Paul Krugman

Pensando en que su “foto” de la economía de los EE.UU. provino enteramente de los titulares de los diarios y los sobreimpresos de las noticias por TV. ¿Sabría que el producto interno bruto real ha aumentado un 6,7 % bajo la Presidencia de Joe Biden, que Estados Unidos ganó 4,5 millones de puestos de trabajo en 2022 y que la inflación en los últimos seis meses, que de hecho fue alta el invierno pasado, fue inferior al 2% a una tasa anual?

Esta no es una pregunta hipotética. La mayoría de la gente no lee ensayos extensos basados en datos sobre las perspectivas económicas. Es más probable que su sentido de la economía esté formado por fragmentos que leen o escuchan.

Y existe un abismo enorme entre las percepciones públicas y la realidad económica. Los datos económicos recientes han sido positivos en general. Sin embargo, una pluralidad de adultos cree que estamos en una recesión. En una encuesta de AP-NORC, las tres cuartas partes de los estadounidenses describieron la economía como "pobre", y solo el 25% dijo que era "buena".

Es posible que sienta la tentación de decir, no importan los datos, la gente sabe lo que está sucediendo en la economía por experiencia personal. Pero también hay una gran desconexión en ese frente.

Incluso con el 75% del público diciendo que la economía es pobre, la mayoría de los estadounidenses califican su propia situación financiera positivamente. En promedio, la gente parece estar diciendo que lo está haciendo razonablemente bien, pero que a otra persona le están pasando cosas muy malas.

Este síndrome de “yo estoy bien, tú no” quedó especialmente claro en una encuesta de la Reserva Federal realizada a finales de 2021; no tendremos los resultados de 2022 hasta finales de este año, pero espero que se vean similares. Según la encuesta de 2021, el 78% de los hogares dijeron que les estaba yendo "al menos bien" financieramente, un récord; solo el 24% dijo que la economía nacional era "buena o excelente", un mínimo histórico. Las evaluaciones de las economías locales, sobre las cuales las personas tienen algún conocimiento personal, estaban en el medio.

Ahora, esta no es la primera vez que escribo sobre la desconexión entre las percepciones económicas y la realidad. En el pasado, sin embargo, recibí muchas críticas de personas que insistían en que el público estaba profundamente conmocionado por el resurgimiento de la inflación después de años de precios más o menos estables.

En este punto, sin embargo, se está convirtiendo en una posición más difícil de sostener. Desde el verano pasado, los precios de algunos productos, en particular de los huevos, se han disparado, pero otros precios, en particular de la gasolina, se han desplomado. Como dije, la tasa de inflación general en la segunda mitad de 2022 fue de alrededor del 2%, lo que ha sido normal durante las últimas décadas, mientras que la tasa de desempleo en diciembre, en 3,5%, estaba en un mínimo de 50 años. Ah, y los salarios ajustados a la inflación, que cayeron ante los problemas de la cadena de suministro y el shock de Ucrania, han vuelto a subir.

Entonces, ¿qué explica la opinión amarga del público sobre lo que objetivamente es una economía bastante buena?

El partidismo es claramente parte de la historia. Un aspecto sorprendente de esa encuesta AP-NORC fue que los demócratas y los republicanos no eran tan diferentes en sus evaluaciones de su situación financiera personal; la mayoría de ambos grupos calificaron su condición como buena. Pero el 90% de los republicanos dijo que la economía nacional era pobre. Una visión más amplia, de la Encuesta de Consumidores de Michigan, encuentra que los republicanos califican la economía actual peor que en junio de 1980, cuando el desempleo estaba por encima del 7% y la inflación era del 14%.

¿Qué pasa con la cobertura de los medios? Algunos de mis colegas se molestan por cualquier sugerencia de que los informes económicos han tenido un sesgo de negatividad que afecta las percepciones públicas. Sin embargo, en realidad hay pruebas contundentes de ese efecto. La Encuesta de Michigan pregunta a los encuestados qué noticias han escuchado sobre condiciones comerciales específicas; a lo largo de 2022, a medida que la economía agregó 4,5 millones de puestos de trabajo, más personas informaron haber escuchado noticias negativas que positivas sobre el empleo.

Todo lo cual plantea una pregunta política obviamente importante: ¿los estadounidenses notarán siquiera una economía que mejora?

Para ser justos, no sabemos si las noticias económicas seguirán siendo tan buenas. Aunque muchos pronosticadores se han retractado de las predicciones de una recesión inminente, los expertos con los que hablo consideran que es probable que se produzca un crecimiento brusco durante el próximo trimestre o dos. También hay un intenso debate entre los economistas sobre si necesitaremos un fuerte aumento del desempleo para mantener baja la inflación.

Pero supongamos que superamos cualquier tambaleo a corto plazo y entramos en 2024 con un desempleo y una inflación bajos. ¿Cuántos estadounidenses escucharán las buenas noticias?

En este punto, debemos suponer que mientras un demócrata se siente en la Casa Blanca, Fox News y los republicanos en general describirán la economía como un área de desastre, sea cual sea la realidad. Lo que está menos claro es cómo los principales medios de comunicación cubrirán la economía y qué percibirán los votantes en general.

Los informes dicen que el equipo político de Biden planea "apoyarse en la economía" para las elecciones de 2024. De hecho, aunque nada es seguro en la economía (o en la vida), lo más probable es que Biden pueda tener un récord de crecimiento sólido en ingresos y empleos, con el aumento de la inflación de 2021-22 retrocediendo en el espejo retrovisor.

Pero podemos predecir con seguridad que mucha gente, no todos ellos partidarios republicanos, insistirán, pase lo que pase, en que su historial fue un desastre. Y yo, al menos, no tengo idea de lo que los votantes terminarán creyendo.