Publicidad

Nutrición en días de estar en cama: qué debemos comer y beber frente a un resfrío o gripe

Una buena alimentación contribuye a un sistema inmunitario más fuerte que, si bien no evita contagios, permite aliviar los síntomas.

Compartir esta noticia
Sopas.

El otoño no solo se acompaña de la caída de las hojas de los árboles o los primeros fríos. Llega con más tiempo en espacios cerrados, cambios bruscos de temperatura —como los del último fin de semana— y la aparición de los primeros resfríos y gripes de la temporada.

El resfriado común es causado por diferentes virus, los rinovirus son los más comunes. Sus síntomas aparecen progresivamente y se caracteriza por estornudos, congestión y secreción nasal, dolor de garganta.

La gripe es causada por el virus de la influenza, se acompaña de dolor de cabeza y muscular intenso, fiebre alta, fatiga extrema y tos seca. Es más grave que el resfriado y existen campañas de vacunación año tras año para prevenirla.

Sopa de verduras
Sopa de verduras
Foto: Pixabay

Una buena alimentación siempre contribuye a un sistema inmunitario más fuerte que, si bien no evita contagios, permite aliviar los síntomas una vez que caemos y también a evitar complicaciones. A su vez es necesario descansar suficientes horas y evitar el estrés.

Los virus que causan el resfriado y la gripe atacan a las mucosas y las células de las vías respiratorias. Ante esta situación, mientras se cursa un resfrío, no pueden faltar ciertos nutrientes en la dieta incluso hay que sumarle cantidades a la ingesta habitual.

Cuando estamos en cama y con gripe, siempre se habla de la alimentación y la hidratación. Aparecen mitos y consejos de remedios caseros que se arrastran de generación a generación. Que es mejor comer esto o tomar aquello.

Aunque no existen alimentos preventivos para la gripe o resfrío, sí hay nutrientes presentes en ciertos alimentos que alivian los síntomas una vez que el resfrío se ha instalado. Un listado breve para sumar alimentos famosos cuando hay gripe y su grado de evidencia al respecto.

Agua ¡Fundamental!

Lo primero que nos indican cuidar cuando una gripe dice presente es la hidratación. Tomar mucho líquido es clave para mantenernos hidratados y la ingesta de ocho a 10 vasos de agua facilitará la eliminación de moco y mantendrá hidratadas las mucosas.

Sopas, caldos y té caliente. Las bebidas calientes tienen el poder de calmar la tos y aliviar la irritación. Al contrario, los alimentos fríos dan una sensación fresca momentánea que luego se va y vuelve el malestar. Tomar líquidos de temperatura natural a caliente, es mejor.

En toda película vemos el plato de sopa y el té para el resfrío. Los caldos y sopas a base de carnes o pollo tienen no solo el efecto beneficioso de la temperatura que calma, sino las proteínas que quedan en el líquido de cocción y ayudan a la reparación de tejidos conectivos, lo que reduce la inflamación y contribuye a recuperarse más rápido.

Tanto las sopas como los caldos son versátiles; podemos hacerlos con los ingredientes que tenemos a mano. Existen un sinfín de recetas caseras, lo más importante es la elección de productos de calidad y emplear un buen caldo casero antes que los procesados. Además estos platos pueden hacerse a granel, los cocinás hoy y los tenés para el resto de la semana. Son ideales para ideal cuando nos ataca un resfrió o gripe fuerte y nos invade la pesadez, el desgano y no tenemos ánimo de hacer nada.

La sopa puede servirse como entrada, es una opción muy saludable ya que casi siempre se realiza a base de verduras u hortalizas y será un aporte extra de fibra en la dieta. Pero a su vez, es una preparación que podemos hacer sea única y completísima.

Vitamina C y Limón. Verdad a medias. Mucho se dice que previene la gripe y resfríos, pero la vitamina C no cura la gripe, solo alivia sus síntomas. Contribuye al buen funcionamiento de las células defensivas y en dosis elevadas podría ayudar a combatir mejor los virus que causan el resfrío común. Los estudios científicos no demostraron que pueda prevención el resfrío común.

El limón es uno de los cítricos con más reputación de efectividad para curar resfriados. Los cítricos, como el limón y la naranja, se usan como aliados en medicamentos antigripales. Aunque es un conocimiento popular el asociar el limón con la vitamina c y con la gripe, la realidad es que la gripe no se curará con un exprimido de limones, es mejor consumir cítricos regularmente para prevenir y si caés con un resfriado o gripe, el limón hará que no sea tan fuerte. Podés consumir limón, agregándolo a los líquidos que se ingieran, tanto el agua como té caliente. Además es bueno, agregado a ensaladas como aliño.

