Redacción El País
Con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad, firmeza y capacidad de regeneración. Por eso, mantener una buena producción de colágeno —la proteína esencial que sostiene la estructura de la piel, los huesos, los músculos y los cartílagos— es clave para prevenir el envejecimiento cutáneo.
De acuerdo con especialistas en dermatología y salud de la piel, existen hábitos cotidianos que muchos consideran inofensivos, pero que realmente pueden deteriorar el colágeno y acelerar la pérdida de firmeza.
¿Por qué es tan importante el colágeno para la piel?
El colágeno actúa como un “andamiaje” interno que mantiene unidas diversas estructuras del organismo. Sin embargo, a partir de los 25-30 años, el cuerpo reducirá gradualmente su producción natural. Además, factores como el estrés, la mala alimentación o ciertos entrenamientos intensos pueden acelerar este desgaste.
Para preservar la salud cutánea, dermatólogos insisten en mantener una alimentación equilibrada, una hidratación adecuada y una rutina de cuidado de la piel que proteja el colágeno frente a los agresores diarios.
Seis hábitos que destruyen el colágeno (y cómo evitarlos)
1. Dormir poco o dormir mal
Los profesionales destacan que durante el sueño reparador el cuerpo activa procesos de regeneración celular, incluida la producción de colágeno. Dormir poco reduce la capacidad de la piel para repararse, favorece la flacidez y acelera el envejecimiento.
Recomendación: Hacer ejercicios regularmente, comer saludablemente y en horarios adecuados, dejar el celular fuera de la habitación.
2. Exponerse en exceso al sol
La radiación ultravioleta (UV) es uno de los principales enemigos del colágeno: genera oxidación, aumenta los radicales libres y deteriora tanto el colágeno como la elastina.
Recomendación: usar protector solar todos los días, evitar la exposición directa en horas pico y complementar con ropa y accesorios con protección UV.
3. Entrenar en exceso o sin descanso adecuado
El ejercicio moderado beneficia la piel, pero el entrenamiento excesivo, especialmente el de fuerza muy intensa, puede generar estrés oxidativo que afecta al colágeno.
Recomendación: mantener rutinas equilibradas, alternar días de descanso y evitar la sobrecarga muscular contínua.
4. Consumir demasiado azúcar
El exceso de azúcar provoca un proceso llamado glicación, que endurece y debilita el colágeno, haciendo que la piel pierda elasticidad y resistencia.
Recomendación: reducir azúcares añadidos, priorizar alimentos frescos y mantener una dieta antiinflamatoria rica en antioxidantes.
5. Vivir bajo estrés crónico
El estrés sostenido estimula procesos inflamatorios que degradan el colágeno y aceleran la aparición de arrugas y flacidez.
Recomendación: incorporar técnicas de manejo del estrés, como respiración, meditación, ejercicio moderado o pausas activas diarias.
6. Fumar
El humo del tabaco contiene nicotina y más de 7.000 sustancias químicas que afectan la oxigenación y el aporte de nutrientes a la piel. Eso acelera la formación de arrugas, especialmente alrededor de los labios y los ojos.
Recomendación: Dejar de fumar.
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