula dedicó a Orsi en su discurso, además del mensaje con el que cerró su alocución: el apoyo político de Brasil para que Uruguay ocupe la presidencia pro témpore de la Celac a partir de 2026 -ese año es Colombia-, lo que fue votado por la alianza sobre el final de la jornada de ayer.

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Otro encuentro destacado por el gobierno uruguayo fue el que Orsi mantuvo con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. La mandataria estuvo solo “tres horas” en Honduras, y en el diálogo con Orsi le trasladó la invitación para que visite México en el corto plazo. Orsi replicó con una invitación recíproca a Uruguay, país que la mexicana dijo sentir “cariño” por su relación con exiliados uruguayos años atrás.

Orsi también se reunió con el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien manifestó su interés de aplicar en su país un plan muy similar al Ceibal, para lo cual Orsi se comprometió a enviar una delegación técnica para colaborar en su implementación. Colaboración también solicitó el representante de Haití, Leslie Voltaire, sobre todo en temas logísticos para paliar su crisis humanitaria: entre otras cosas, pidieron ayuda para instalar una “planta potabilizadora de agua”, detallaron las fuentes.

También hubo un diálogo con el presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce, quien en su cuenta de X agradeció la instancia y destacó la “amplia agenda de interés común” entre ambos pueblos. Y otro con Gustavo Petro, con quien se acordó una suerte de gestión conjunta o coordinada de la presidencia de la Celac entre este año que liderarán los colombianos y el siguiente que lo hará Uruguay.

Que para el actual gobierno la Celac será una de las grandes apuestas no es algo novedoso. Fue adelantado varias veces por el canciller Lubetkin, quien de hecho reivindicó el martes la importancia de este espacio por ser un ámbito donde 33 naciones sudamericanas pueden dialogar, y Orsi apuntaló el discurso de su canciller en su intervención de este miércoles, al marcar que su país retomaba la “participación” en la Celac con “el espíritu constructivo e integracionista que lo caracterizó históricamente, con ganas de sumar y tender puentes”.

En esa línea, expresó también “dos reivindicaciones históricas” de la región, como el cuestionamiento el embargo de Estados Unidos a Cuba y la defensa del “derecho de la Argentina sobre las islas Malvinas” y destacó la presencia de “12 presidentes o vicepresidentes” y otro tanto de ministros.

No continuó las críticas que en su momento hizo su antecesor, el presidente Luis Lacalle Pou, contra los “países que no respetan la democracia ni los derechos humanos”, apuntando específicamente a Venezuela, Cuba y Nicaragua, como hizo en su última intervención el 24 de ene- ro de 2023. Orsi, en cambio, se limitó a afirmar que los caminos de encuentro entre los países de la región deben seguirse “inde- pendientemente de las diferencias” que existen entre sus “sistemas políticos, económicos y sociales”.

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