El cuidado de la salud ocular se vuelve especialmente importante a partir de los 40 años, etapa en la que muchas personas comienzan a experimentar problemas de visión cercana. Según el oftalmólogo Gonzalo Bernabéu, uno de los errores más comunes es no utilizar la corrección visual adecuada, lo que podría contribuir a la aparición frecuente de orzuelos.
En su publicación de TikTok, Bernabéu describe una situación habitual en la consulta oftalmológica: pacientes de entre 40 y 50 años que presentan orzuelos recurrentes y que suelen tratar el problema solo con colirios, pomadas o masajes. Si bien estas medidas pueden aliviar los síntomas, el especialista subraya que es fundamental identificar la causa subyacente para evitar recurrencias.
El orzuelo es una inflamación localizada, generalmente dolorosa, que afecta a las glándulas de los párpados. Aunque comúnmente se asocia a infecciones bacterianas, en muchos casos la causa está relacionada con factores estructurales o funcionales de los ojos.
Bernabéu indica que en gran parte de los pacientes de mediana edad estos quistes aparecen debido a una obstrucción de las glándulas de Meibomio, cuya función es mantener la lubricación ocular.
Sin embargo, otra causa frecuente que a menudo pasa desapercibida es la hipermetropía oculta, una condición en la que el ojo necesita hacer un esfuerzo adicional para enfocar los objetos cercanos. Este sobreesfuerzo visual, según el especialista, es común entre los 40 y 50 años, un periodo en el que muchas personas comienzan a notar los primeros signos de presbicia o vista cansada.
Esta situación se ve agravada por el uso prolongado de dispositivos electrónicos, como teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras, que exige un esfuerzo constante de enfoque y puede aumentar la fricción en los bordes de los párpados.
Por ello, el oftalmólogo recomienda que los pacientes se sometan a una revisión visual completa que incluya pruebas con y sin dilatación pupilar. Esto permite detectar de forma precisa las necesidades refractivas, en especial las relacionadas con la visión cercana. También sugiere prestar atención a otros síntomas asociados como sequedad ocular, fatiga visual, lagrimeo excesivo o dificultad para enfocar.
Un diagnóstico preciso y el uso de lentes adecuados pueden marcar la diferencia en la salud ocular de las personas a partir de los 40 años. Seguir buenas prácticas de higiene y adoptar medidas preventivas permite mantener la salud y evitar afecciones molestas que afectan la calidad de vida.
Elim Johana Alonso Dorado, El Tiempo/GDA