El contorno de ojos es uno de los pasos más importantes en una rutina de cuidado facial, especialmente porque esta zona tiene la piel más delicada del rostro.
Aplicarlo de forma adecuada puede marcar la diferencia para tener una mirada fresca y radiante.
Si querés sacarle el máximo provecho a tu producto, debés seguir esta guía paso a paso:
1. Lavate las manos. Antes de aplicar cualquier producto en el área del contorno de los ojos, asegurate de tener las manos limpias.
2. Aplicá una pequeña cantidad. Usa una cantidad mínima de producto; no es necesario aplicar mucho porque el área es delicada y puede saturarse de producto.
3. Usá el dedo anular. Este dedo es el más débil y suave, lo que reduce la presión sobre la piel delicada alrededor de los ojos. Colocá una pequeña cantidad de crema o gel en su yema.
4. Aplicá con suaves toquecitos. En lugar de frotar, realizá suaves toquecitos desde la parte inferior de los ojos (donde se forman las ojeras) hacia las sienes, sin llegar a la línea de las pestañas. También podés aplicar un poco en el área superior de los ojos, justo debajo de las cejas.
5. Evitá el área de las pestañas. No apliques el producto directamente sobre las pestañas o el lagrimal, ya que esto puede irritarte o hacer que el producto se deslice hacia el interior de los ojos.
6. Masaje suave. Si lo preferís, podés hacer un pequeño masaje circular para mejorar la circulación, pero siempre con suavidad.
7. Deja absorber. Permití que el producto se absorba completamente antes de aplicar cualquier otro cosmético, como por ejemplo el maquillaje.
Recordá que es fundamental ser delicado con la zona del contorno de los ojos, ya que la piel es mucho más fina y sensible que en otras partes del rostro.
Método
El contorno de ojos debe aplicarse después de la limpieza facial y el tónico, pero antes de utilizar cremas hidratantes o tratamientos más densos.
Este es el orden recomendado para integrarlo en tu rutina de cuidado de la piel:
1. Limpieza. Lavá tu rostro con un limpiador adecuado para eliminar impurezas, exceso de grasa y residuos.
2. Tónico. Si lo usas, aplicalo tras la limpieza para equilibrar el pH de tu piel y prepararla para los siguientes pasos.
3. Contorno de ojos. Aplicá una pequeña cantidad de producto con la yema del dedo anular, dando toques suaves en la zona del contorno. Esto permite que el producto se absorba adecuadamente antes de seguir con la rutina.
4. Suero o tratamiento facial. Si usas un sérum o tratamiento específico, aplicalo después del contorno de ojos. Estos productos suelen tener una textura ligera, ideal para aplicarse antes de cremas más pesadas.
5. Crema hidratante. Una vez que el contorno de ojos se haya absorbido, aplicá tu crema hidratante en el rostro, evitando la zona del contorno para no sobrecargarla.
6. Protector solar. Si es tu rutina de día, finalizá con protector solar para proteger la piel de los efectos dañinos del sol.
Este debés aplicarlo cada mañana sin prejuicio de la época del año que trasites. Recordá usar un factor solar de 30 FPS o superior, en cantidades adecuadas, y reaplicarlo tantas veces como sea necesario. El uso correcto de este producto ayuda a evitar el envejecimiento prematuro de nuestra piel.
El contorno de ojos es un aliado esencial para mantener una mirada luminosa y joven, pero su efectividad depende tanto de la correcta aplicación como de la elección del producto adecuado.
Dado que cada tipo de piel tiene necesidades particulares, especialmente en una zona tan sensible, es fundamental no guiarse únicamente por modas o recomendaciones genéricas.
Consultar con una cosmetóloga médica antes de adquirir un contorno de ojos garantiza una elección personalizada, segura y verdaderamente efectiva, permitiendo que el cuidado de esta delicada área sea realmente beneficioso a largo plazo.