La startup uruguaya que usa IA para convertir chats de Whatsapp en ventas y ya está en cinco países

Torem, la startup creada por Dario Levin y Federico Sabaj, ofrece agentes conversacionales con IA que ayudan a las empresas que venden online a atender clientes y concretar más ventas

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Dario Levin y Federico Sabaj, cofundadores de Torem
Darwin Borrelli

«Es impresionante ver cómo negocios que antes dependían de tener gente pegada al WhatsApp, ahora venden automáticamente mientras duermen», así describió Darío Levin, cofundador y CEO, junto a Federico Sabaj (director de tecnología) de Torem, a la startup que ofrece agentes conversacionales basados en inteligencia artificial (IA), que automatizan la comunicación con los clientes y ayudan a aumenta las ventas a través de plataformas de mensajerías.

El proyecto fue creado en 2022, se incubó en el Centro de Innovación y Emprendimientos de Universidad ORT (CIE) y trabaja con empresas que venden online.

El emprendimiento comenzó con una inversión inicial de US$ 200.000, monto que se conformó con ahorros de ambos fundadores y capital ángel. Además, lograron apoyo de la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII) y Endeavor Uruguay.

Los primeros dos años desarrollaron el producto a puertas cerradas y en 2024 salieron al mercado. En los últimos 12 meses pasaron de tener 30 clientes a 150 y hoy trabajan en Uruguay, Argentina, Chile, Colombia y Paraguay, con marcas como Adidas, Decathlon, Rotunda, Lemon, Universo Binario, Porto Vanilla y el hotel Midland, entre otros, y proyectan seguir creciendo. El objetivo es alcanzar 500 clientes en 2026. Luego evaluarán una posible ronda de inversión.

La startup funciona como un SaaS (software as a service) y sus clientes abonan un plan de suscripción mensual para utilizarlo.

Comunicación cercana

El fuerte de Torem es el consumo masivo. Su producto apunta a ayudar a empresas que tienen altos volúmenes de consultas a responder inmediatamente los mensajes. Según contaron, el 80% de quienes buscan comprar online hacen al menos una pregunta, «y está estudiado que responder en menos de cinco minutos aumenta hasta ocho veces la posibilidad de vender», explicó Levin.

En un mundo cada vez más digitalizado, los clientes buscan una interacción rápida, además de entendimiento, por eso los agentes de IA de Torem se personalizan según cada empresa. Por ejemplo, se puede alinear al lenguaje donde la firma se encuentra como el español rioplatense. «No hay límites, tu eliges cómo quieres que responda» comentaron.

Conocer al cliente

Algunos funcionalidades de sus agentes de IA pasan por centralizar los canales de comunicación (WhatsApp, Mercado Libre, Instagram y Facebook), envío de campañas de marketing por Whatsapp y análisis de información de más de 70 métricas, entre ellas la eficacia de la conversación, el tiempo que duró o si se cerró la compra.

Además, Torem es un producto «multimarca» lo que le permite a una empresa que gestiona varias webs en simultáneo hacer todo desde un lugar centralizado. A esto se suma que está integrada con las plataformas de e-commerce Fenicio, Shopify, WooCommerce y Tienda Nube.

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Federico Sabaj y Dario Levin, cofundadores de Torem.
Darwin Borrelli

Resultados

Desde que Torem está operativo, sus «agentes» han logrado aumentar la conversión de ventas entre un 20% y un 25%. Eso significa que una de cada cuatro personas que habla con el asistente al final concreta la compra.

Otro dato que refleja el impacto de la tecnología es la inversión que algunas empresas realizan en ella. Hay clientes que invierten cerca de US$ 2.000 al mes en la plataforma, y gracias a los agentes concretan ventas por más de US$ 10.000.

Ahora, la startup se encuentra en proceso de selección de empresas en las que creen que pueden generar impacto con su IA, para impulsar en ellas un programa de implementación de su tecnología, por un período tres meses sin costo. Para que las empresas sean seleccionadas deben cumplir ciertos requisitos, como contar con una página web, tener tráfico de ventas y al menos una persona en atención al cliente.

«Muchas empresas trabajan en épocas de mayor demanda, como Navidad, con un esquema similar al del acordeón. En diciembre deben aumentar el flujo y personal pero luego tienen que disminuirlo y ajustarse mucho ante la baja de la demanda. Sin embargo, con nuestros agentes conversacionales, el acordeón se toca solo», reflexionó Sabaj.

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