GASTRONOMÍA
Lucía Soria y Hugo Soca nos dan sus consejos para aprovechar el tiempo en casa, sacarle el mayor jugo a la alimentación saludable y comer tan rico como si fuera un buen restaurante.
Es martes y Lucía Soria está en un video en vivo a través de su cuenta de Instagram. Allí prepara junto a su hermana una tortilla con sobras de la heladera y recomienda usar un poco de queso para realzar el sabor. En los comentarios, unos cuantos seguidores agradecen y piden consejos. “¿Qué puedo preparar con zapallitos?”, preguntan por ejemplo, y Lucía saca de su manga un montón de ideas como la típica de zapallitos rellenos pero variar y dejar la carne y la salsa bechamel por verduras y un buen gratinado.
Al terminar el vivo, responde a Revista Domingo por qué cree que cocinar se ha convertido en uno de nuestros escapes por estos días. “Creo que comer es una necesidad básica y al mismo tiempo es una de las cosas que más placer nos da, desde la simpleza de poder hacer algo con las manos, nos lleva también a un lugar de unión. Principalmente considero que en estas semanas en las cuales no nos podemos mover de casa, algo que seguramente nos alegra y nos da un momento de placer es el comer. Por eso me parece importante que valoremos y generemos diferentes platos o ideas para que esos momentos se mantengan alegres”.
Estamos más en casa. Los que podemos estamos todo el tiempo en casa. Hasta hace tres semanas, antes de saber que el coronavirus COVID-19 había pasado nuestra frontera, aborrecíamos, por ejemplo, las videollamadas. Hoy son el puente más íntimo con aquellos a quienes queremos. Y en ese limbo extraño en el que estamos, acomodándonos a la vida de encierro, ahora parece que cocinar dejó de ser un mero acto rutinario para convertirse en el centro de nuestros días.
Cocinar es, quizá y más allá de la alimentación, una de las pocas actividades que podemos hacer en casa sin depender enteramente de la pantalla. Podemos frenar Netflix, los mensajes, el trabajo por computadora, las rutinas de baile y de gimnasia, el teatro y el arte en streaming para detenernos un par de horas explorar y aventurarnos con lo que hay en la heladera y en la alacena.
Por eso, y porque nunca está demás tener unos minutos de escape a la realidad, Lucía y Hugo Soca conversaron con Revista Domingo para compartir consejos, ideas y recetas que nos inspiren no solo a la hora de elaborar la comida del día a día, sino para organizar una cena diferente con los que están en casa, deleitarnos con un plato distinto.
Para Lucía no hay que buscar que la mesa de casa nos haga sentir como en un restaurante. “Lo que para mí vale la pena es juntarse a comer como si fuera una celebración, y hacer del hecho de cocinar un plan”. Así, Lucía sugiere plantearle a la familia el cocinar como un momento de encuentro alegre. Que cuando la comida esté pronta para servir, todos vayan a “ponerse lindos”, a armar una mesa bonita con lo que esté a mano: o flores o adornos o invitar a los niños a crear centros de mesa diferentes. “Creo que en estos momentos lo más importante es pensar a través de la creatividad qué podemos hacer nosotros para encontrar planes divertidos que no sean los que hacíamos fuera de casa, entonces a partir de eso pensar en estas uniones para disfrutar entre nosotros, generar una charla y tratar de pasar un lindo momento”.
La clave para un buen plato está en el sabor
Hugo no tiene que pensar mucho para imaginarse un plato sencillo y con un sabor delicioso. Lo único que hay que tener para eso es alguna pasta seca para cocinar, aceite de oliva y un limón para rallar encima cuando esté el plato servido. Las recetas salen de su boca como cascada. Otra opción para la pasta es acompañarla con unos tomates salteados y hojas de albahaca fresca. Si queremos una comida “pocha” pero a la vez sana, otra opción es hacer unas hamburguesas caseras: condimentar la carne picada con cebolla, perejil, mostaza, sazonar bien y acompañar con unos tomates sellados a la sartén y albahaca fresca. “La hamburguesa no tiene por qué ser al pan, no tiene por qué ser con fritas. Puedo hacer una rica hamburguesa que sea cien por ciento proteína y la acompaño con una ensalada simple”, comenta el celebrado chef.
Si es para la noche, Hugo sugiere siempre un plato liviano, y jugar con las ensaladas puede dar un sinfín de opciones. “Pueden ser granos de choclo fresco rehogados, kale salteado, un huevo y acompañar con un pescado a la plancha. Queda riquísimo y ligero para la cena”.
