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ENTREVISTA

Emprendió con su hermano una tienda de bicicletas eléctricas y hoy su negocio trasciende fronteras

Martín Saavedra cofundó Voltbike en 2013. Hoy dice que aún falta "explicar más" sobre este vehículo al público local y planteó la necesidad de establecer incentivos fiscales que favorezcan su adopción

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Martin Saavedra, cofundador de Voltbike
Saavedra se sorprendió con el "boom" de ventas que tuvo la empresa durante la pandemia; colocó más de 600 bicicletas eléctricas en 2020.
Francisco Flores/Archivo El Pais

Montevideano, 35, casado, dos hijos. Saavedra trabajó en varios lados (delivery, en un shopping, como agente de carga, en la construcción) antes de emprender con su hermano Pablo en el rubro de las bicicletaseléctricas, un producto que importan de China. No buscaban un negocio amigable con el ambiente, sino rentable. Lo demás vino de añadidura. Sin formación empresarial (son autodidactas) ni apoyos, se arriesgaron y hoy tienen un local en Carrasco y operan en Chile. En 2022 facturaron US$ 500.000. Ahora buscan atar acuerdos con intendencias y otros organismos. Saavedra es crítico con las políticas de incentivos fiscales para autos eléctricos y pide que se baje el recargo de las importaciones para el rubro.

La movilidad eléctrica va tomando impulso en el mundo y usted y su hermano, con el negocio que emprendieron con Voltbike, han sido cónsonos con esa tendencia global. ¿Cómo surgió su interés por las bicicletas eléctricas?
Mi hermano y yo éramos empleados y siempre estábamos con la idea de emprender en algo. Dentro de la variedad de productos que veíamos para importar, la bicicleta eléctrica era uno que en ese momento no había en el mercado. Así que nos tiramos al agua, fue en 2013. Trajimos un primer contenedor con 50 unidades, para testear el mercado con una bicicleta eléctrica clásica, que hoy es nuestro caballo de batalla. Era una oportunidad muy arriesgada, también porque el tema de la calidad de la bicicleta eléctrica en Uruguay estaba muy verde y la primera reacción que recibimos de la gente era que «con ese mismo dinero me compro una moto». O sea, la gente no entendía para qué era la bici eléctrica, que es un producto completamente diferente a una moto. Y tuvimos que explicar de qué se trataba. Nos llevó seis años para que la gente entendiera los beneficios de la bicicleta eléctrica.

¿Pesó en la elección del producto que fuera amigable con el medioambiente?
En realidad, no. Honestamente no pensábamos en la movilidad, en lo medioambiental, sino en un producto que viéramos con futuro, innovador, algo diferente. No teníamos la cabeza de ayudar al medioambiente.

¿Cómo se iniciaron en este negocio, alguien los ayudó?
Todo lo hicimos en base a investigación, búsquedas por Internet, conocer experiencias en otros países. Contactamos a un proveedor por Alibaba, llegamos a un acuerdo con el precio y nos fue bien. En 2018 viajamos a China, conocimos la fábrica y afianzamos nuestra relación. Es súper importante viajar y conocer al proveedor. Nos llevó tiempo, pero lo hicimos.

¿Alguien les recomendó ese proveedor o arriesgaron?
Lo que pasa es que Alibaba es una plataforma donde buscás proveedores de China de manera bastante segura. En este tiempo hemos comprado a diferentes proveedores, siempre por esa plataforma y gracias a Dios, nunca nos han estafado. No todos los proveedores pueden estar en Alibaba, tienen que cumplir exigencias y eso da seguridad.

Al principio, la gente no entendía para qué era la bici eléctrica, que es un producto completamente diferente a una moto. Nos llevó seis años para que la gente entendiera los beneficios de la bicicleta eléctrica.

¿Cuál fue el monto de inversión inicial?
Unos US$ 50.000, toda nuestra.

¿Cuántas personas trabajan en la empresa?
Somos mi hermano, yo, un mecánico en el taller y un vendedor. Tenemos servicios tercerizados, como el bicicletero y un técnico que nos repara las cosas eléctricas que nos superan. Y contamos con 25 distribuidores en los 19 departamentos del país.

¿Traen todo de China, las bicicletas, motos y repuestos?
Sí, todo de China. La marca Voltbike es nuestra. El producto se fabrica en China y viene prácticamente armado, acá solo se ensambla, es un armado básico.

Cifras del negocio

500.000
dólares fue la facturación de Voltbike en 2022. No obstante, su mejor año fue 2020, dado que los clientes se volcaron a circular en bicicletas, y a las caminadores en el hogar, durante la pandemia.

