El jugo de esta fruta ayuda a prevenir infecciones urinarias, mejorar el colesterol y reducir la inflamación

Los antioxidantes presentes en esta bebida ayudan a proteger las células frente a procesos inflamatorios y oxidativos, contrarrestando los efectos dañinos de los radicales libres.

Jugos de frutas
Jugos de frutas y variedad de frutas.
Foto: Freepik.

Redacción El País
El jugo de arándano se destaca por su alto contenido de antioxidantes y nutrientes esenciales. Ha sido utilizado durante décadas como remedio natural, principalmente en la prevención de infecciones del tracto urinario, aunque sus propiedades pueden beneficiar más sistemas del cuerpo.

Según el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), 100 gramos de jugo de arándano sin azúcar aporta alrededor de 116 calorías, 30,9 gramos de carbohidratos, 23,5 miligramos de vitamina C y 195 miligramos de potasio, entre otros nutrientes. Los antioxidantes presentes en esta bebida, especialmente las proantocianidinas, ayudan a proteger las células frente a procesos inflamatorios y oxidativos, contrarrestando los efectos dañinos de los radicales libres.

Uno de los beneficios del jugo de arándano es su capacidad para ayudar a prevenir infecciones urinarias. Esto se debe a que las proantocianidinas pueden dificultar la adhesión de la bacteria Escherichia coli a las paredes del tracto urinario, facilitando su eliminación. Estudios indican que su consumo podría reducir hasta en un 54% la recurrencia de estas infecciones, que afectan al menos una vez en la vida a cerca del 50% de las mujeres. No obstante, su consumo debe ser considerado una medida preventiva y no un reemplazo del tratamiento médico.

Jugo de arándano.
Jugo de arándano.
Foto: Pixabay

El jugo de arándano también ha sido estudiado por sus efectos sobre la salud cardiovascular. Su ingesta regular podría ayudar a reducir la presión arterial sistólica y aumentar los niveles de colesterol HDL (colesterol “bueno”), gracias a la acción de compuestos como antocianinas y flavonoides, que participan en el metabolismo de grasas y azúcares.

En el ámbito digestivo, el jugo de arándano puede promover el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, mejorar la función digestiva y reducir la inflamación, particularmente en personas con sobrepeso. Además, se ha observado un posible efecto protector frente a la bacteria Helicobacter pylori, asociada a la aparición de úlceras gástricas. Un estudio con más de 500 adultos mostró que el consumo diario de este jugo disminuyó la presencia de la bacteria en un 20%.

A pesar de sus beneficios, es importante considerar el contenido de azúcar del jugo. Se recomienda elegir versiones 100% naturales, sin azúcares añadidos. Como alternativa, puede prepararse una bebida casera mezclando jugo de arándano con agua con gas y un toque de lima, o bien optar por infusiones a base de té de arándano, con ingredientes como jengibre o manzana.

El jugo de arándano puede ser una herramienta útil dentro de un enfoque preventivo de salud, con efectos positivos en los sistemas urinario, digestivo y cardiovascular. Sin embargo, su consumo debe ser equilibrado y complementario a otros hábitos saludables.

En base a información de La Nación/GDA

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