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Duki y una convicción que lo puso en lo más alto del trap

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Duki, referente del trap en Argentina

NOMBRES DEL DOMINGO 

Tiene 24 años, más de seis millones de escuchas mensuales en Spotify y es uno de los referentes del género en Argentina y la región.

Primera escena: Duki tiene un tapado de piel blanco sobre los hombros, está escrito como si fuera un grafiti con el nombre de sus canciones y unos garabatos rojos y verdes. La escenografía es un cuarto de paredes grises grafiteadas, un espejo circular con luces como si fuese un camarín, una lámpara con flores, un sillón rojo, una mesa ratona con botellas vacías y una luz tenue y espesa. Allí canta Hello Cotto, una canción que empieza así: “Me ahogo en la porquería porque hace tiempo tengo el corazón roto pero bueno qué cosa mía esta manía que me tiene muy loco tamo en la florería y tengo una maría que es una flor de loto cuidado que pega como cotto”.

Segunda escena: dos paredes del cuarto se caen hacia atrás, el plano de la cámara se abre y todo se transforma en un escenario despojado, con unas luces verdes psicodélicas. Mientras, Asan canta: “Hace cinco días que no paro ‘e tomar pastilla, el respeto en to’ esto es tan fino como lámina, a algunos rapero’ les conviene pasar página”. Y Duki se suma: “O la van a pasar mal la?nueva?school?es mágica”.

Tercera escena: Duki queda solo en el escenario, sin el tapado y entre luces violetas. Tiene una remera grande y un pantalón grande, la cara mojada y tatuada. Se pone el micrófono muy cerca de la boca y dice: “Modo diablo está en la casa bebé duko a toda la gente que está mirando guacho aunque no estén acá quiero que canten conmigo colta, así de colta papu” y empieza a cantar, escoltado por una pantalla LED violeta y un juego de luces de colores. Primero viene Si te sentís sola, una canción de 2018. Siguen Vuelta a la luna, Piensa en mí, Eo eo y She Don’t Give a FO, uno de sus temas más conocidos, Sin culpa y Sold Out Dates.

Cuarta escena: Duki aparece de pronto en otro escenario y vestido completamente de negro para cantar QUAVO y Goteo. Es jueves 3 de diciembre de 2020 y Duki, trapero referente de la región, está cerrando el Buenos Aires Trap. El evento fue transmitido por streaming y lo vieron más de 60 mil personas.

De la plaza al teatro

Duki. Foto: Difusión.
Duki. Foto: Difusión.

En YouTube hay una entrevista que el Duki le hace a su madre en un ciclo especial que se llama Fideos con Duko. Sandra, abogada, dice que hubo un tiempo en el que estuvo preocupada por el segundo de sus tres hijos, Mauro Ezequiel. “Para mí era muy duro que los profesores me dijeran que vos eras brillante pero que no te podían aprobar porque ibas y no hacías nada en el colegio. Y yo pensaba, ¿qué va a ser de su futuro? Porque ni yo ni papá teníamos una disponibilidad de dinero como para decir les compramos a cada uno de ustedes algo para que arranquen, lo máximo que podíamos darles era un estudio”.

Mauro no quería estudiar. Había empezado a escuchar hip hop y rap cuando era un niño y desde ese momento se pasaba de plaza en plaza, siguiendo las competencias de freestyle de todos los rincones de Buenos Aires. En 2012, cuando tenía 16 años, se animó a probarse improvisando rimas en una batalla callejera. “Yo tengo mucho potencial pero (...) me costaba encontrar algo que me motivara. Y acá fue la primera vez que pensé ‘ah, es esto’”, dijo en una entrevista.

“Al principio era todo muy puro. Éramos todos pibitos que juntábamos la plata para subirnos a un tren e ir a la plaza a rapear y nos quedábamos ahí rapeando por ocho horas. Y crecimos así”.

Ese año en Buenos Aires surgió El quinto escalón, una competencia callejera de freestyle creada por Ysy A, amigo de Duki, que se hacía en el Parque Rivadavia y que con el tiempo se transformó en el torneo de plaza más grande de habla hispana.

En 2016 Mauro, que ya era conocido en el freestyle de Buenos Aires y se hacía llamar Duki, ganó esa competencia y grabó su primer tema, No vendo trap. En dos semanas la canción tenía más de un millón de reproducciones en plataformas digitales. “Guacho, hay algo que no están viendo, la data es la música. Hace años que no se hace algo groso acá, mirá cómo se están pegando todos con el trap, Anuel, Bad Bunny... y mira cómo rapeamos nosotros, los flows que tenemos”, contó Duki al diario La Nación.

En el momento más alto de El Quinto Escalón, Ysy A, que también producía, y Duki lo dejaron todo por hacer música. En 2017 se fueron de gira por el interior de Argentina. Duki tenía dos canciones y la certeza de que alguna puerta se tenía que abrir. Se fueron de gira otra vez. Tocaron en bares. Se endeudaron. Volvieron a Buenos Aires y se fueron a vivir juntos.

Se encerraron en una casa, se drogaron y crearon los primeros tres hits del Duki y también del trap argentino, un movimiento colectivo que irrumpió en la escena musical con sus propios códigos y sus propias reglas.

Duki quería hacer algo grande: conquistar el mundo con canciones. “Nosotros somos el cambio y me refiero a todos los que estamos ahora. Cuando hablábamos con Ysy decíamos ‘tenemos que ser como Spinetta, como Cerati, como Charly. ¿Hace cuánto que no tenemos una banda zarpada, que sean trascendentales de verdad? La última que había ido a España con más fechas había sido Soda Stereo, que había clavado como 10; yo fui en 2018 y con Ysy hicimos 15”, dijo a La Nación. Ese mismo año tocó en un teatro por primera vez y se dio cuenta de que si quería seguir en la música tenía que mejorar artísticamente. Y se puso a trabajar para lograrlo.

De a poco dejó de tocar con Ysy y con Neo Pistea, que hasta entonces lo acompañaban en los coros.

Un día se encontró solo en un festival en Paraguay para 60 mil personas. Todo empezó a funcionar como una máquina veloz que se movía sin demasiado esfuerzo y que lo puso a él, un pibe de 20 y pocos años y con más de 10 tatuajes en la cara, en lo más alto de la ola trapera.

A veces Mauro se cansa de ser Duki. No de la fama ni de las fotos ni de que lo paren en la calle. Se cansa, ha dicho, de la gente que se acerca por interés. Él, sin embargo, hace rato que entendió con qué reglas quiere jugar.

Duki empezó el 2020 en un festival en México. La pandemia le suspendió todas las fechas que tenía en España y todas las posibilidades de tocar en vivo. Sin embargo, le sirvió para mirar hacia atrás y entender dónde está parado ahora, con 24 años y más de seis millones de escuchas mensuales en Spotify. “Tuve como una mirada muy introspectiva de lo que había hecho hasta ahora. No digo que ya estoy grande y que soy un viejo pero sí siento que tengo que consolidar algunas responsabilidades. Atrás mío no hay una empresa solamente, hay más de 20 familias. Y te tenés que hacer cargo de las cosas. Así que nada, siento que ahora tengo una mirada mucho más madura de todo”. El 24 de junio cumplió años y sacó 24, un EP con ocho temas. Uno de esos dice así: “Leyenda, como Messi, nací el 24, al igual que él, me llevé los contrato’ empresario como Keo, a los 24, fumando vainas rara’ pa’ pasar el rato”.

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