Estas son las consecuencias de los malos hábitos nocturnos en la tiroides y el metabolismo

Redacción El País
El farmacéutico y nutricionista español Javier Fernández Ligero advirtió que los malos hábitos nocturnos combinados con el estrés diario provocan un aumento de los niveles de cortisona durante la noche. Este proceso, explicó, genera picos glucémicos que ralentizan la función tiroidea y complican el arranque del metabolismo al empezar la jornada, algo que, según aclaró al medio Men’s Health, se observa cada vez con mayor frecuencia en la consulta.

Fernández Ligero señaló que acostarse tarde, exponerse a pantallas en las últimas horas del día y desoír los biorritmos naturales del cuerpo favorecen la desregulación hormonal durante la noche. Según el especialista, este aumento de cortisona “hace que generemos picos glucémicos y que la tiroides se active más lenta, lo que implica que al despertar el metabolismo tenga dificultades para ponerse en marcha”.

Además, remarcó que esta situación se ve agravada cuando la persona retrasa reiteradamente el despertar con la alarma del celular. Ese comportamiento refuerza la sensación de agotamiento y perpetúa el ciclo de cansancio matutino y bajo rendimiento energético.

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Entre las recomendaciones ofrecidas por el especialista se encuentra empezar el día con una ducha fría, que estimula el sistema nervioso y favorece una reacción tiroidea más rápida. Fernández Ligero apuntó que este estímulo mejora la eficacia en la quema de grasa y ayuda a elevar de manera natural los niveles de alerta.

Asimismo, destacó el valor del entrenamiento en ayunas, especialmente en formatos como HIIT o caminatas al aire libre. Esta estrategia contribuye a elevar la dopamina y a mejorar la conversión de la hormona tiroidea T4 en T3, proceso fundamental para recuperar el enfoque mental y aumentar los niveles de energía durante el día.

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El nutricionista insistió en la importancia de limitar el uso del celular antes de ir a dormir, ya que la exposición a la luz artificial engaña al cerebro y retrasa la liberación natural de melatonina. Mantener hábitos más ajustados a los ritmos del cuerpo facilita el descanso y reduce el impacto negativo del estrés sostenido.

Otra recomendación del especialista fue prolongar el ayuno matutino cuando el cuerpo amanece con baja activación metabólica. Señaló que, si al despertar el organismo está funcionando en modo lento y se le ofrece un desayuno de alta disponibilidad energética, “el cuerpo va a seguir perezoso porque ya obtuvo esa energía en formato de comida”.

En cambio, permitir que el cuerpo avance un poco más en ayuno puede favorecer el proceso de activación natural del metabolismo y la recuperación de la función tiroidea a lo largo de la mañana.

En base a El Tiempo/GDA