Señales de alerta que indican que tenés que frenar el auto de inmediato para evitar dormirte al volante

Qué son los microsueños, por qué ocurren mientras conducimos y cómo evitarlos; una guía completa para reducir riesgos y prevenir accidentes que pueden ser fatales.

Conductora se duerme en el auto sobre el volante
Conductora se duerme en el auto sobre el volante.
Foto: Freepik.

Redacción El País
No es lo mismo cabecear unos minutos frente a una pantalla, dormirse como pasajero en un ómnibus o en el asiento trasero de un auto, que experimentar una pérdida breve de conciencia mientras se conduce. En épocas de alto movimiento en rutas y carreteras —como las fiestas de fin de año o las vacaciones—, los microsueños se convierten en un riesgo que puede tener consecuencias fatales.

Los microsueños son episodios breves e involuntarios de sueño que duran apenas segundos, pero que al volante pueden ser suficientes para perder el control del vehículo. Según especialistas en neurología, este fenómeno está directamente relacionado con la privación de descanso y con lo que se conoce como “deuda de sueño”.

El sueño es una función fisiológica esencial: es el momento en que el cuerpo y la mente se recuperan, explica el neurólogo Leonardo Palacios. El problema aparece cuando ese descanso se ve recortado de forma sistemática por trasnochar, trabajar de más, pasar horas frente al celular o encadenar compromisos sociales. Cuando le robamos horas al sueño, el organismo pasa la cuenta. Tarde o temprano va a exigir ese descanso, advierte.

Esa exigencia puede manifestarse en contextos cotidianos sin mayores riesgos, como una clase o una reunión. Pero la situación cambia drásticamente cuando la persona está conduciendo. Ahí el peligro es enorme, porque no solo se pone en juego la propia vida, sino también la de los demás, señala el especialista.

Hombre duerme con su almohada en el volante del auto
Hombre duerme con su almohada en el volante del auto.
Foto: Freepik.

Cómo prevenir los microsueños al volante

Para reducir el riesgo de accidentes vinculados al cansancio, los expertos recomiendan una serie de medidas concretas, especialmente antes y durante viajes largos:

  • Dormir bien en los días previos. El descanso adecuado no se improvisa: al menos las dos noches anteriores al viaje deberían ser reparadoras.
  • Evitar el alcohol. Aunque sea en pequeñas cantidades y varias horas antes, el consumo de bebidas alcohólicas afecta la calidad del sueño y la capacidad de reacción.
  • Alimentarse e hidratarse correctamente. Un buen desayuno, agua suficiente y una dieta equilibrada ayudan a mantener el estado de alerta.
  • Hacer pausas frecuentes. Detenerse cada tres o cuatro horas para estirar las piernas, ir al baño y descansar al menos 20 o 30 minutos es clave.
  • El café puede ser un aliado, pero no un salvavidas. La cafeína es un estimulante natural que bloquea los receptores asociados al sueño y genera un estado de vigilia que puede durar varias horas. Sin embargo, no reemplaza al descanso real.

También se recomienda, si el cansancio es intenso, reclinar el asiento y hacer una siesta corta de unos 20 a 25 minutos, que está demostrado que mejora la atención sin generar inercia del sueño.

Según estudios, 40% de choferes sufren accidente por cansancio. Foto: Shutterstock
Mujer manejando cansada, bostezando.
Foto: Shutterstock.

Bostezos repetidos, parpadeo constante, dificultad para mantener la vista fija o la sensación de “perderse” algunos segundos son signos claros de somnolencia. Frente a estas señales, subir el volumen de la música o abrir la ventanilla no es suficiente. Lo correcto es detener el vehículo y descansar, insisten los especialistas.

Además, conviene evitar medicamentos que produzcan somnolencia, como algunos antigripales o antihistamínicos, y no realizar comidas muy pesadas antes de manejar, ya que la digestión puede favorecer el sueño. Viajar acompañado y turnarse al volante cada pocas horas también reduce el riesgo. Y si el trayecto es nocturno, una siesta previa de una o dos horas puede marcar la diferencia.

Por último, los médicos subrayan la importancia de consultar a un especialista si la persona ronca de forma habitual, tiene pausas respiratorias durante el sueño o se queda dormida con facilidad durante el día. Trastornos como la apnea del sueño o la narcolepsia aumentan de manera significativa el riesgo de microsueños y accidentes.

En base a El Tiempo/GDA

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