50.000
fue la inversión inicial en la empresa en dólares, capital que provino del ahorro de ambos hermanos. El alza fue constante. Este año, la empresa cumplió diez años ininterrumpidos.

Apuntes de carrera

2013
Los hermanos fundaron la empresa y vendían bicicletas eléctricas solo por Internet. Aún mantenían sus empleos y crearon el emprendimiento en forma paralela.

2015
Ese año abrieron el primer local físico al público, a 50 metros de la tienda que tienen actualmente en Av. Italia, en Carrasco. El taller ha sido clave en el negocio.

2016
Se decidieron a incursionar en más modelos de bicicletas y motos eléctricas. No obstante, el modelo clásico de bicicletas sigue siendo el producto más vendido.

2020
En plena pandemia, vivieron un boom de ventas. No se lo esperaban. Hoy en día siguen creciendo y buscan mercados del exterior donde expandirse.

¿Cuánta competencia existe en este rubro?
En el camino hubo mucha competencia, vendiendo incluso más barato que nosotros, pero la mayoría ha ido desapareciendo. Nosotros seguimos fundamentalmente por el servicio posventa. Esa es la explicación. Hay que ofrecer garantía, dar un buen servicio de mantenimiento. Por eso nosotros tenemos taller, repuestos para todas las bicicletas y motos que hay en el mercado, no solo para las nuestras. Es un acierto que nuestro taller esté involucrado con otras marcas. No hay una sola importación que venga sin repuesto.

¿Cómo ha sido la evolución de las ventas?
En Europa la movilidad eléctrica ya no es boom, es algo normal, no es el futuro sino el presente. Acá hay que explicar más. El primer año vendimos unas 100 bicicletas y en 2022 unas 600. Las ventas crecen a medida que la gente conoce más el producto, aunque tuvimos el mejor momento de ventas en 2020, en plena pandemia. Fue una sorpresa, creímos que no íbamos a vender nada, pero fue un buen momento. También trajimos la línea fitness y fue muy bueno. Vendimos 400 caminadoras y más de 600 bicicletas eléctricas ese año. Hubo un boom del fitness en la pandemia. Después se paró. La moto y la bicicleta son productos que se manejan mucho por temporada. Cuando hace frío, en invierno, baja mucho la venta de bicicletas, por eso ofrecemos máquinas de ejercicio.

En Europa la movilidad eléctrica ya no es boom, es algo normal, no es el futuro sino el presente. Acá hay que explicar más.

¿Cuál es el perfil de los clientes que tienen?
Esto ha cambiado mucho con el tiempo. Hoy es bastante más amplio el perfil. Justamente ahora estamos haciendo una campaña para captar jóvenes de los colegios de Carrasco. El modelo clásico de bicicleta eléctrica se vende mucho a señoras de entre 50 y 60 años, que hacen mandados. Hay domésticas que para trasladarse de una casa a otra para trabajar ven el beneficio de ahorro de hacerlo en bicicleta. En realidad tenemos 16 modelos de bicicletas, para hombre, mujer, mixto, para todas las edades.

¿Cuánto cuestan y qué le aportan al cliente?
Un modelo económico de bici eléctrica está en US$ 990 y hay quien gasta US$ 2.000 o US$ 3.000. Considerando el precio de otros transportes, se amortiza el valor de las bicicletas, al año y medio. La bicicleta eléctrica es saludable, ecológica y no emite gases ni sonido. Es ideal para distancias cortas de hasta 30 kilómetros (km) y no necesita licencia ni empadronamiento. La autonomía es de 25 a 30 km por carga y se puede cargar en cualquier toma de 220V. En comparación, las motos eléctricas son más caras y tienen menor autonomía y velocidad. En proporción, vendemos un 90% de bicicletas eléctricas frente a 10% de motos.

Martin Saavedra, cofundador de Voltbike
Nota a Martin Saavedra, en su local de bicicletas elécrticas Voltbike, Montevideo ND 20230519, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

¿Qué tan rentable es su negocio actualmente?
En 2022 la facturación se fue arriba de los US$ 500.000. Generalmente tenemos un período del año en el que se vende más que otro, pero nos está pasando que la baja temporada (el invierno) viene siendo buena, porque hemos fortalecido el taller de reparaciones.

