Hasta ahora, los influencers han tenido como principal fuente de ingresos la generación de contenidos, y pocos han puesto atención en otra vía de monetización: la interacción. Esta «laguna» comercial fue lo que impulsó a Andrés Israel (ex Gurucargo, parte del equipo fundador de Cubo Itaú Uruguay y emprendedor Endeavor), Belén Díaz, Javier González, Douglas Rodríguez y Santiago Burgues (exsocio de Overactive) a unirse y crear Pooshlo, una plataforma de marketing digital basada en engagement. El foco es permitir que los creadores de contenido moneticen interacciones como los «me gusta», los comentarios y los shares, sin necesidad de crear material original, detalló Israel, CEO de la startup.
El proyecto, que surgió a comienzos de año, rápidamente fue validado por referentes y atrajo la atención de inversores locales e internacionales, con una ronda de capitalización que cerró en US$ 300.0000 en octubre. «Le contamos la idea a varias personas y muchos decían que querían invertir. Y en octubre cerramos nuestra primera ronda en la que participaron destacados inversores; muchos llegaron a través de Endeavor», remarcó. Entre otros, están Hugo Romay (director general de Canal 4), Luis Bonomi (ex CEO de Monte Cudine), Gonzalo Costa (director de uno de los fondos más importantes de América), Adam Grossman (Endeavor de EE.UU.) y Brett Tavares, emprendedor canadiense que vendió su startup de marketing digital.
Según Israel, el diferencial de la plataforma son sus agentes de inteligencia artificial que se encargan de seleccionar a los creadores según los perfiles y los objetivos que marcan las empresas. «Estamos creando una nueva categoría donde el valor no está en crear contenido, sino en activar conversaciones. Las marcas eligen un objetivo y un presupuesto, y la plataforma selecciona a los creadores ideales. Una vez elegidos, se les asigna microtareas y cuando se completan, Pooshlo paga automáticamente dentro de la plataforma», explicó.
Para ser parte de la Pooshlo, los influencers se dan de alta en forma gratuita. En una primera etapa, se habilitará para quienes generan contenido en Instagram, luego LinkedIn y por último TikTok. En todos los casos, la única condición es contar con más de 5.000 seguidores. El plan es que en febrero de 2026 comience a funcionar con la primera red social y en el segundo semestre se sumen las otras dos.
En cuanto a costos, Israel detalló que la startup ofrece un modelo de cobro por servicio (SaaS) para empresas o agencias de marketing de US$ 280 por mes, monto que puede variar según opciones. Luego, la empresa abona un 3% del presupuesto que se invierta en la campaña. Para marcas y agencias es eficiente porque reduce costos de campaña y aumenta las tasas de interacción en publicaciones. El modelo genera un aumento de hasta 70% en engagement rate», aseguró.
Para esta primera etapa de prueba ya confirmaron como clientes a Punta Shopping, Papa & Barkley en Nueva York, Ipanema, Rider y La Isla.
Alcance internacional
Si bien Pooshlo tiene sede en Punta del Este, el objetivo de los fundadores es que sea global. Es que la influencia trasciende fronteras: «una creadora en Miami puede ser contratada para impulsar una campaña en Argentina o viceversa. Esta capacidad de conexión internacional es clave para marcas que buscan impacto real y segmentado, sin límites geográficos», dijo.
En ese camino, Pooshlo fue seleccionada como ganadora del Draper Founders Program, lo que le permitirá participar en el Draper Hero Program, en Silicon Valley, en abril de 2026, junto a algunas de las startups más prometedoras del mundo.