Alergias, alimentación y piojos: expertos responden las principales dudas de madres y padres

Abordar los problemas de salud infantil con información confiable es clave para reducir la ansiedad, evitar errores comunes y criar con conocimiento.

Niño con alergia
Niño con alergia.
Foto: Freepik.

Redacción El País
En tiempos de sobreinformación, las dudas de madres y padres sobre la salud y el comportamiento infantil se multiplican. En respuesta a esa necesidad, la pediatra Aranzazu Gallego y el enfermero César Jiménez, especializado en pediatría, abordaron algunos de los mitos más comunes que circulan en torno a la crianza, las alergias y la salud escolar.

Las reacciones alérgicas se encuentran entre las principales preocupaciones de los padres. Aunque en muchos casos comienzan con síntomas leves, su repetición o persistencia puede indicar un cuadro que requiere evaluación médica. Erupciones en la piel, congestión nasal constante, picazón ocular, tos recurrente o molestias digestivas después de comer determinados alimentos, merecen atención.

En estos casos, los especialistas insisten en evitar la automedicación y consultar a un profesional antes de administrar cualquier tratamiento o cambiar la dieta por cuenta propia.

Menos ultraprocesados, más alimentos reales

La alimentación es otro eje central en la salud pediátrica. Los expertos advierten sobre el consumo excesivo de productos ultraprocesados, especialmente entre los más pequeños. Yogures con azúcar, jugos industriales, bollería, cereales comerciales y snacks son parte del repertorio habitual en muchas loncheras, pero su consumo sostenido puede alterar la microbiota intestinal y, a largo plazo, incrementar el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

Además del impacto físico, una dieta rica en azúcares y aditivos puede afectar el bienestar emocional, aumentando la probabilidad de cuadros de ansiedad o depresión en etapas posteriores.

Para reducir estos riesgos, se recomienda reemplazar los ultraprocesados por alimentos simples y naturales: pan integral con aceite de oliva, frutas frescas, hummus o yogur natural sin azúcar. El objetivo no es sustituir el azúcar con edulcorantes, sino reeducar el paladar infantil para que deje de depender del sabor dulce. En cuanto a las bebidas, el agua debería ser la opción habitual y cualquier otra, una excepción ocasional.

Niños comida juego
Niños jugando a cocinar comida saludable.
Foto: Freepik.

Piojos y lombrices: desmontando prejuicios

Otro tema frecuente en las consultas pediátricas es la presencia de piojos o lombrices, situaciones que siguen rodeadas de mitos y vergüenza. Muchos padres todavía asocian estos problemas con una falta de higiene o descuido, cuando en realidad son afecciones comunes en la infancia y no tienen relación con la limpieza o el estatus social.

Contrario a lo que se cree, los piojos no saltan ni vuelan. Se transmiten únicamente por contacto directo entre cabezas, algo inevitable en el entorno escolar o durante el juego. En cuanto a las lombrices, su contagio ocurre por vía fecal-oral, es decir, al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca.

También es falso que los piojos prefieran el cabello sucio o que sea necesario cortar el pelo para eliminarlos. Estos parásitos, de hecho, pueden adherirse más fácilmente al cabello limpio. Tampoco existe evidencia de que productos naturales como el vinagre o el aceite de árbol de té sean efectivos. El único repelente con respaldo científico es el octanediol, y se recomienda repetir su aplicación una semana después del primer tratamiento para asegurar la eliminación total.

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Familia, padres e hijos.
Foto: Freepik.

Cuidar sin miedo

Abordar los problemas de salud infantil con información confiable es clave para reducir la ansiedad y evitar errores comunes. Tanto las alergias como los parásitos o los malos hábitos alimentarios son desafíos frecuentes en la niñez, y su manejo adecuado comienza con la observación atenta, la prevención y el acompañamiento profesional.

Criar con conocimiento —y sin estigmas— es el primer paso para construir una infancia más saludable y tranquila, tanto para los niños como para sus familias.

En base a El Tiempo/GDA

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