Cómo hacer una limpieza profunda de primavera y renovar tu hogar con orden, frescura y organización

Con planificación y constancia, la limpieza de primavera permite deshacerse de lo innecesario, ventilar los espacios y preparar cada ambiente para recibir la nueva estación con energía renovada.

Limpiar ventanas
Mujer limpia ventanas.
Foto: Freepik.

Redacción El País
La llegada de la primavera es el momento ideal para abrir las ventanas, dejar entrar el aire fresco y renovar el hogar.

Una limpieza profunda no solo elimina polvo y objetos innecesarios, sino que también genera bienestar físico y emocional.

Muchos consideran esta tarea como un ritual de renovación: al ordenar y limpiar, también se despeja la mente y se crea un ambiente más armónico para toda la familia.

Limpiar mueble
Mujer limpia mueble de madera.
Foto: Freepik.

Con planificación, organización y constancia, es posible disfrutar de un hogar fresco y ordenado durante la temporada.

Planificar la limpieza

Antes de comenzar, conviene hacer una lista de las áreas a abarcar —cocina, dormitorios, armarios o garaje— y establecer un cronograma realista.

Es importante contar con bolsas de basura, cajas para donar, guantes, trapos de microfibra y un buen limpiador multiuso. Una estrategia eficaz es dividir el trabajo en bloques de tiempo, alternando limpieza y descansos para evitar el agotamiento.

Empezar por el desorden

El primer paso es despejar los ambientes. Se recomienda clasificar los objetos en tres categorías: guardar lo que se usa, donar o reciclar lo que esté en buen estado y descartar lo roto o vencido.

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Un consejo práctico es aplicar la “regla del año”: si algo no se utilizó en los últimos 12 meses, probablemente no sea necesario.

Limpieza profunda de superficies

Con los espacios despejados, llega el turno de aspirar o barrer cada rincón, incluyendo detrás de los muebles. No deben olvidarse interruptores, manijas. También se aconseja lavar ventanas y espejos para dejar entrar más luz natural, siempre ventilando bien mientras se limpia.

Habitación por habitación

Cocina: vaciar alacenas, limpiar estantes y revisar fechas de vencimiento. Lavar electrodomésticos por dentro y por fuera, prestando atención a horno y heladera.

Dormitorios: cambiar o lavar cortinas, aspirar colchones y girar los reversibles. Ordenar armarios separando ropa por temporada y donar lo que ya no se usa.

Living: sacudir sillones, alfombras y limpiar muebles. Revisar cables y dispositivos electrónicos.

Baño: desinfectar superficies, grifería y azulejos, además de lavar o reemplazar cortinas de baño. Aprovechar para descartar productos vencidos y organizar cajones y estantes.

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Foto: Commons.

Espacios exteriores: barrer balcones, terrazas o jardines, limpiar muebles y renovar macetas o plantas.

Organización inteligente

La limpieza de primavera es una oportunidad para mejorar la organización: usar cajas transparentes o etiquetadas, instalar estantes flotantes, aprovechar organizadores de cajones y aplicar la regla “uno entra, uno sale”. Una casa organizada ahorra tiempo y reduce el estrés diario.

Tras la limpieza, pequeños cambios decorativos pueden transformar los espacios sin gastar demasiado. Cambiar la disposición de los muebles, sumar plantas de interior, agregar cojines de colores vivos o colgar cuadros nuevos aporta frescura y vitalidad al hogar.

En base a La Nación/GDA

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