Redacción El País
Superar una ruptura amorosa no siempre es cuestión de semanas o meses.
Un nuevo estudio publicado en la revista Social Psychological and Personality Science analizó la estabilidad de los vínculos emocionales con las exparejas y encontró que el proceso de desapego suele ser mucho más largo de lo que se cree.
La investigación, realizada por Jia Y. Chong y R. Chris Fraley del Departamento de Psicología de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, incluyó a 328 adultos que habían tenido relaciones de al menos dos años y que llevaban un promedio de cinco años separados.
Los voluntarios respondieron cuestionarios sobre pensamientos y sentimientos hacia sus exparejas, comparándolos con sus percepciones sobre personas desconocidas.
Cuatro años para empezar a soltar
Según los resultados, el vínculo emocional con una expareja tarda unos 4,18 años en disolverse parcialmente, y en promedio alrededor de ocho años en desaparecer por completo.
Aunque la mayoría de las personas termina superando emocionalmente a sus exparejas, los investigadores observaron que algunos individuos mantienen ese lazo durante mucho más tiempo, incluso décadas después de la ruptura.
Qué influye en la dificultad para soltar
El estudio también analizó los factores que pueden acelerar o retrasar este proceso. Ni el género ni el hecho de tener una nueva pareja influyeron significativamente en la rapidez del desapego. Sin embargo, mantener el contacto con la expareja fue el factor más determinante para mantener vivo el vínculo emocional.
Las personas con niveles altos de ansiedad tendían a conservar el apego por más tiempo, mientras que quienes tenían hijos con su expareja mostraban inicialmente un vínculo más fuerte, pero que se desvanecía más rápido que en los casos sin hijos.
El tiempo ayuda, pero el contacto prolonga el lazo
En general, los datos muestran que el tiempo sí cura las heridas emocionales, aunque no a la misma velocidad para todos. Los investigadores concluyen que, si bien la mayoría logra disolver por completo el apego emocional, en algunos casos el vínculo con una ex pareja nunca desaparece del todo.
El portal especializado Psychology Today destaca que este tipo de investigaciones ayudan a comprender mejor los procesos de apego y duelo amoroso, recordando que la duración del dolor no define la capacidad de sanar, sino la profundidad del vínculo vivido.