El Tiempo, GDA
La menstruación a menudo trae consigo una serie de incomodidades que pueden desalentar a muchas mujeres de mantenerse activas, sin embargo la actividad física puede ser beneficiosa.

Contrario a la creencia popular de que la menstruación y el ejercicio son incompatibles, existe un consenso entre expertos sobre los múltiples beneficios que la actividad física aporta al ciclo menstrual.

El ginecólogo Ivo Vlásica asegura que la clave está en adaptar la rutina de ejercicios teniendo en cuenta ciertas precauciones antes, durante y después de la actividad física, y siempre respetando los límites del propio cuerpo.

Claudia Misle, técnica de Smart Fit, destaca la importancia de evitar ejercicios de alto impacto que pueden intensificar los cólicos menstruales. En su lugar, recomienda actividades aeróbicas de bajo impacto pélvico como la natación, caminata, ciclismo, yoga y baile, que permiten mantener la actividad sin sobrecargar el cuerpo.

Para garantizar una experiencia de ejercicio positiva durante la menstruación, lo primero que sugieren los expertos es que se elija una ropa cómoda, preferentemente de algodón, que permita una adecuada oxigenación y protección.

La elección entre toallas higiénicas, tampones o copas menstruales dependerá del confort personal, y para algunas, el uso previo de antiinflamatorios puede ser beneficioso.

Durante el ejercicio, es crucial escuchar al cuerpo y mantenerse hidratada. Posteriormente, la higiene personal y una dieta balanceada rica en proteínas, frutas, vegetales y antioxidantes son imprescindibles para recuperarse adecuadamente.

En cuanto a la rutina de ejercicios, Misle propone comenzar con un calentamiento que active articulaciones y músculos, seguido de una caminata y un entrenamiento de fuerza ligero, finalizando con estiramientos suaves para relajar la musculatura y mejorar la circulación.

Este enfoque no solo contribuye a mantener la actividad física durante la menstruación, sino que también favorece la liberación de endorfinas, reduciendo el dolor y la inflamación.

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Cara King, ginecóloga y obstetra de Cleveland Clinic, subraya la importancia de adaptar la actividad física a las distintas etapas del ciclo menstrual, que incluyen la fase de menstruación, folicular, ovulación y lútea.

Cada etapa presenta necesidades específicas y, por tanto, ciertos tipos de ejercicios pueden ser más beneficiosos que otros.

Por ejemplo, durante la fase folicular, se recomiendan actividades que incrementen la energía y motivación, mientras que en la ovulación se pueden intensificar los ejercicios debido al pico energético.

Finalmente, en la fase lútea, se sugiere optar por ejercicios más ligeros como el yoga o estiramientos para mantener la actividad física de manera equilibrada y confortable.

Este enfoque integral hacia el ejercicio durante la menstruación, respaldado por expertos en ginecología y fitness, no solo desmiente mitos comunes, sino que también proporciona una guía valiosa para mujeres que buscan mantenerse activas sin comprometer su bienestar durante este período.