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Poder de mercado: markups & markdowns

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Foto: Pixabay

OPINIÓN

Aunque la productividad laboral permaneció mayormente estancada, los salarios promedio aumentaron de forma constante a partir de 2005, en línea con los aumentos establecidos en Consejos de Salarios.

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Uno de los primeros modelos de los manuales de Economía es el de competencia perfecta. Se suele presentar para el mercado de productos, pero también se aplica al mercado de insumos y factores de producción. Empresas operando en mercados perfectamente competitivos tendrán precios convergentes con los costos de producir una unidad adicional (costos marginales) y salarios reflejando el valor de la productividad laboral (productividad marginal).

El problema es que, al igual que todos los modelos en sus formas puras, la competencia perfecta no existe en el mundo real. En competencia imperfecta, los agentes económicos detentan poder que se traduce en su capacidad de afectar la relación precio-costo o productividad-salario. El markup es la brecha entre el precio y el costo marginal en el mercado de productos, y el markdown es la brecha entre el valor de la productividad marginal y el salario. Esto es, cuan por arriba del costo se fija el precio (markup) y cuan por debajo de la productividad marginal del trabajo queda el salario (markdown).

En los últimos años, en la literatura económica se ha desarrollado un debate sobre la medición y evolución del poder de las firmas. Sus implicancias son grandes, ya que la competencia de mercado es el principal impulsor de la supervivencia empresarial y de la productividad, a la vez que determina el reparto del excedente social entre consumidores y empresas. Su evolución tiene profundas consecuencias macroeconómicas, además de los efectos obvios en los diseños impositivos y de políticas antimonopolio.

El profesor Jan De Loecker (de KU Leuven en Bélgica), junto con varios coautores, ha documentado para países desarrollados un aumento en el poder de mercado de las firmas desde la década de 1980. Para Estados Unidos muestra que, si bien en la mayoría de las empresas los markups han permanecido relativamente estables, el markup promedio de la economía subió empujado por las empresas más grandes que han incrementado su participación en el mercado junto a aumentos en sus markups. Como contrapartida, De Loecker y sus coautores argumentan que esto produce una disminución en la participación de las remuneraciones laborales en el total de lo producido (labor share of income).

Para países en desarrollo, la magnitud y evolución de los markups y markdowns y su relación con la participación del trabajo en los ingresos nacionales ha sido menos estudiada. Junto con Carlos Casacuberta hemos generado una aplicación para Uruguay en el período 2002-2016 que relaciona estos fenómenos con los cambios institucionales en el mercado laboral del período. El documento es de libre acceso en la serie de working papers del PNUD bajo el título “The impact of labor market institutions on markups and markdowns: evidence from manufacturing and service sectors in Uruguay”.

Encontramos que, aunque la productividad laboral permaneció mayormente estancada, los salarios promedio aumentaron de manera constante a partir de 2005, en línea con los aumentos establecidos en los Consejos de Salarios.

Esto se tradujo directamente en una creciente participación de los trabajadores en los ingresos. A diferencia de lo establecido para Estados Unidos, estos resultados no son consecuencia de un conjunto de empresas superstar, sino que cualitativamente se reproduce en distintas agrupaciones de firmas según su tamaño o grandes sectores de actividad.

En el trabajo estimamos markups y markdowns. El markup se interpreta como el cociente entre el precio y el costo marginal. Un markup de 1,5 indicaría que una empresa puede fijar el precio de su producto un 50% por encima de su costo marginal. En nuestras estimaciones, el markup promedio tiene altibajos que acompañan el ciclo económico. Post crisis 2002 disminuyen. A partir del 2005 muestran un incremento que para el 2016 es de entre 15% y 30%, según el conjunto de firmas considerado.

El markdown también se interpreta como un cociente. En este caso entre el valor de la productividad marginal y el salario. Para el 2002 estimamos un markdown promedio superior a 2 lo que implica que los trabajadores ganaban menos de la mitad de cada peso generado. A partir del 2005 el markdown baja sistemáticamente. Para el 2016 encontramos markdowns de entre 1,36 y 1,13 (según el conjunto de firmas considerado) lo que implica que, en promedio, los trabajadores cobraron entre 74 y 88 centésimos de cada peso asociado al valor de su productividad marginal. En comparación, un estudio reciente para Estados Unidos, aplicando la misma metodología de estimación, encontró un markdown promedio de 1.53 consistente con trabajadores cobrando 65 centavos por cada dólar.

En definitiva, nuestro estudio encuentra una distinta evolución del poder de las empresas en los mercados en que ofrecen y en los mercados en los que demandan. Mientras fueron perdiendo poder en los mercados laborales, han logrado trasladar parte de sus mayores costos a los consumidores.

Abordar los temas de poder de mercado, competencia y relacionamiento en los mercados laborales es siempre importante, más aún frente al inicio de una nueva ronda de Consejo de Salarios.

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