Redacción El País
El dolor menstrual, conocido médicamente como dismenorrea, es un problema común que afecta a muchas mujeres en diversas etapas de su vida.
Aunque un 50% de las mujeres experimenta síntomas leves, hasta un 10% sufre dolores tan intensos que pueden interferir con su vida diaria. Según explica Eduardo Senante, farmacéutico en Zaragoza, estos dolores son causados por una liberación excesiva de prostaglandinas durante el ciclo menstrual, lo que provoca contracciones uterinas dolorosas.
Para aliviar estos síntomas, existen varios tratamientos recomendados. Juan Luna, coordinador de Obstetricia y Ginecología y director médico en el Hospital La Milagrosa de Madrid, menciona dos principales grupos de fármacos para el tratamiento de la dismenorrea: los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y los anticonceptivos orales.
Medicamentos recomendados
Entre los AINEs, el ibuprofeno se destaca como el tratamiento de primera elección para la dismenorrea primaria. Este medicamento bloquea la producción de prostaglandinas, aliviando eficazmente el dolor abdominal. También se pueden utilizar otros AINEs como el naproxeno, diclofenaco y ácido mefenámico. Para aquellos que prefieren evitar los antiinflamatorios, el paracetamol es una opción alternativa, aunque menos efectiva en el tratamiento de la inflamación.
Los anticonceptivos orales combinados, que contienen etinilestradiol y levonorgestrel o norestisterona, también han demostrado ser eficaces, aliviando el dolor en un 90% de las mujeres que los utilizan.
Dosificación y precauciones
La dosificación de estos medicamentos varía según la intensidad del dolor y la duración de la dismenorrea. Generalmente, se recomienda iniciar el tratamiento al primer indicio de síntomas. Para el ibuprofeno, la dosis habitual es de 400 mg cada 4-6 horas, sin exceder los 3 gramos diarios. En el caso del naproxeno, se recomienda una dosis de 660 mg de liberación modificada cada 24 horas.
Es crucial tener en cuenta los posibles efectos secundarios de los AINEs, que incluyen acidez y reflujo gástrico debido a la inhibición de una enzima protectora de la mucosa estomacal. También es aconsejable consultar a un médico antes de usar estos medicamentos si se padece de alguna enfermedad o se están tomando anticoagulantes.
Alternativas y consejos adicionales
Además de los tratamientos farmacológicos, existen métodos complementarios para reducir el dolor menstrual. El ejercicio físico, la acupuntura y la aplicación de calor local sobre la zona púbica han demostrado ser efectivos para aliviar los síntomas. También se sugiere el consumo de ácidos grasos Omega-3, que pueden disminuir la producción de prostaglandinas.
En cuanto a la dieta, alimentos ricos en magnesio y vitamina B1, como legumbres, espinacas, espárragos, frutos secos y cereales integrales, pueden ayudar a mitigar el dolor. Asimismo, algunas plantas como la salvia, las hojas de frambuesa, la artemisa y el jengibre poseen propiedades antiinflamatorias que podrían contribuir a la relajación muscular, aunque su eficacia aún no está respaldada por evidencia científica.
En resumen, encontrar el tratamiento adecuado para el dolor menstrual es esencial para mejorar la calidad de vida de las mujeres que sufren dismenorrea, combinando medicamentos y alternativas naturales para un alivio integral.
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