Redacción El País
El café forma parte de la rutina de millones de personas. En Uruguay el mate le hace una fuerte competencia al café, pero la bebida negra es tanto parte del paisaje oriental como la que se toma con yerba. Para muchos, resulta imposible atravesar el día sin el impulso que brinda la cafeína. Pero ¿qué ocurre exactamente en el organismo cuando tomamos café?
Primeros 10 minutos; primeras chispas estimulantes
El café empieza a hacer efecto a los 10 minutos, cuando la cafeína se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo a través del sistema digestivo. Aunque una pequeña parte se absorbe en la boca y el estómago, la mayor absorción ocurre en el intestino delgado, lo que desencadena la sensación de energía que los consumidores buscan.
Sin embargo, este “impulso” es, en parte, un engaño: la cafeína no aporta energía real, sino que bloquea temporalmente los receptores de adenosina, la sustancia que provoca sueño y cansancio.
Como su estructura química es similar, la cafeína ocupa esos receptores y evita que la adenosina actúe, generando un estado de mayor alerta.
A los 20–30 minutos: el corazón acelera
Entre 20 y 30 minutos después de tomar unos sorbos, la cafeína provoca un aumento de la presión arterial al causar vasoconstricción, lo que eleva la frecuencia cardíaca. Aunque es un efecto temporal, este fenómeno es una de las razones por las se recomienda no tomar más de cuatro tazas de café por día.
45 minutos: máximo pico de estimulación
Los efectos de la cafeína alcanzan su pico a los 45 minutos. En este punto se experimenta la máxima sensación de energía, mayor concentración y un estado de alerta más intenso.
Después de 60 minutos: efecto diurético y digestivo
Una hora después aparece un efecto menos deseado: la acción diurética del café.
Esto ocurre porque la cafeína inhibe la hormona antidiurética (ADH), lo que reduce la reabsorción de agua en los riñones y aumenta las ganas de orinar. Además, la cafeína estimula las contracciones del colon, motivo por el cual muchas personas sienten necesidad de evacuar poco después de tomar café.
A los 90 minutos y más: aterrizaje
La velocidad con la que el cuerpo metaboliza la cafeína varía entre personas. Pero, para la mayoría, los efectos estimulantes del café se desvanecen entre 1 y 2 horas después.
Aunque la cafeína puede permanecer hasta 12 horas en el organismo, el cansancio vuelve porque la adenosina recupera sus receptores y retoma su acción natural: inducir la fatiga y disminuir la concentración.
En base a O Globo - GDA
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