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Techo Uruguay remodela sus casas con cocina, baño y paneles de plástico reciclado

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VIVIENDA

La organización construirá un nuevo modelo de vivienda en 2021; ya tiene prototipos y buscará financiamiento

Por año, Techo Uruguay recibe 350 solicitudes de asistencia. Es decir, 350 familias piden ayuda para tener un piso y un techo en mejores condiciones que las que ya tienen. En 2019, no obstante, la organización social solo pudo construir solo 40. “Sabemos cuáles son las bondades y las limitaciones de nuestra vivienda tradicional; la idea es dar un salto para mejorar lo que podemos ofrecer en 2021”, dijo Rosina De Mucio, directora ejecutiva.

El objetivo es construir un nuevo modelo de vivienda: uno adaptado a las necesidades de cada familia y al terreno y con paneles hechos a base de plástico reciclado. El diseño que comenzó a desarrollarse el año pasado y pasó por cinco prototipos será consolidado en octubre con cuatro casas. La descripción general indica que se levantará una edificación con mayor confort y mayor seguridad.

Una de las ventajas del nuevo modelo es para Franco Cabrera, director de Vivienda & Hábitat de Techo, la “mitigación del riesgo”. De acuerdo con un relevamiento realizado por la organización, el 22% de los asentamientos ha sufrido un incendio en el último año. Esto se debe por defectos en las instalaciones eléctricas (el 41% de las familias no accede de forma regular a la energía eléctrica) y por el uso de materiales que propagan el fuego. La nueva vivienda será completamente ignífuga.

Además, contará con un kit eléctrico para disminuir los incendios por cortocircuito al emplear un sistema que desconectará la energía en cuanto exista una derivación o defecto a tierra mayor que su sensibilidad.
Por otra parte, el 86% de las familias no accede a la red de saneamiento, lo que propicia el contagio y propagación de enfermedades. Entonces, ahora se contará con un “módulo húmedo” (cocina y baño) que hará la correcta evacuación al separar aguas servidas que irán a un pozo negro impermeabilizado.

Datos sobre la emergencia habitacional.

Techo Uruguay (ex Un Techo para mi País) se ha comprometido con el desarrollo de nuevas propuestas para mitigar la emergencia habitacional en la que estima viven 20.000 familias en nuestro país. Se define emergencia habitacional a la situación en la que una vivienda no accede de manera regular a al menos dos servicios básicos y la construcción es de materiales precarios, como lo son chapas, tablas de costanero, nylon o cartón.

De acuerdo con un relevamiento nacional, el 22% de los asentamientos ha sufrido un incendio en el último año; el 41% no accede de forma regular a la energía eléctrica, lo cual es un problema para las familias que allí habitan y un causante directo de los
incendios; mientras que el 86% no accede a la red de saneamiento, albergando materia y agua contaminada a cielo abierto, lo que propicia el contagio y propagación de enfermedades.

En materia de tamaño, antes, las casas de Techo Uruguay eran todas iguales: una construcción de un módulo de 6 metros por 3 metros. Ahora se podrá adaptar de acuerdo a la cantidad de integrantes del hogar y sus necesidades. “Es una respuesta mucho más integral a la problemática en cuanto a lo habitable. Los fraccionamientos son sumamente irregulares y tenemos familias de 10 a 12 personas y otras de dos”, indicó Cabrera.

El proyecto ahora diseñará la casa en función de estas variables sumándole módulos (de 2,44 metros por 2,44 metros) y colocándonos según el relieve del terreno.

La configuración mínima recomendada para una vivienda es de tres módulos que corresponden a unos 18 metros cuadrados. Esta medida, según los técnicos de Techo, responde a los estándares internacionales de vivienda de emergencia para un hogar promedio de cinco integrantes.

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Techo Uruguay recibe 350 solicitudes de ayuda al año. Foto: Techo Uruguay

De Mucio agregó: “Es una innovación para solucionar las limitaciones que teníamos del modelo anterior que era la misma respuesta para todos. Acá damos un salto de calidad; vemos las necesidades de la familia y del territorio; es más a la medida”.

El costo de la construcción de cuatro módulos habitables, más uno húmedo (para el baño), más kit eléctrico, más saneamiento alternativo es de $ 150.000. Esta vivienda es de unos 30 metros cuadrados. Para los representantes de Techo Uruguay, esta cifra se encuentra por debajo de los precios establecidos del mercado y, por lo tanto, es “económicamente viable” para atender una problemática de gran escala. A esta solución habitacional de emergencia se le podría agregar implementos y amueblamiento para garantizar un nivel de calidad de vida mínimo para cada familia.

El director de Vivienda & Hábitat señaló que el nuevo sistema disminuye los costos de prefabricación al tener menos cortes y desperdicios. Además, al tratarse de paneles de dimensiones estandarizadas se pueden acopiar y aprovechar el espacio en camiones para su traslado.

Otro punto de innovación de la nueva vivienda de Techo Uruguay para 2021 es que incorpora en su cerramiento exterior una placa de polímeros y laminados reciclados. Es decir, residuos plásticos que hubiesen ido a parar al vertedero se transforman en las paredes de un hogar. Este sistema brinda mayor resistencia al agua, a insectos, a la radiación ultravioleta y ofrece mayor aislamiento térmico.

Pero aquí hay un escollo para resolver para que aquellas 350 solicitudes anuales sean concretadas: conseguir los residuos. Techo Uruguay ya está asociada a una empresa para la fabricación de las placas y en conjunto buscan donaciones de desechos y financiamiento. “Entendemos que sobra la materia prima; lo que necesitamos es darle destino a esos residuos y que alguien ayude con el costo”, dijo Cabrera.

En octubre, la organización lanzará una campaña para la captación de lo necesario: residuos, socios y voluntarios.

Cabrera adelantó que la investigación en este apartado continuará en los próximos meses. Una idea a futuro es sumar pilotes de plástico fundido para reducir el uso de madera. “Es un proyecto abierto en cuanto a la sustentabilidad”, apuntó.

Si bien una de las premisas de Techo Uruguay es que cualquier persona aun sin experiencia puede ayudar a construir una casa, el nuevo modelo requiere de una capacitación especial. Para De Mucio, este “demanda reinventarnos para ver cuáles son los procesos más eficientes”.

La construcción se realiza entre seis y 10 personas. La vivienda queda lista en tres días.

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Otro punto de innovación de la nueva vivienda es que incorpora en su cerramiento exterior una placa de polímeros y laminados reciclados. Foto: Techo Uruguay

Una situación que es urgente.

La calidad de la vivienda incide directamente en la salud mental y física; la privacidad, seguridad y calidad del sueño pueden influir en el alcance de los objetivos económicos y sociales, afectando aspectos tales como la asistencia y rendimiento escolar, la participación laboral, el nivel de ingresos y las relaciones interpersonales, se asegura desde Techo Uruguay.

La vivienda da solución a variadas problemáticas derivadas de la emergencia habitacional, siendo el hacinamiento una de las principales. El hacinamiento provoca la propagación de enfermedades, tiene efectos negativos por el exceso de estímulos (luz, ruido) y la falta de privacidad, afectando psicológicamente a niños y adolescentes y produciendo conflictos entre los miembros de la familia. La construcción de módulos reduce/elimina esta situación.

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