La organización criminal con origen en San Pablo es la misma que a fines de abril realizó un violento asalto a una empresa de seguridad en Paraguay.

La Policía uruguaya fue alertada por las autoridades brasileñas sobre un posible asalto planificado por elPrimeiro Comando da Capital (PCC), la temible organización criminal brasileña surgida en San Pablo, que a fines de abril cruzó la frontera con Paraguay y realizó un violento asalto a la sede de Prosegur en Ciudad del Este.

Según informó Telenoche, la Jefatura de Policía de Rivera envió un mail dirigido a las correspondientes jefaturas de Artigas, Cerro Largo, Tacuarembó y Rocha, en el que se da cuenta de la comunicación con la Policía brasileña.

En el mensaje se indica que el pasado sábado 27 se informó en horas de la noche que que el PCC estaba planificando un nuevo asalto a la multinacional, pero en esta ocasión a un local en Uruguay. Desde Rivera agregan que no se especificó día ni hora para el robo.

Como informara El País a comienzo de año, el Ministerio del Interior había enviado, el miércoles 18 de enero por correo electrónico, un alerta a las Jefaturas de Policía de Cerro Largo, Treinta y Tres, Artigas, Rivera y Rocha sobre un probable ataque del grupo criminal brasileño Primer Comando de la Capital (PCC), según informaron a El País fuentes de dicha cartera.

En ese entonces, los jefes de Policía de dichos departamentos recibieron una comunicación oficial sobre el eventual ingreso de integrantes del grupo mafioso. El informe alegaba que Inteligencia de Brasil había interceptado comunicaciones por WhatsApp que llamaban a armarse y realizar asaltos en Uruguay.

El PCC se formó en 1993 entre presos de la cárcel de Taubaté, en respuesta a lo que se conoce como la "masacre de Carandirú" ocurrida en 1992, cuando la Policía militarizada de ese estado reprimió un motín asesinando a 11 reclusos.

El objetivo del PCC en un principio fue tomar el control de las cárceles paulistas mediante motines para exigir mejores condiciones de reclusión. Luego, con algunos de sus integrantes fuera de los centros penitenciarios y reclutando a otros criminales, comenzó a realizar ataques a edificios públicos.

A principios del siglo XXI, comenzaron a operar para tener el control del narcotráfico en Brasil. Actualmente se estima que este grupo criminal es integrado por más de 20.000 personas y tiene presencia en el 90% de las cárceles de ese país.

CRIMEN ORGANIZADO