El continente se blindó para la Navidad; piden evitar un “clima de miedo”.

El grupo Estado Islámico (ISIS) reivindicó ayer martes el atentado con un camión que arrolló a un multitud en Berlín dejando 12 muertos. "Un soldado del ISIS cometió la operación en Berlín en respuesta a los llamados para atacar a los ciudadanos de los países de la coalición internacional" que luchan contra este grupo terrorista, anunció Amaq, la agencia de propaganda de la organización yihadista.

Calificado de "acto terrorista" por la canciller alemana, Angela Merkel, y ocurrido en un país que hasta la fecha no había sufrido atentados de gran magnitud, el ataque con camión recuerda por sus circunstancias al perpetrado hace cinco meses en Niza y puso en alerta máxima a toda Europa. Varios países europeos anunciaron que reforzarán sus medidas de seguridad en los lugares públicos y mercados navideños.

La tragedia de Berlín recuerda al atentado cometido en Niza el pasado 14 de julio, cuando un camión arrolló a una multitud que se había reunido en ocasión de la fiesta nacional francesa. Ese ataque, también reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, dejó 86 muertos.

El presidente François Hollande advirtió ayer martes que Francia está bajo "un alto nivel de amenaza" terrorista. El ministro del Interior, Bruno Le Roux, indicó que se ha reforzado la seguridad en todos los eventos previstos para Fin de Año. En un acto simbólico, Le Roux se dirigió a primera hora del martes al famoso mercado de navideño de Estrasburgo, en la frontera con Alemania.

Por su parte, turistas y familias deambulaban el martes bajo un sol radiante entre las cabañas de madera del mercado navideño instalado a lo largo de la célebre avenida de los Campos Elíseos en París. Este paseo figuraba en una lista de potenciales objetivos de una red terrorista que planeaba atacar París el 1° de diciembre. Seis personas pertenecientes a esta red fueron detenidas a finales de noviembre.

Francia ha sido blanco en los últimos dos años de una serie de atentados yihadistas sin precedentes que han dejado 238 muertos. Desde principios de 2016, las autoridades han frustrado 17 atentados, según el ministerio del Interior.

En Bélgica, que sufrió un doble atentado que dejó 32 muertos el 22 de marzo, reforzó el lunes por la noche sus medidas de seguridad en el mercado navideño de la gran plaza de Bruselas.

En Reino Unido, donde seis personas fueron detenidas a mediados de diciembre bajo sospechas de que preparaban un atentado, las autoridades mantuvieron el nivel "severo" de alerta, el segundo más alto.

En Italia, que es citada regularmente como un objetivo potencial en los videos de propaganda del grupo Estado Islámico, las autoridades desplegaron hace unas semanas un plan para garantizar la seguridad durante las fiestas navideñas.

Por su parte, las autoridades austriacas decidieron aumentar sus efectivos policiales, sobre todo en Viena, cuyas plazas están repletas de mercadillos navideños. El ministro del Interior de ese país, Wolfgang Sobotka, pidió sin embargo a la población no permitir que el "terror arrebate las tradiciones".

Un llamado hecho también por su homólogo francés, quien urgió a la población a "salir" y "divertirse" para evitar que se propague un "clima de miedo".

Del otro lado del Atlántico, Nueva York también se puso en alerta tras el ataque con un camión perpetrado en Berlín. La policía neoyorquina estableció más estrictas y amplias medidas de control y prevención en varias áreas y está tomando recaudo para evitar la posibilidad de ataques como el de Alemania, que emuló al de Niza. De todos modos, el jefe de policía neoyorquino, John Miller, aclaró que un ataque así es difícil de perpetrar en la Gran Manzana a raíz de lo enmarañado del tránsito en sus calles y arterias.

Todos los elementos apuntan en dirección a un atentado con camión kamikaze similar al ocurrido en Niza el día de la fiesta nacional francesa, que dejó 86 muertos y centenares de heridos. El grupo Estado Islámico reivindicó el atentado.

El lunes un camión recorrió entre 50 y 80 metros atravesando uno de los mercados más visitados de Berlín. El último balance es de 12 muertos y 48 heridos, 18 de gravedad.

Basándose en un testimonio, la policía detuvo el lunes a dos kilómetros del lugar del atentado a un hombre sospechoso de ser el conductor del vehículo: un paquistaní, de 23 años. Interrogado por los investigadores, el hombre negó ser el autor del ataque. Ayer fue puesto en libertad.

Pertenece a una empresa de transporte polaca. La policía alemana cree que fue robado. El conductor polaco fue asesinado con un arma de fuego.

Los euroescépticos, que en 2017 ven la oportunidad, con elecciones en Holanda, Francia y Alemania, de ser gobierno, aprovecharon para pegarle a Angela Merkel. La líder de Alternativa para Alemania, Frauke Petry, atacó afirmando que “el ambiente en el cual un acto semejante puede prosperar fue culposa y sistemáticamente importado en el último año y medio”. Una clara referencia a las puertas abiertas de Merkel en 2015. La canciller quedó en la mira también de Geert Wilders, líder islamófobo y ultranacionalista del Partido por la Libertad (PVV) holandés. En Twitter Wilders posteó un fotomontaje de la canciller con las manos y el rostro manchados de sangre, con la leyenda “Merkel, Rutte y los otros líderes cobardes en el gobierno” por haber “provocado el tsunami del asilo y del terrorismo islámico abriendo las fronteras”. La líder francesa de Frente Nacional, Marine Le Pen, pidió “cerrar de inmediato” ratificando la ecuación entre migrantes y terroristas y augurando una “alianza estratégica contra el fundamentalismo islámico” entre “Washington, París y Moscú”. En Londres el líder del Partido de la Independencia, Nigel Farage, escribió el tuit “Hechos como los de Berlín serán la herencia de Merkel”. (ANSA)

El ciudadano polaco encontrado sin vida en la cabina del camión utilizado para el atentado de Berlín era en efecto el conductor del vehículo y luchó antes de ser muerto. Tenía 37 años, deja mujer y un hijo de 17, y era un hombre fornido, que pesaba 120 kg y medía 1,83 m de estatura, dijo Ariel Zurawski, patrón de la empresa de transportes de Polonia para la que trabajaba. “Una sola persona no hubiera podido con él”, destacó. El muerto era su primo, al que conocía desde la infancia. Zurawski fue llamado el lunes de noche por la policía polaca para identificar a la víctima en una foto. “Se veían marcas de golpes, era evidente que había luchado. Su rostro estaba ensangrentado, hinchado. Tenía una herida de arma blanca”, señaló. “La policía me dijo que también tenía una herida de bala”, añadió. El transportista se encontraba en la carretera desde hacía una semana y media, y había llegado a Berlín desde Italia transportando 24 toneladas de elementos de acero. Tendría que haber descargado el material enseguida, pero la empresa receptora pidió hacerlo al día siguiente. (AFP)

VIDEOAFP Y ANSA