La mezcla casera con bicarbonato que limpia sofás y alfombras sin mojar ni arruinar las telas

Una fórmula que combina agua tibia, jabón y bicarbonato de sodio se volvió tendencia por su eficacia y bajo costo. Especialistas recomiendan aplicarla con cuidado, sin empapar los tapizados.

Limpieza de un sillón
Limpieza de un sillón
Foto: Freepik

Redacción El País
En redes sociales, un sencillo truco casero para limpiar sofás y alfombras está ganando terreno entre los fanáticos del orden y la limpieza. Se trata de una mezcla que combina productos económicos y fáciles de conseguir, capaz de devolverle el brillo a los tapizados sin recurrir a equipos profesionales ni productos abrasivos.

La receta se hizo popular a través del canal de YouTube @simplefast1, dedicado a compartir consejos prácticos para el hogar. Según explica su autora, alcanza con tres ingredientes básicos: medio litro de agua tibia, una cucharada de bicarbonato de sodio y una cucharada de jabón para platos.

El método es simple: se mezclan los componentes, se humedece una toalla de microfibra y se envuelve alrededor de una tapa de olla o sartén. De esta forma, la tela se desliza con facilidad sobre el tapizado, distribuyendo la mezcla sin frotar en exceso ni dañar las fibras. El truco está en dejar la toalla apenas húmeda, para evitar que el sofá quede mojado o con olor a humedad.

Qué tener en cuenta antes de limpiar

Antes de aplicar cualquier solución, los expertos aconsejan aspirar bien el mueble y probar la mezcla en una zona poco visible. El exceso de agua es uno de los errores más frecuentes: puede generar manchas, deformar las telas o favorecer la aparición de moho.

Cepillo para limpiar el sillón
Cepillo para limpiar el sillón
Foto: Freepik

La especialista Mary Marlowe Leverette, colaboradora del portal The Spruce, señala que las fórmulas caseras con vinagre, bicarbonato o jabón funcionan bien, siempre y cuando se adapten al tipo de material. “Crear un limpiador casero es una forma económica de mantener los muebles, pero hay que conocer la tela y aplicar el producto correctamente”, advierte.

Las mezclas acuosas —como la que lleva agua tibia, jabón y bicarbonato— resultan adecuadas para tapizados con etiquetas “W” o “W-S”, que admiten limpiadores líquidos. En cambio, los tejidos marcados con “S” o “X” solo deben tratarse con solventes o limpieza en seco.

Alternativas para cuero y cuerina

Los sillones de cuero o cuerina requieren un tratamiento distinto. En esos casos, se puede combinar medio vaso de vinagre blanco con un cuarto de taza de aceite de oliva. El vinagre ayuda a eliminar la suciedad, mientras que el aceite nutre y mantiene el brillo del material. Se aplica con un paño de microfibra, se deja actuar unos minutos y luego se pule con otro paño seco para evitar residuos.

Eso sí, no debe usarse esta mezcla sobre cuero tipo gamuza, ya que puede dejar manchas permanentes.

Mujer ordenando los almohadones del sillón
Mujer ordenando los almohadones del sillón
Foto: Freepik

Limpieza segura y mantenimiento

Si las manchas persisten tras el primer intento, lo recomendable es acudir a un servicio profesional de limpieza de tapizados. Además, conviene mantener buena ventilación durante el proceso y evitar el uso de productos con alcohol o solventes cerca de fuentes de calor.

Una limpieza regular y prudente, sin abusar del agua, ayuda a mantener los tapizados como nuevos y prolongar su vida útil. En definitiva, un poco de bicarbonato, jabón y paciencia pueden hacer más por el sofá de lo que parece.

En base a La Nación/GDA

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