Para darle sabor a la comida una de las claves fundamentales está en las hierbas, y si son frescas, mejor. Por lo que con el tiempo a favor, otra actividad para sobrellevar el encierro puede ser meter las manos en la tierra y hacer una minihuerta para las ventanas.
“Las hierbas siempre van a aportar sabor. Si tenés una plantita de orégano, tomillo, romero, albahaca, perejil, tenés un 50 % de tu comida con un resultado final totalmente diferente”, comenta Hugo. “Después hay que tener cítricos, por un lado las vitaminas, por el otro el realce de la comida”, apunta.
Cuidar el bolsillo
Estos tiempos también nos piden una cosa: ajustar nuestra economía y salir lo menos posible de casa. En esto, las compras y el cómo organizar nuestra comida también juegan un papel importante para no desperdiciar y que los mandados o los pedidos online sean eficientes.
Además de incluir lo básico como arroz, pasta seca, aceite, harina de trigo y harina de maíz en la lista de compras, hay que pensar la comida de la semana para seleccionar los vegetales que, ahora que más que nunca necesitamos un cuerpo muy fuerte, no pueden faltar. Así, los cocineros sugieren comprar verduras versátiles y no tanto un poco de todo, porque se termina por echar a perder en la heladera. “Ahora hay tiempo para programarse para el día de feria”, dice Hugo, y explica que normalmente vamos por el surtido sin mucha definición de qué queremos y terminamos comprando cosas innecesarias que se echan a perder en la heladera, desperdiciando plata y alimento.
“Si mañana hago canelones, entonces por qué no dentro de tres días usar el mismo relleno para una pascualina, y así aprovecho y en vez de comprar tres atados de acelga compro seis y hago todo en una tanda sola”, comenta. Con ese consejo se ahorra tiempo y gas en la cocina, algo que también se puede hacer aprovechando el horno prendido para asar varias cosas a la vez. “En la misma fuente donde ponés un pollo ya rellenás el espacio libre con vegetales como tomates o berenjena y así vas guardando para próximas comidas”.
Alimentos para ser más resistentes
Estar en casa todo el tiempo también despierta ciertas ansiedades que, a muchos, les da por abrir la heladera cada dos por tres. Para Lucía Soria es importante que en estos días mantengamos cierta estructura del tipo de recordar acompañar harinas y proteínas con abundantes vegetales. “Tenemos que tratar de no repetir: si desayunamos con tostadas, a la tarde comer una merienda más frutal o una granola con yogur. Todos podemos armarnos en nuestra diaria una idea de lo que comimos antes y de esa manera pensar qué podemos comer después. Las verduras, las frutas, las legumbres son grandes aliados en este momento porque también pueden cumplir esta función de llenarnos. y no sentir que no comimos nada”. Para la chef es algo que hay que pensar más allá de este momento, que cuando vuelva la rutina que traíamos antes de la cuarentena, que nos quedemos con la alimentación variada y saludable en el esquema.
También mirando la salud, Hugo Soca recuerda la importancia de lavar cualquier verdura o fruta antes de llevar a la heladera, aunque tenga cáscara, porque por un vegetal se puede contaminar todo lo demás. “Y la mañana o el día antes de ir a hacer las compras lo mejor generar la rutina de limpiar bien la heladera”, agrega.
El otro tip que comparten los cocineros es guardar todo en recipientes transparentes o rotulados con qué hay dentro y qué día lo compramos, y recordar que hay alimentos como el zapallo, la cebolla, la papa o el boniato que no son de heladera, que incluso pueden durar semanas si se almacenan en lugares secos y lejos de la luz solar.
Ya sabemos que un pan viejo puede terminar en unas tostaditas para una entrada con salsas caseras o en crutones para una ensalada. Entre las sugerencias de Lucía está usar el tallo de la acelga que muchas veces termina en el tacho de la basura o pedir las remolachas con sus hojas, para después prepararlas en un revuelto o en una tortilla. “Todas esas hojas son supercomestibles, lo mismo las del coliflor o brócoli, están buenísimas y vienen dentro del precio que nosotros pagamos por un atado de lo que sea”. Incluso las cáscaras o los pedacitos de verduras que sobran pueden ir a una cacerola con agua para generar caldos sabrosos a usarse en otras comidas. “Para aprovechar más -dice Lucía- hay que buscarle la vuelta a todo”. Ese es el secreto.