La vitamina C puede consumirse todo el año, mediante otras fuentes tales como otros cítricos (vale aprovechar la temporada de mandarinas o los kiwis), las verduras de hojas verdes, los rabanitos o el brócoli.

Miel para calmar la tos . Desde siempre este alimento se ha usado para aliviar el dolor de garganta y calmar la tos. Es un expectorante natural que ayuda a eliminar las flemas. Al igual que la vitamina C, la miel tiene propiedades que fortalecen el sistema inmune, de ahí la asociación de miel y limón juntos en un té como bálsamo antigripal.

La miel posee antioxidantes y al tratarse de una sustancia espesa y dulce, actúa como un lubricante, logra calmar la aspereza en las vías aéreas. No hay evidencias sólidas, pero ante un resfrío o gripe común, el tratamiento con miel será más sano y natural.

Un grave problema de los resfríos y gripes es la automedicación, y se suele caer en un grave error de tomar antibióticos que no combaten los virus, sino que generan una resistencia a ellos a largo plazo (sin mencionar los efectos secundarios de tomarlos, como pueden ser vómitos, diarrea y alteración de la flora intestinal).

Ajo y cebolla.  Estos dos son un poco relegados por sus efectos secundarios en el aliento, pero son más que conocidos por sus propiedades antivirales y antibacteriales.

Hay quienes recomiendan colocar media cebolla en la mesa de luz del engripado. Este mito es, en parte, bastante lógicos y no es tan fantasiosos. Con sus compuestos azufrados, la cebolla ayuda a destapar vías aéreas; esto se debe al azufre, que al volatilizarse en el aire, además de hacernos llorar, también ayuda a descongestionar la nariz y calmar los ataques de tos. Con el ajo, debido a la alicina, se generan efectos similares.

Especias y jengibre.  Usar canela, pimienta y jengibre no solo nos eleva la temperatura corporal, nos hace entrar en calor, aumentar la sudoración y expectoración; ideal para eliminar bacterias.

El jengibre ayuda a deshacer las flemas, limpia los bronquios y alivia los síntomas de la congestión por sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacterianas. Estudios de 2011 determinaron que el jengibre tenía un efecto antibacteriano superior al de antibióticos contra estreptococos que causan la faringitis. Pero como todo un estudio solo no termina de ser prueba suficiente, del punto de vista orgánico sería el componente activo.

Remedio Casero: Picar una cucharada de jengibre fresco (rallar sino), agregar a una taza de agua hirviendo. Añadir miel y un poco de limón.

Menos apetito, un clásico de las gripes. Cuando el resfrío está en su pico, es normal no sentir hambre. No te preocupes si no estás comiendo demasiados alimentos sólidos durante los primeros días, pero sí ocúpate de hidratarte no solo a través de agua, sino también con sopas, caldos y tés.

Priorizá las preparaciones de fácil deglución porque la garganta suele estar irritada y las preparaciones con costra de tostación (así como tostadas, milanesas, empanados) generan molestia. Optar por cremas, flanes, licuados, purés, suele ser una solución.

Recetas:

Sopa de verduras licuada
- 4 zanahorias.
- 2 morrones.
- 1 kg zapallo.
- 3 cebollas
- 2 Zapallitos.
- 1 Puerro
- 1/2 kg repollo
- 3 litros agua aprox.
- Sal a gusto.

 Procedimiento:
Lavar las verduras. Cocinarlas hasta que estén tiernas. Condimentar y colar las verduras y colocarlas en la licuadora. Agregar de a poco el caldo de cocción e ir licuando hasta que quede tan espesa como desees.

Sopa crema de calabaza
Ingredientes:
- 1 calabaza chica (1 kilo aprox.).
- ½ cebolla.
- 4 zanahorias.
- 1 puerro.
- ½ litro de agua o ½ litro de caldo de verduras.
- 2 cucharadas de queso magro light cremoso.
- Pimienta y sal a gusto.

Procedimiento.
Calentar ½ litro de agua o caldo. Cortar, pelar la calabaza en cuadraditos, pelar y cortar las zanahorias, el puerro y cebolla en rodajas. Cuando hierve el agua, sumar las verduras, condimentar a gusto y cocinar hasta que la calabaza esté blanda. Llevar a la licuadora y añadir dos cucharadas de queso fresco cremoso light. Batir hasta lograr una mezcla suave, homogénea, sin grumos. Al servir, añadir croutons o especias.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

nutrición

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad