Por qué no deberías quitar los hilos blancos pegados a la pulpa de los cítricos: una capa llena de beneficios

Frutas como la naranja, la mandarina, el limón, la lima y el pomelo tienen esta capa blanca llamada albedo que muchos evitan comer, pero, en realidad, mejora la salud.

Compartir esta noticia
Gajos de mandarina y pomelo
Gajos de mandarina y pomelo.
Foto: Freepik.

Aunque la mayoría de las personas opta por separar los hilos blancos que recubren los gajos de frutas como la naranja, la mandarina, el limón, la lima y el pomelo —llamado 'albedo'—, la ciencia dice que podría ser bueno incorporarlos en la dieta por los beneficios que tienen en la salud digestiva.

“Culturalmente, el albedo suele descartarse por su sabor amargo y textura fibrosa y seca”, dice la nutricionista Milagros Sympson. Y su colega Sol Candotti agrega: “Pero, a diferencia de la pulpa —que concentra principalmente agua, azúcares y ácidos orgánicos—, el albedo contiene una alta proporción de fibra dietética y compuestos bioactivos buenos para el organismo”.

Entre los nutrientes principales del albedo, las especialistas destacan fibra soluble (especialmente la pectina), flavonoides (naringenina y hesperidina), vitamina C, carotenoides, polifenoles y compuestos fenólicos antioxidantes y, en menor cantidad, trepenos y minerales como calcio, potasio y magnesio.

Cítricos
Frutas cítricas.
Foto: Freepik.

“Estudios demostraron que el consumo de albedo contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL, mejorar la digestión, regular la glucemia y reducir la inflamación sistémica", afirma Candotti. Estos son los principales beneficios de consumir el albedo de los cítricos:

  1. Mejora la salud intestinal. A nivel digestivo, la fibra del albedo mejora el tránsito intestinal, reduce el estreñimiento y modula la microbiota intestinal, sostiene Candotti. Además, favorece la sensación de saciedad y ralentiza la asborción de azúcares, lo que lo convierte en un aliado para la prevención del síndrome metabólico, agrega.
  2. Propiedades antioxidantes. Los flavonoides presentes en el albedo -como la naringina y la hesperidina- actúan como potentes antioxidantes, combatiendo el estrés oxidativo y reduciendo el daño celular, señalan las especialistas consultadas. “La hesperidina, especialmente, tiene propiedades antiinflamatorias y mejora la elasticidad y circulación de los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de hipertensión y aterosclerosis”, detalla Sympson.
  3. Regulación de la glucosa. Otro rol de la fibra soluble es la ralentización de la absorción de azúcares, ayudando a estabilizar los niveles de glucosa en sangre. “La hesperidina y la naringenina, además, mejoran la sensibilidad a la insulina, disminuyen la producción hepática de glucosa y favorecen el perfil lipídico“, agrega Candotti.
  4. Reducción del colesterol. La pectina puede unirse a los ácidos biliares en el intestino, reduciendo los niveles de colesterol LDL (“malo”). Esto se combina y potencia con el efecto de los flavonoides en la inhibición de la oxidación del colesterol LDL, un factor clave en la formación de placas arteriales, dice Sympson.

Sol Valls, La Nación/GDA

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

alimentación saludable

Te puede interesar