El carpintero Martin Lorentz fue uno de los 2.000 trabajadores que participó de la restauración de la histórica catedral de Notre Dame. Durante tres años, su trabajo consistió en tallar las vigas principales de la estructura utilizando técnicas con hacha, similares a las empleadas hace ocho siglos durante la construcción original.
Fue mientras tallaba las piezas de madera para la zona en la que está el coro que tuvo la idea de que quería casarse con su novia, Jade, en la catedral. "Pensé, ¿por qué no? Nuestro amor es grande y la catedral es grande", contó en una entrevista brindada en 2024 a la agencia de noticias AP.
Un año después, el 25 de octubre de 2025, Lorentz cumplió su sueño y se casó en Notre Dame. "Jade y Martin, bienvenidos a esta catedral. Martin, la conocés bien. La conocen desde arriba, ahora están abajo", les dio la bienvenida el monseñor Olivier Ribadeau Dumas, rector y arcipreste de Notre Dame.
"El día más hermoso de nuestra vida. Quiero compartir mi amor, nuestro amor, con todo el mundo, con todos los que lo necesiten. Solo quiero decir que este es el mejor día de mi vida. No creo que pueda decir nada más”, dijo, por otro lado, Lorentz después de la boda.
El carpintero recién casado es uno entre los aproximadamente 2000 trabajadores y 250 empresas que, desde toda Francia, trabajaron para restaurar la catedral desde el gran incendio registrado en 2019. Sus compañeros estuvieron presentes en la boda, formaron una guardia de honor para él y alzaron sus hachas al salir los novios.
Con información de La Nación/GDA
-
El museo más grande y visitado del mundo debe renacer: tras la alarma, el futuro del Louvre y la Gioconda
La catedral de Notre Dame celebra sus primeras dos misas: servicios religiosos cinco años después del incendio
Entre la emoción y el orgullo: reapertura de Notre Dame da un respiro a Macron, un presidente en horas difíciles