Frutas blandas, papas con brotes y latas hinchadas: cuando aprovechar partes sanas de alimentos es peligroso

Especialista en primeros auxilios explicó por qué hay que tener cuidado con ciertos alimentos contaminados y cuáles son los efectos de la intoxicación.

Frutas
Persona sostiene cajón con frutas.
Foto: Freepik.

Redacción El País
En internet abundan consejos para aprovechar alimentos dañados: cortar una parte con mal aspecto, abrir una lata aparentemente en buen estado o retirar los brotes de una papa. Sin embargo, especialistas advierten que estas prácticas no siempre son seguras y, en determinados casos, pueden implicar un riesgo real para la salud.

El divulgador en primeros auxilios Miguel Assal explicó en un video de TikTok que no todos los alimentos son aptos para el consumo tras eliminar la parte afectada. Frutas blandas con moho, envases hinchados o papas con zonas verdes son ejemplos de productos que conviene descartar en lugar de “rescatar”.

En alimentos jugosos como frutillas, tomates o manzanas blandas, los hongos no se limitan a la mancha visible. Sus toxinas —como el patulín, producido por ciertas especies de Penicillium en manzanas— pueden difundirse al resto del fruto aunque la superficie parezca sana. Por eso, cuando aparece moho en este tipo de alimentos, lo más seguro es desecharlos enteros.

Pelar papas
Pelar papas sobre una tabla de madera.
Foto: Freepik.

A su vez, un recipiente hinchado o una lata con la tapa inflada es una señal de alarma. Puede deberse a la proliferación de bacterias, entre ellas Clostridium botulinum, responsable de la toxina del botulismo. Aunque esta enfermedad es poco frecuente, sus efectos son graves: visión doble, dificultad para tragar, debilidad muscular e incluso parálisis respiratoria. Ante la sospecha, la recomendación es no abrir ni probar el contenido y eliminar el envase de forma segura.

Cuando los tubérculos están expuestos a la luz o brotan, aumentan su contenido en glicoalcaloides, como solanina y chaconina. Estas sustancias naturales, en altas concentraciones, pueden causar trastornos digestivos, dolores abdominales y alteraciones neurológicas. Las guías toxicológicas aconsejan descartar patatas muy verdes, blandas o con brotes extensos. Si solo presentan una pequeña zona afectada y el resto está firme, pelarlas y retirar esa parte puede disminuir el riesgo, aunque lo más recomendable es no consumirlas en casos de verdor o brotación evidente.

Cuándo sí puede retirarse la parte dañada

No todo alimento con manchas es desecho inmediato. En piezas de consistencia firme, como quesos duros, algunas verduras o frutas compactas, el moho suele quedarse en la superficie. En estos casos es posible cortar generosamente alrededor de la zona alterada y aprovechar el resto. Lo contrario ocurre con pan, mermeladas, yogures o productos blandos: allí el moho penetra en profundidad y hace que el alimento sea inseguro.

Los efectos de haber ingerido alimentos contaminados varían. Las micotoxinas suelen provocar malestar gastrointestinal, mientras que el botulismo se manifiesta con problemas neurológicos y requiere atención médica urgente. Náuseas intensas, vómitos persistentes, visión doble, debilidad repentina o dificultad respiratoria tras consumir un alimento sospechoso son señales claras para acudir de inmediato a un centro de salud.

En base a El Tiempo/GDA

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