Un hombre podría ser diagnosticado con eyaculación precoz cuando no logra mantener el control eyaculatorio durante más de tres minutos después de la penetración. La preocupación no debe ser inmediata si se trata de una situación ocasional: muchos de estos episodios están asociados al estrés, el agotamiento o alteraciones emocionales externas a la relación sexual.
Sin embargo, cuando el problema es persistente o se presenta desde las primeras experiencias sexuales, es aconsejable consultar a profesionales de la salud como urólogos o clínicos generales para descartar otras condiciones médicas.
La eyaculación precoz no solo tiene consecuencias físicas. También puede generar inseguridad, afectar la autoestima y derivar en conflictos sentimentales. Es por ello que identificar si el origen es psicológico o físico es esencial para abordar el problema con eficacia.
La clave está en acudir al especialista adecuado y seguir un tratamiento que, dependiendo del diagnóstico, podría combinar terapia psicológica, medicamentos o técnicas físicas que ayudan a controlar el reflejo eyaculatorio. Todo esto apunta a mejorar la experiencia sexual tanto del hombre como de su pareja.
El tiempo promedio del coito está entre los tres y siete minutos, y no hay una cifra mágica que defina una relación sexual satisfactoria. "No debemos tomar estos tiempos como si fueran reglas del sexo, sino explorar y encontrar nuestro propio estilo erótico", señala el doctor Héctor Corredor, médico cirujano y urólogo del Boston Medical. La visión centrada únicamente en el tiempo puede llevar a presiones innecesarias y a frustraciones dentro de la relación de pareja.
Ejercicios para tratar la eyaculación precoz
Un artículo del Instituto de Medicina EGR de Madrid, España, recomienda implementar las siguientes técnicas:
- Ejercicios Kegel para hombres. Se consideran una de las herramientas más eficaces. Están dirigidos a fortalecer el músculo pubococcígeo (PC), responsable de las contracciones durante el orgasmo. Contraer por 5 segundos y relajar por 5 segundos. Repetir de 10 a 15 veces, tres veces al día. Puede realizarse en cualquier postura: de pie, acostado o sentado.
- Técnica de 'parar y continuar'. Durante la estimulación, cuando el hombre sienta que se acerca el clímax, debe detenerse antes de cruzar el punto de no retorno. Esperar unos 30 segundos. Respirar profundamente y continuar. Sirve para entrenar el autocontrol y detectar señales del propio cuerpo.
- Presión en la base del pene. Ante un nivel alto de excitación, ejercer una presión con los dedos en la base del pene puede bloquear momentáneamente el reflejo eyaculatorio.
- Control de la respiración y relajación. La ansiedad es uno de los principales detonantes de la eyaculación precoz. Practicar la respiración profunda ayuda a mantener la calma. Reduce la tensión física y mejora el rendimiento sexual.
Además de los ejercicios, los profesionales de la salud subrayan la importancia de una adecuada educación emocional y sexual, ya que la mente juega un papel igual de relevante que el cuerpo al momento de mantener una vida íntima satisfactoria.
Camila Paola Sánchez Fajardo, El Tiempo/GDA