Los “snacks de la longevidad”: la biomédica Rhonda Patrick explica cómo vivir más y mejor

Una guía simple y sostenible para reducir la inflamación, mejorar la digestión y sentirte más liviano en verano a partir de cuatro pilares fáciles de aplicar en la vida diaria.

Salmón, huevo, alimentos saludables
Tostada con salmón y huevo duro, buena fuente de vitamina D.
Foto: Freepik.

Redacción El País
La biomédica estadounidense Rhonda Patrick destacó que tres componentes nutricionales —el magnesio, la vitamina D y los ácidos grasos omega-3— son clave para la salud a largo plazo.

Según explicó, combinarlos con rutinas de ejercicio puede ser una estrategia eficaz para reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida con el paso de los años.

Vitamina D: sol, suplementos y controles

En su canal de YouTube FoundMyFitness, que supera los 700.000 suscriptores, Patrick advirtió que la deficiencia de vitamina D es una de las más comunes. Recordó que el cuerpo la produce a partir de la exposición solar, pero la vida en interiores limita ese mecanismo.

Además, con la edad este proceso se vuelve menos eficiente: una persona de 70 años genera solo el 25 % de lo que producía a los 20.

Tomar sol. Foto: Archivo
Una exposición solar segura es una forma eficaz de hacerse de vitamina D.
Foto: Archivo.

A ello se suman factores como la melanina en la piel y el uso de protector solar, que reduce la radiación UVB necesaria. Por eso, Patrick aconsejó la suplementación: “Tomar un suplemento de vitamina D es una de las cosas más fáciles de hacer”, señaló, describiéndolo como un producto accesible y sencillo de incorporar. También recomendó medir los niveles en sangre antes y después de suplementar.

Magnesio: vegetales verdes, frutos secos y cereales integrales

Patrick subrayó que el magnesio es fundamental para funciones celulares como la reparación del ADN. Explicó que este mineral está presente en el centro de la molécula de clorofila, lo que hace que las verduras de hoja verde oscuro sean una de las mejores fuentes.

Acelga.
Acelga.
Foto: Pixabay.

Entre sus recomendaciones mencionó acelga, col rizada, almendras y avena. Incluso compartió parte de su propio desayuno, un batido con col rizada cocida, acelga, fresas, arándanos congelados y palta, una combinación que le permitió obtener una buena dosis de magnesio.

Omega-3: semillas, frutos secos, pescados y algas

Los omega-3 fueron el tercer nutriente destacado. Patrick señaló que existen fuentes vegetales, como las semillas de lino y las nueces, y fuentes marinas, como salmón, caballa, sardinas y algas.

Sardinas a la plancha.jpg
Sardinas a la plancha.
Foto: Commons.

También mencionó que la suplementación puede ser útil: algunos estudios muestran que consumir entre 1,5 y 2 gramos diarios puede elevar los niveles del índice omega-3 de un 4 % a un 8 %.

Ejercicio: el gran aliado para envejecer mejor

Si bien la nutrición es fundamental, Patrick remarcó que nada reemplaza el papel de la actividad física: “El ejercicio es probablemente lo más importante, independientemente de cualquier otra cosa. Ningún medicamento antienvejecimiento va a ser mejor que lo que el ejercicio puede hacer en este momento”.

Caminar deporte ejercicio
Persona camina para hacer ejercicio físico.
Foto: Freepik.

Entre sus sugerencias incluyó la Actividad Física Vigorosa Intermitente de Estilo de Vida (VILPA), que consiste en intervalos muy breves de actividad intensa: un minuto de burpees, una corrida corta o un sprint en pendiente. Según sus investigaciones, realizar estas pausas de uno a tres minutos, tres veces al día, puede reducir la mortalidad general entre un 30 % y un 40 %.

En base a El Tiempo/GDA

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