Su recientecoronación en Wimbledon confirmó al español Carlos Alcarazcomo la nueva gran estrella del tenis mundial. Su victoria contra nada menos que el serbio Novak Djokovic-el máximo ganador de toda la historia de torneos de Grand Slam con 23 trofeos- sobre el césped británico, ratificó su liderazgo como la raqueta número 1 del circuito profesional y, más aún, su consolidación como el relevo de la generación que encabezaron Roger Federer, Rafael Nadal y Djokovic.

La irrupción fulgurante de Alcaraz tiene eco, además, en la cancha del marketing deportivo.

El español ya tiene acuerdos de patrocinio con marcas globales como Nike (indumentaria deportiva), Rolex (relojes), Calvin Klein (ropa interior), Louis Vuitton (vestimenta), BMW (automóviles) y Babolat (raquetas). También presta su imagen a empresas españolas como Isdin (productos para la protección de la piel) y El Pozo (alimentos).

De acuerdo con Forbes, las ganancias sobre el court del español entre agosto de 2021 y el mismo mes del año pasado eran de casi US$ 5,9 millones (el título de Wimbledon de este año le reportó 2,3 millones de libras esterlinas, es decir, US$ 3 millones). Los sponsors le pagaron otros US$ 5 millones en ese mismo período. Esos casi US$ 11 millones le valieron colocarse entre los 10 tenistas mejor pagados del mundo, según la revista de negocios.

La estrategia del tenista y su manager Albert Molina -quien lo descubrió a los 13 años-, al menos por ahora, es unirse a unas pocas marcas top, señaló una reciente nota del diario deportivo español Marca. Para completar el portafolio, le faltaría sumar tres marcas: un banco, una aseguradora y una compañía de telecomunicaciones.

En la categoría de indumentaria deportiva, Alcaraz tiene una relación de ocho años con Nike, que fue renovada en 2020 hasta 2025 por US$ 1 millón anual.

Para la marca, el éxito del español es una plataforma para refrescar su marca ante la nueva generación de fanáticos del tenis, ya que en los últimos años perdió a Federer (que se fue a Uniqlo antes de retirarse), no tiene a Djokovic (que viste Lacoste y calza Asics) y solo le queda Nadal, que está cerca del adiós profesional.

Es lógico que muchas marcas busquen asociarse hoy con el mejor tenista del mundo. Sin embargo, algunos sponsors -Nike, BMW, Rolex y El Pozo- apostaron por Alcaraz mucho antes de que ganara el US Open 2022, su primer trofeo de Grand Slam.

Más atrás hay que remontarse para encontrar el momento en que el tenista y la marca de raquetas Babolat sellaron su alianza comercial por primera vez.

La empresa francesa de equipamiento deportivo acordó con Alcaraz cuando tenía 10 años.

«Nuestro ojeador en España nos habló de él, vimos rápidamente su potencial tenístico y, de hecho, él ya jugaba con una Babolat, con el modelo de Nadal. En aquel momento firmamos un acuerdo de material y en 2018, cuando tenía 14 años, ya le hicimos un contrato internacional», dijo al diario El Mundo, Jean-Christophe Verborg, director global de marketing de la compañía.

Más recientemente, el gigante del lujo Louis Vuitton anunció la elección de Alcaraz como nuevo embajador de marca en junio. La casa ha recurrido a otras estrellas del deporte como Muhammad Alí, Pelé, Zidane, Maradona, Messi y Cristiano Ronaldo, para promocionarse en el pasado.

También lo fue el suizo Roger Federer, el primer tenista en alcanzar un patrimonio de US$ 1.000 millones. La gran mayoría de su fortuna proviene de los patrocinios (gana US$ 95 millones al año por esta vía) que de los premios económicos por ganar 20 torneos de Grand Slam.

Un indicio de la fama que ha alcanzado Alcaraz está en las redes sociales. Hoy acumula 4 millones de seguidores en Instagram -el año pasado estaba en 300.000 y subió 1 millón tras ganar el US Open-, 660.000 en Twitter (ahora X), 688.000 en TikTok y 300.000 en Facebook.

A pesar de su estrellato, el de Murcia mantiene un relativo bajo perfil. El número 1 del ATP aún vive con sus padres en un apartamento de US$ 220.000, ubicado en la planta alta de una tienda de kebabs en el sur de España.