La espirulina es un tipo de microalga que se caracteriza por tener un color que tiñe cualquier preparación. Es considerada como una alternativa al huevo por sus propiedades nutricionales y emulsificantes. De acuerdo con la Academia Española de Nutrición y Dietética, esta cianobacteria aporta vitaminas, minerales y antioxidantes, lo que reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
La organización también señala que el alga verde azulada es conocida por muchas personas por su eficiente ayuda para adelgazar, combatir la fatiga, mejorar la salud de los ojos y aportar un bajo nivel calórico.
“La espirulina fresca mantiene mejor sus propiedades y no presenta esas notas tostadas que le dan sabor a tierra, como ocurre con las versiones en polvo o pastillas”, destacó Helena Martín, investigadora del CETT-UB, en España. Otra de las formas más comunes para ingerirla es untándola en otros productos o incorporándola en el yogurt.
En cuanto a la cantidad recomendada, Martín indica que solo se necesitan entre tres y seis gramos al día, pero que, si se convierte en un elemento recurrente dentro de la dieta, el cuerpo elimina lo que no necesita.
A pesar de que en términos generales la microalga es segura, lo mejor siempre es consultar con un profesional de la salud, especialmente si la persona está en estado de gestación o lactancia.
Stephany Guzmán Ayala, El Tiempo/GDA