Puntualidad extrema: ¿Virtud o ansiedad? El significado psicológico de llegar siempre primero

Ser puntual es una cualidad socialmente valorada, pero ¿qué hay detrás de la necesidad de llegar rápido a todos lados?

Reloj.jpeg
Foto: Pexels.

Redacción El País
Según la psicología, este comportamiento aparentemente inocuo puede revelar aspectos profundos de la personalidad y manejo de la ansiedad.

Mientras que para muchos la puntualidad es una muestra de respeto, para quienes llegan siempre con antelación excesiva puede convertirse en una "prisión invisible". La psicóloga Olga Albaladejo explica que este hábito a menudo refleja una alta necesidad de control y una baja tolerancia a la incertidumbre.

Llegar temprano no es solo una elección; es un mecanismo para calmar la ansiedad que genera lo imprevisto. El reloj se transforma en una herramienta de seguridad que ofrece la ilusión de tener el entorno bajo control.

La raíz de la puntualidad: Perfeccionismo y herencia familiar

Reloj.jpg
Foto: Unsplash.

Detrás de la puntualidad extrema suelen esconderse rasgos de personalidad como:

· Perfeccionismo

· Responsabilidad excesiva

· Miedo al fracaso o a ser juzgado

· Deseo de agradar

El origen de esta relación con el tiempo frecuentemente se encuentra en la infancia. Quienes crecieron en entornos donde la puntualidad era una "norma moral" suelen interiorizarla como una medida de su propia valía. Es un deber aprendido que, con los años, se vuelve un reflejo automático.

La ansiedad anticipatoria: El motor de la prisa

Calle.jpg
Foto: Unsplash.

Llegar rápido puede ser una manifestación de ansiedad anticipatoria. Ante la posibilidad de llegar tarde, el cuerpo activa su sistema nervioso simpático, generando una respuesta de estrés ("modo alerta").

La conducta de llegar antes ofrece un alivio momentáneo, pero a largo plazo refuerza el ciclo de la ansiedad: la mente se acostumbra a vivir en estado de hipervigilancia, dificultando la capacidad de relajarse y disfrutar del presente.

¿Cuándo la puntualidad deja de ser una virtud?

La puntualidad saludable se transforma en un problema cuando genera malestar e interfiere con la vida cotidiana. Los expertos recomiendan trabajar en la flexibilidad y cuestionar los pensamientos que sostienen esta conducta rígida.

Algunas estrategias para manejar esta ansiedad incluyen:

· Retrasar la salida unos minutos de forma progresiva.

· Aprovechar los tiempos de espera para actividades placenteras (leer, respirar).

· Cuestionar las consecuencias reales de un pequeño retraso.

Al final, el objetivo no es promover la impuntualidad, sino encontrar un equilibrio interior. La verdadera calma no está en ganarle al tiempo, sino en aprender a llegar a tiempo sin el miedo constante a perderlo.

Gestión del tiempo.png
Foto: Picryl.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

SinComentarios

Te puede interesar