Por qué hay personas que tienen miedo a pasar mucho tiempo sentadas, según la psicología

No se trata simplemente de incomodidad o inquietud, sino de una ansiedad intensa que puede desencadenar síntomas físicos y emocionales al intentar o incluso pensar en hacerlo.

Ansiedad, miedo
Persona con ansiedad se tapa la cara con las manos.
Foto: Freepik.

Redacción El País
El miedo a permanecer sentado puede parecer extraño, pero para quienes lo padecen es una experiencia muy real y angustiante. Esta condición tiene nombre: catisofobia, un trastorno poco común que pertenece al grupo de las fobias específicas y que puede afectar de manera significativa la vida diaria de quien la sufre.

La catisofobia se define como un miedo irracional y persistente a sentarse o permanecer sentado durante un tiempo prolongado. No se trata simplemente de incomodidad o inquietud, sino de una ansiedad intensa que puede desencadenar síntomas físicos y emocionales al intentar o incluso pensar en hacerlo.

Quienes padecen catisofobia pueden experimentar taquicardia, sudoración, temblores, sensación de ahogo, mareos o incluso ataques de pánico ante la idea de tener que sentarse. En muchos casos, el miedo lleva a evitar situaciones cotidianas, como asistir a reuniones, viajar o participar en actividades sociales donde haya que permanecer sentados.

Ansiedad, angustia, pánico
Hombre estresado.
Foto: Freepik.

En entornos laborales o académicos, esta fobia puede interferir con el desempeño ya que obliga a la persona a mantenerse de pie o a buscar excusas constantes para moverse, lo que genera incomodidad y estrés.

Las causas pueden variar, pero los especialistas coinciden en que suele tener un origen emocional o traumático. Algunos casos se relacionan con experiencias pasadas de castigo o inmovilización forzada, lesiones físicas que causaron dolor al estar sentado, o incluso con un miedo a perder el control o sentirse atrapado.

También puede vincularse a trastornos de ansiedad generalizada o a rasgos obsesivo-compulsivos, donde el acto de sentarse se asocia inconscientemente con peligro o vulnerabilidad.

Ansiedad
Cómo ayudar cuando ocurre un ataque de pánico.
Foto: Sofia von Humboldt/Commons.

La catisofobia, como otras fobias específicas, puede tratarse eficazmente con terapia psicológica. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las más utilizadas ya que ayuda al paciente a identificar y modificar los pensamientos irracionales asociados al miedo. En algunos casos, los profesionales también recomiendan terapia de relajación, mindfulness o apoyo farmacológico para reducir los niveles de ansiedad.

Aunque poco conocida, la catisofobia pone de manifiesto cómo las fobias pueden desarrollarse en torno a casi cualquier situación cotidiana. Comprender su origen y buscar ayuda profesional permite no solo aliviar el miedo, sino también recuperar la libertad para realizar actividades simples sin ansiedad ni evitación.

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