Los creadores de contenido se profesionalizan y ponen sus ideas al servicio de grandes empresas

Los más exitosos están perfeccionando sus habilidades en storytelling, edición, producción y distribución de contenido, convirtiendo sus emprendimientos en agencias creativas.

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El youtuber Mr Beast (Jimmy Donaldson) es el creador de contenido más famoso del mundo.

Clarissa Herrera
La Nación / GDA
Mientras las marcas aún tienen dificultades para atraer orgánicamente a sus audiencias, la economía de creadores no deja de diversificarse. La creación de contenido como servicio (CCaaS, Content Creation as a Service) es una evolución natural del ecosistema de creadores digitales, donde los emprendedores dejan de ser solo generadores de su contenido para convertirse en proveedores para terceros.

A la hora de monetizar su trabajo, el contacto directo con marcas es una de las fuentes de ingresos más beneficiosas de los influencers. En este caso, es el poder de su comunidad lo que define el costo de su trabajo. Sin embargo, en el caso de los micro y nano creadores, las opciones de monetizar se amplían. «Son productores de contenido y video ya experimentados pero que no cuentan necesariamente con grandes cantidades de seguidores. Producen contenido para marcas a un precio más bajo, y las marcas utilizan estos contenidos en sus cuentas, anuncios y sitios de e-commerce. A este servicio se lo conoce como UGC (Contenido generado por el usuario, por sus siglas en inglés)», explica Cecilia Velazquez Traut, directora de Medano Content Strategies.

Más sofisticados

Dentro de la dinámica de la economía de creadores, estos últimos han desarrollado habilidades avanzadas en storytelling, edición, producción y distribución de contenido que les permiten operar como verdaderas agencias creativas. Ya en 2023, una investigación del Centro de Estudios en Tecnología y Sociedad de la Universidad de San Andrés (CETyS) -dirigida por Sebastián Cabello- señalaba la tendencia entre los creadores hacia la profesionalización. De hecho, el reporte partía de la hipótesis de que los creadores que habían podido dar cierta sostenibilidad a su emprendimiento habían elaborado alguna estrategia de profesionalización que los ponía en camino hacia un modelo de «agencia».

«Para sobrevivir en este ecosistema altamente competitivo, los creadores de contenido comienzan a necesitar de un proceso de aprendizaje continuo y una cada vez mayor sofisticación de sus estrategias y disciplina de producción. Los que comienzan a tener éxito se convierten en fundadores de emprendimientos y crean equipos que ensamblan herramientas y conceptualizaciones originales en torno a su arte», señala Cabello.

Influencer grabando un video.
Influencer grabando un video.
Archivo

Velazquez Traut explica que en este nuevo modelo de negocio, estos creadores han formado sus propias productoras o MCN (Multi Channel Networks) donde cuentan con equipos de copywriters, productores, camarógrafos y editores de vídeo.

Según David Craig, profesor asociado de Comunicación en la Universidad del Sur de California (ver recuadro), el caso más paradigmático de estos creadores es el de MrBeast -considerado el más valioso del mundo, sus canales de YouTube suman más de 365 millones de suscriptores- quien creó la productora Feastables desde donde no solo crea contenido para sus redes, sino que ha construido una marca en torno a su conocimiento del engagement digital y donde tiene más de 126 empleados e ingresos superiores a US$ 1.500 millones por año.

Otro ejemplo es el de «Nas Academy», una plataforma de aprendizaje online fundada por el creador Nuseir Yassin, conocido como «Nas Daily». Su objetivo es proporcionar cursos impartidos por expertos en diversas áreas, especialmente en la creación de contenido digital, aunque también incluye negocios y criptomonedas en su oferta de más de 40 cursos.

Proveen a las marcas

Empresas como Nike, Apple o Airbnb trabajan con creadores no solo como embajadores, sino como proveedores de contenido. «La versatilidad en sus formatos y distribución muestra hasta qué punto los creadores-productores pueden adaptar su contenido a distintas audiencias y necesidades, lo que los convierte en aliados clave para las marcas», puntualiza Velazquez Traut.

Valeria Oyuela, directora de Duh! Creators, señala que algunas marcas estratégicamente prefieren elegir UGC para algunas acciones específicas publicitarias. «Se muestran como muy buenos comunicadores y son buscados para producir cápsulas de videos ad hoc para luego usar esa pieza creativa para hacerlo circular con pauta publicitaria en las redes sociales o en sus propias cuentas de marca», cuenta. Esta estrategia crece porque este tipo de material «logra ser más orgánico y creíble en las redes que la publicidad a través de influencers reconocidos en quien las audiencias detectan el fin comercial», señala.

Desde la industria citan casos locales que representan a este grupo, por ejemplo Diego de @StarLosers, quien produce contenidos UGC para e-commerce de electrodomésticos, mostrando unboxing e instalación, también se destaca por recomendar series y películas. Además, produce videos que se transmiten en los ómnibus de ciudades como Córdoba, Mendoza, Santa Fe, CABA y el Gran Buenos Aires, ofreciendo entretenimiento a los pasajeros.

En tanto, @Mikarescatistadeanimales es un creador-productor que, a través de su productora Mixaproducciones, se especializa en contenidos para marcas dentro de los nichos de bienestar animal y sustentabilidad.

@Amilcar.Aballay es un creador-productor que se destaca por contar historias de ficción en sus diferentes canales, creando contenido que va más allá de lo tradicional para marcas. A través de su estilo único y personajes, Amílcar produce anuncios en formato narrativo para aplicaciones y servicios dirigidos al público femenino, logrando un impacto emocional que conecta profundamente con la audiencia y convierte el contenido en algo más memorable y efectivo para las marcas.

Oyuela concluye que el conocimiento que el creador tiene del algoritmo en su nicho específico equivale a horas de capacitación continua y experiencia en el campo que los equipos de marketing de las marcas deberían tener. «Permite que los creadores generen contenido altamente relevante y adaptado a las audiencias, lo que incrementa el impacto y la efectividad del contenido», cierra.

Nueva forma de producir cultura

El profesor David Craig ha investigado extensamente la evolución de la cultura de los creadores y el contenido generado por usuarios (UGC). En su presentación en un evento organizado por el CETyS, el autor se refirió a su obra Creator Culture, donde analiza cómo una nueva clase de productores culturales -como vloggers, jugadores en Twitch e influencers- han emergido como una industria disruptiva.

En cuanto a la «creación de contenido como servicio», Craig ve que «los creadores están redefiniendo las industrias creativas y laborales. Al colaborar con marcas y terceros en la generación de contenido aprovechan su autenticidad y conexión con las audiencias. Esta tendencia refleja una transformación en la producción cultural, donde los creadores actúan como emprendedores independientes capaces de monetizar su influencia y creatividad».

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