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¿Café puro o con leche? Sepa cuáles son los beneficios para la salud de cada una de las versiones

Un estudio citado por la Universidad de Harvard encontró que tomar alrededor de cuatro tazas de café al día disminuye un 20% las chances de padecer un accidente cerebrovascular a diferencia de los no tomadores.

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Tomar café
Café de máquina.
Foto de John Schnobrich en Unsplash

La Nación / GDA
Levantarse cada mañana y tomar un rico café recién preparado, que además aromatiza el ambiente y hace del madrugón un placer. O quizá cortar la tarde con una taza de esta bebida, que además ayuda a mantenerse despierto cuando el día avanza y el cansancio apremia. O cuando queremos hablar con alguien de un tema serio, la frase suele ser: "¿Nos tomamos un café y lo hablamos?". El hábito de beber café es una de las prácticas más comunes y extendidas en la mayoría de culturas del mundo. Cualquiera sea el motivo elegido, nunca es un mal momento para frenar y gozar de unos sorbos de esta bebida con propiedades beneficiosas para la salud. Aunque el gran interrogante es: ¿cuál es la mejor manera de tomarlo? ¿Puro o con leche?

Después de innumerables debates y discusiones sobre las virtudes del café, la Universidad de Harvard emitió un comunicado elogiando la bebida y considerándola, junto con el té, una de las bebidas más saludables para beber después del agua. Según explican, hay evidencia de que el consumo de café no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares o crónicas, como se creía, gracias a la presencia de antioxidantes y flavonoides, compuestos naturales necesarios para combatir los radicales libres, proteger la salud del corazón y fortalecer el sistema inmunitario.

El portal especializado en salud, Healthline, destaca que el café es una bebida muy apreciada y conocida por su capacidad para afinar la concentración y aumentar los niveles de energía y subraya que son muchos los que dependen de una taza diaria “para arrancar el día con el pie derecho”.

Los beneficios del café en la salud

Según explica Paula Amiano, licenciada en Nutrición, docente y miembro del Espacio PsicoSol, el café posee cafeína, una sustancia que pertenece a la familia de las xantinas, sólido cristalino, blanco y de sabor amargo que estimulan el sistema nervioso central y que “en exceso podrían causar cierto acostumbramiento o dependencia”.

La nutricionista considera que este efecto estimulante podría ser útil a la hora de “despertarnos o en los momentos en que se necesita estar alerta”. También agrega que a los deportistas, sobre todo a los de alto rendimiento, se les suele indicar suplementarse con cafeína, un método avalado por la ciencia para combatir la fatiga o para darse un impulso final cuando están terminando una maratón.

Desde Healthline mencionan que diversas investigaciones sugieren que beber café podría reducir las probabilidades de desarrollar diabetes. Esta relación, estiman, tiene que ver con la capacidad que tiene esta bebida, siempre y cuando sea en estado puro, para preservar la función de las células beta del páncreas, responsables de producir insulina, necesaria para regular el nivel de azúcar en sangre. Incluso, “una revisión de 30 estudios encontró que cada taza de café que las personas consumían por día, estaba relacionada con un 6% menos de riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2″, menciona un informe del portal en cuestión.

Otro beneficio demostrado del café es que fomenta la longevidad, precisa Conrado Estol, director del Instituto Breyna y de la Unidad de Accidentes Cardiovasculares del Sanatorio Güemes. “Es fuente de polifenoles, sustancias antioxidantes y antiinflamatorias cuya función principal es proteger las células del cuerpo del estrés oxidativo, el consecuente desarrollo de enfermedades y el riesgo de muerte prematura”, cuenta.

persona toma café con leche
Un hombre toma una taza de café con leche.
Foto de Priscilla Du Preez 🇨🇦 en Unsplash

“También se han encontrado beneficios cardiovasculares”, dice Ramiro Heredia, médico especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín (M.N. 117882). Y continúa: “Hace algunos años, un trabajo británico que estudió a casi 500.000 personas enroladas en el Biobanco del Reino Unido, encontró que el consumo de entre dos y tres tazas en los adultos de edad media, tenía beneficios cardiovasculares”.

Un estudio citado por la Universidad de Harvard encontró que tomar alrededor de cuatro tazas de café al día disminuye un 20% las chances de padecer un accidente cerebrovascular a diferencia de los no tomadores. El análisis fue realizado a un grupo de 83.076 mujeres. Sumado a ello, desde esa casa de estudios también dejan en evidencia otra investigación en la que se descubrió que el consumo moderado de café -tres tazas por día- reducía un 21% el riesgo de muerte por patologías cardiovasculares en relación a los que no consumían esta infusión. Para el análisis se tomaron 21 estudios ya existentes realizados tanto a hombres como mujeres.

Café, ¿con o sin leche?

Frente a la disyuntiva de tomar el café solo o con leche, las dos modalidades tienen sus pros y sus contras. Según Heredia cuando se lo consume en estado puro, no aporta calorías y Amiano suma que tiene mayor poder estimulante dado que la cafeína “está más concentrada”. En estos casos, advierten que la recomendación estipulada es beber de 300 a 400 miligramos diarios o el equivalente a entre tres a cinco tazas. Para Estol, el café tiene “curva de efecto: “menos de dos tazas no incide mucho y más de cinco puede ser perjudicial”. De todas maneras advierte que depende del tamaño de la taza.

Amiano no aconseja el consumo de café negro a personas hipertensas dado que “estimula el sistema nervioso y aumenta la frecuencia cardíaca”. Tampoco recomienda tomar el café puro a quienes son sensibles a la cafeína: “Están los que toman café y les tiemblan las manos, sudan y tienen taquicardia”, revela la especialista. Otro de los grupos poblacionales que deben restringir la ingesta del café en su estado original son, según la nutricionista, las mujeres embarazadas o en período de lactancia, los niños menores de edad, las personas que padecen insomnio y trastornos de ansiedad.

En estos casos y exceptuando a los niños, la nutricionista menciona que lo conveniente es combinarlo con leche porque “apacigua el efecto de la cafeína”. Pero además, otro beneficio de sumar este lácteo es que “aporta calcio”, precisa Amiano. Mineral que fortalece el sistema óseo y potencia el funcionamiento de los músculos, los nervios y la circulación sanguínea. Desde la National Institutes of Health informan que un adulto sano tendría que incorporar de forma diaria un gramo de calcio. Sin embargo, también hay que resaltar que “la desventaja de combinar café con leche es que las xantinas disminuyen la absorción del calcio”, señala Amiano.

En consonancia con Amiano, Heredia cuenta que a principios de 2023 se dio a conocer una investigación danesa en la que se reveló que los polifenoles presentes en el café, al combinarse con los aminoácidos de proteínas presentes en la leche, “formaban compuestos con potente efecto antiinflamatorio”.

En relación a los mejores momentos del día para tomarlo, hay algunos datos encubiertos. Si bien el café, al igual que el té, son bebidas energizantes, contienen taninos, sustancias que inhiben la absorción de ciertos nutrientes como el calcio y el hierro. Entonces la recomendación de los especialistas es esperar al menos entre 40 minutos y una hora desde que se almorzó hasta tomarlo.

Desde Harvard alientan a las personas a evitar agregar azúcar, crema batida y diferentes saborizantes al café dado que son fuente de calorías y grasas saturadas y podrían contrarrestar cualquier beneficio para la salud que se encuentre en el café negro. Por su parte, Amiano resalta que hoy en el mercado existe una gran variedad de cafés y muchos de ellos tienen azúcar. “Siempre es preferible optar por un café orgánico donde podamos demostrar su pureza”, concluye la nutricionista.

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