Redacción El País
El desayuno marca el inicio de nuestras actividades diarias y lo que comemos en esta primera comida puede influir directamente en cómo nos sentimos el resto del día. De acuerdo con la nutricionista Blanca García, es fundamental optar por alimentos ricos en nutrientes y evitar los productos azucarados, ya que estos pueden afectar negativamente nuestros niveles de energía.
El consumo de azúcar en la mañana puede alterar el metabolismo de la glucosa, provocando cansancio, dificultad para concentrarse y una mayor sensación de hambre en pocas horas, advierte García. Además, señala que muchas personas no son conscientes de los efectos que un desayuno dulce puede tener en su bienestar general.
Uno de los principales riesgos de ingerir alimentos altos en azúcar a primera hora es que aumentan la probabilidad de experimentar ansiedad o antojos más adelante, especialmente en la tarde o al final del día. Esto se debe a los picos y caídas de glucosa que afectan al cuerpo durante toda la jornada.
Para evitar estos efectos, García recomienda comenzar el día con opciones más equilibradas, que incluyan proteínas, grasas saludables y fibra. Entre sus propuestas están:
- Tostadas integrales con palta y queso cottage, una combinación saciante y nutritiva, ideal para mantener estables los niveles de energía.
- Tostadas con salmón y queso, una alternativa rica en ácidos grasos omega-3, beneficiosos para el cerebro y el corazón.
- Huevos revueltos con jamón y tomate, una opción completa que aporta proteínas, vitaminas y grasas buenas.
- Yogur natural con proteína en polvo, práctico y rápido, además de favorecer el equilibrio de la microbiota intestinal.
Según García, elegir bien qué comer al despertar no solo ayuda a sentirse mejor durante el día, sino que también puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como la obesidad o la diabetes.
En base a información de El Tiempo/GDA