¿Cómo piensa se podría impulsar más el rubro en el país?
Nos encantaría que bajaran un poco los impuestos y eso lo trasladaríamos 100% al precio del producto. Digo esto porque como ya importamos a Paraguay y Chile, las cargas tributarias allí son muy distintas a las que tenemos acá. Hemos sido invitados a charlas de movilidad eléctrica organizadas por el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y hablan de los beneficios fiscales para los autos eléctricos, pero el beneficio siempre es para el que tiene más, para el que tiene posibilidad de comprarse un auto eléctrico que no baja de US$ 30.000. Sin embargo, el gobierno debería hacer un ejercicio sobre las importaciones de las bicicletas eléctricas para las demás personas. Algo que a las empresas del rubro nos gustaría lograr es que bajen el recargo en las importaciones de las bicicletas eléctricas que, en definitiva, son las que benefician a la mayoría. Lo que impacta mucho es el recargo que tienen las importaciones.

Se habla de los beneficios fiscales para los autos eléctricos, pero el beneficio siempre es para el que tiene más, para el que tiene posibilidad de comprarse un auto eléctrico que no baja de US$ 30.000. Sin embargo, el gobierno debería hacer un ejercicio sobre las importaciones de las bicicletas eléctricas para las demás personas.

¿Cómo les fue con el negocio en Paraguay y en Chile?
En Paraguay estuvimos dos años. Lamentablemente no nos fue bien y decimos cerrar en 2022. Allí no encontramos el público acertado. En Paraguay hace calor todo el año, demasiado como para andar en bicicleta, y la gasolina es barata, las motos también lo son, entonces no nos fue bien. En 2019, previo a la pandemia, abrimos en Chile. Replicamos la misma unidad que teníamos en Uruguay y nos fue muy bien. En 2020 vendimos los 10 contenedores que importamos. Todo online, por los marketplaces, como Mercado Libre y Sodimac.

Tenemos un socio y operaciones en Chile; en Paraguay no nos fue bien

En Chile tenemos un socio, que es un familiar. Quisimos incursionar en Argentina, pero por la inestabilidad allá no fue posible, aunque sí llevamos bicicletas y vimos una predisposición buenísima de potenciales clientes. En Brasil hicimos un testeo con un amigo en San Pablo, pero es un mercado muy grande y con una carga tributaria parecida a la de Uruguay, con lo cual necesitaríamos una inversión suculenta para entrar en ese mercado.

¿Han tenido alianzas con empresas, por ejemplo, de delivery o similar?
Si, trabajamos cuatro años con Farmashop. Usaban las bicicletas para los repartos, y hacíamos el mantenimiento. Lo que pasa es que cuando la empresa cambia sus cargos altos, también cambia su forma de trabajo y ahora no trabajan con nosotros. Pero ya estamos en contacto nuevamente, pensando en algo más.

¿Hacia dónde van con la empresa?
Este año tuvimos relación con la Intendencia de Rivera porque quieren bicicletas para un proyecto turístico, y estamos viendo otros entes públicos. En este momento estamos cotizando para la Intendencia de San José, el Correo y Naciones Unidas. Las intendencias quieren desarrollar proyectos turísticos con bicicletas eléctricas, el llamado del Correo es con fines logísticos, y el de las Naciones Unidas no sabemos si las va a utilizar el personal, o tal vez donar.

«No hay nada mejor en nuestro caso que las redes sociales»

Martin Saavedra
Pablo y Martín Saavedra, cofundadores de Voltbike
Francisco Flores/Archivo El Pais

Ustedes son bastantes populares en las redes sociales, pero ¿cómo se dan a conocer prevalentemente?
Sí, trabajamos mucho en las redes sociales, es lo que más nos da resultado. Trabajamos con una empresa que nos hace los videos y nos maneja las redes. La verdad es que prácticamente todos los productos que vendemos, se ven antes por Internet, por Mercado Libre y otras plataformas de e-commerce, por la web, Facebook, Instagram, el boca a boca también funciona. Nuestro Facebook, que está más dirigido fundamentalmente a señoras de más de 50 años, tiene 35.000 seguidores y nuestro Instagram unos 4.000. Hemos hecho publicidad en todos lados, incluso en televisión, y no hay nada mejor en nuestro caso que las redes sociales. Ponés solo US$ 200 en la redes y el retorno de la inversión es muy útil porque te da cuánta gente te contactó, con cuántos interactuaste y hasta cuántos vendiste. La gente ve nuestros productos en las redes y recién después vienen al local, los asesoramos y terminan de concretar la venta, pero casi siempre el primer punto de contacto son las redes. Igual publicitamos en otros medios, y aprendemos en la marcha.

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