Le Pain Quotidien nació en Bélgica en 1990, explotó en EE.UU. hace 20 años y desde hace una década está presente en Argentina, el segundo país con más cafeterías de la marca. Ya son más de 200 locales en todo el mundo. Y desde hace tres semanas también se encuentra en Uruguay. En ese tiempo unas 8.000 personas pasaron por la locación de Punta Carretas Shopping.

La inversión de la cadena para su apertura en Montevideo fue de US$ 850.000, que fueron destinados tanto a la reforma del local en el centro comercial -lo ampliaron con una terraza, llegando a los 255 metros cuadrados (m2)-, como al desarrollo de la operación en Uruguay y la capacitación del personal en Buenos Aires.

«Siempre estuvo en nuestros planes abrir el negocio en Uruguay», aseguró a El Empresario el CEO regional de Le Pain Quotidien, Federico Lantaron. En Argentina tienen 38 cafeterías, aunque están en expansión y proyectan abrir más en lo que queda del año. En Uruguay, el local de Punta Carretas será su flagship pero están en sus planes cinco locales más en Montevideo y uno en Punta del Este, en los próximos cinco años, alcanzando una inversión total de US$ 3,5 millones.

Foto: Francisco Flores/Archivo El Pais

«Decidimos trasladar el modelo de Argentina a Uruguay, con el mismo grupo inversor y management, con locales propios (no son franquicias). La verdad es que tenemos un proyecto ambicioso», apuntó Lantaron.

Actualmente trabajan unas 37 personas en Uruguay, 25 en el local y el resto en la administración.

A pesar de que siempre es un desafío instalarse en otro país, desde Buenos Aires destacaron la estabilidad de Uruguay.

«Tenemos un entrenamiento muy grande de operar en Argentina, donde tenemos una inflación por arriba del 100%», sostuvo el CEO, quien resaltó que de este lado del charco ese índice es menor al 10%. «En este momento vemos todo bastante organizado, ya sea con los proveedores, con la operación, con nuestros empleados», evaluó Lantaron sobre el desembarco local.

Foto: Francisco Flores/Archivo El Pais

En los últimos años las cafeterías se multiplicaron, tanto en Montevideo como en el interior del país, pero el argentino confía en el diferencial de Le Pain Quotidien.

«Vemos la oportunidad de proponer un concepto integrado. Es decir, que tengas una cafetería artesanal, bakery y restaurante, todo esto en un ambiente cálido», explicó, y afirmó que la apertura llega «después de un año de investigación, de desarrollo de proveedores y de productos».

La cadena belga se diferencia por la «calidad de sus ingredientes», que son orgánicos «siempre que sea posible».

La pastelería, que tiene grandes influencias europeas, es elaborada por un socio local que trabajó con el equipo argentino para perfeccionar las recetas. De todas formas, no descartan a futuro abrir una planta de elaboración propia.

Otro sello de Le Pain Quotidien son las mesas compartidas, presentes desde el primer restaurante en Bruselas. La propuesta fue inicialmente vista con desconfianza en Argentina, aunque se terminó consolidando como una nueva forma de comer. Y esta mesa comunal ya se encuentra en Uruguay.