Redacción El País
Con el paso de los años, el estilo de vida influye en la cantidad de años que vivimos con salud y calidad de vida. Además del ejercicio regular y una dieta equilibrada, las proteínas juegan un papel crucial, especialmente después de los 50.
A esta edad, el cuerpo experimenta “resistencia anabólica”, una menor capacidad de los músculos para aprovechar la proteína y el entrenamiento de fuerza. Por eso, las necesidades proteicas aumentan: mientras que la recomendación general es de 0,8 g/kg/día, muchos expertos sugieren hasta 1,6 g/kg/día para mantener masa muscular, fuerza y funcionalidad.
Aquí tienes ocho alimentos ricos en proteínas que no deberían faltar en tu menú semanal:
1. Sardinas
- Proteína: 18 g por lata (75 g)
- Beneficios: ricas en omega-3, vitamina D, B12, calcio y potasio.
- Extra: económicas, prácticas y versátiles; ideales en ensaladas o sándwiches.
(Alternativas: salmón, caballa o anchoas)
2. Huevos enteros
- Proteína: 12 g por dos huevos
- Fuente de aminoácidos de alta calidad y nutrientes como colina, luteína y vitaminas A, B12, D, E y K.
- Perfectos para desayuno, almuerzo o cena, en tortilla y ensaladas.
3. Legumbres (lentejas, frijoles, garbanzos)
- Proteína: 8 g por media taza
- Ricas en fibra y compuestos antiinflamatorios, benefician la salud cardiovascular e intestinal.
- Excelentes para platos con o sin carne, sopas, ensaladas o como base para reemplazar granos.
4. Leche
- Proteína: 8 g por taza
- Aporta calcio, fósforo y vitamina D para huesos y músculos.
- Puede incorporarse en batidos, café o cereales.
(Alternativa vegetal: leche de soya, por su proteína equivalente)
5. Carne vacuna
- Proteína: 27 g por 100 g
- Rica en vitamina B12, hierro, zinc y selenio.
- Versátil: molida, guisada o a la parrilla.
6. Tofu
- Proteína: 17 g por 100 g
- Proteína vegetal completa, con calcio, fósforo y hierro.
- Combinar con vitamina C (pimientos, cítricos) para mejorar absorción del hierro vegetal.
7. Pollo
- Proteína: 23 g por 100 g
- Bajo en grasa (sin piel) y fácil de incluir en ensaladas, sopas o platos principales.
Hábitos que potencian la longevidad
- Entrenamiento de fuerza: indispensable junto con la proteína para mantener músculo y prevenir fragilidad.
- Conexiones sociales: la interacción regular con amigos y familiares mejora la salud mental y la esperanza de vida.
- Tiempo al aire libre: reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y fomenta la actividad física.