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Superó las dificultades de ser hipoacúsica y creó un personaje que la ayudó a crecer

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Adri Muñecas

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Adriana Rodríguez hace muñecas a mano con materiales aptos para los más pequeños. Adri es su muñeca más conocida que ha logrado imponer superando sus dificultades auditivas.

"Trabajo mucho en mi producto para lograr que ‘Adri’ se defienda sola”, afirma Adriana Rodríguez (47 años) al hablar de su muñeca “estrella”. Lo dice porque ella ha tenido y tiene que hacer mucho para salir adelante. Adriana es hipoacúsica de niña, lo que quiere decir que escucha y habla muy poco.

“Las dificultades me acompañan desde siempre. No tuve la oportunidad de estudiar en una escuela normal, que hubiese mejorado mucho mi desempeño oral y escrito, sino que estudié en una escuela para sordos que, en vez de ayudarme a mejorar, me atrasó. Hoy en día es muy distinto”, cuenta.

Adri Muñecas

Pero no se quedó con eso, como siempre quiso estudiar y aprender se fue haciendo camino como pudo. “Tengo facilidad con el aprendizaje y traté de aprender lo que más pude para las posibilidades de la época. Cuando tenés una capacidad diferente todo es más difícil”, acota en diálogo con El País.

Ella lo nota sobre todo a la hora de comunicarse con otros, algo que es fundamental en su caso porque eligió dedicarse a una actividad en la que tiene que defender un producto para lograr venderlo.

Es que cuando nació su hija Romina, hace 11 años, Adriana empezó a probar hacer muñecos. “Cuando quedé embarazada comencé a tejer ropa para mi hija, tenía mucha facilidad y me gustaba. Una vez que nació quise seguir ese camino y se me ocurrió hacer ropa en miniatura y empezar a probarla en muñecas y peluches”, recuerda.

Cuando se los mostró a familiares, amigos y conocidos no tardaron en aparecer los pedidos, lo que la animó a seguir produciendo y a publicar sus creaciones en Facebook para ver si podía venderlas.

En 2017 se animó a llevar sus peluches a un local de decoración de Maldonado, dado que es oriunda de San Carlos. Se hizo amiga de una de las dueñas, que fue la que le dio uno de los grandes consejos para su trabajo. “Me impulsó a enfocarme en diseñar una muñeca con un nombre; una muñeca especial y propia”, dice.

Se enfocó en mejorar el producto, trabajar más en el diseño del cuerpo buscando que fuera armonioso y resistente, en perfeccionar más su estructura y crear diferentes vestuarios.

Así nació Adri, esa muñeca especial para la que creó un logo, papelería y una caja y la publicó en Instagram (adri_munecas) con muy buenas repercusiones.

Adri Muñecas

Busca tener más puntos de venta y crecer

Adri Muñecas está en varios puntos del departamento de Maldonado: la feria del Paseo del Este, Mercado Central de Maldonado, Paseo Lausana y este fin de semana en la Feria de Box Garden.

“La verdad me gustaría tener más puntos de venta y más salida en las redes. Yo estoy muy contenta y conforme con lo que he logrado con Adri, trabajo mucho para mejorarla y crear nuevas versiones de ella. Pero necesito tener más ventas para poder continuar”, señala.

Incluso ha hecho muñecas para decorar mesas de cumpleaños de 15. “Hago lo que me pidan mientras pueda hacerlo con mis reglas de trabajo”, aclara quien tiene su taller en su casa.

Adri Muñecas

Las bases.

Adriana había trabajando en artesanías desde siempre. Estudió dibujo y pintura, tejía, hacía velas y trabajos en madera. “Siempre me interesó formarme en todo lo que podía hacer con las manos. Empecé a los 7 años a calcar personajes a través del vidrio y a los 12 estudié dibujo por la noche, pero tuve que dejar”, comenta.

Su padre le regaló muchos libros de arte, en los que ella estudiaba, copiaba y pintaba mucha naturaleza muerta. Pudo retomar las clases de dibujo, pero su realidad no la ayudaba. “Me era muy difícil todo aunque amaba tener un grupo de estudio, pintar y poder exponer mis trabajos. Después de un tiempo no pude seguir”, señala.

Complicó un poco más las cosas que se casó y aparecieron otras responsabilidades. El nacimiento de Romina fue lo que le devolvió las ganas de crear e hizo que volviera a creer en ella, algo que también pasó con mucha gente de su entorno que la impulsó a seguir adelante.

“Nunca tuve una situación económica muy holgada como para poder dedicarle el tiempo necesario a mejorar mi condición auditiva. Tuve que trabajar para salir adelante y mis manos son la audición que me falta”, reconoce orgullosa de lo que ha conseguido y que resume en un simple “y acá estoy”.

Adri Muñecas

Variado vestuarios y materiales amigables

Con gorritos de lana y bandoleras muy a la moda; en pijama, con vestidos de crochet, jeans o ropas de ballet, las muñecas de Adriana Rodríguez tienen su personalidad y pisan fuerte.

“Es muy difícil trabajar en el mercado local, pero traté de generar un modelo que sea seguro para los niños; que la muñeca además de linda y vistosa, sea resistente y segura. Trato de aprovechar cada retazo de tela y utilizar productos amigables”, explica la artesana.

Se lamenta de que en el medio local se le haga tan difícil encontrar insumos. “Los costos son excesivos y la variedad es escasa. A veces encontrás una tela que es adecuada y el próximo mes ya no la traen más”, señala.

Además, cada muñeca lleva muchas horas de trabajo a mano y uso de telas específicas. “Primero para moldear el cuerpo, luego para vestirla: hilos, botones, lanas, rellenos, accesorios, etc.”, explica. También hace por encargo y personalizadas.

Las comercializa por las redes (Facebook, Instagram), pero lo que tiene más fuerza para ella hoy son las ferias. “Mis muñecas son productos que necesitan verse, tocarse. En las ferias los clientes pueden apreciarlas mejor que en las fotos de las redes”, apunta.

Añade que aún no puede vivir de esto, pero que le encantaría poder hacerlo. “Trabajo muy duro para lograrlo”, destaca.

Adri Muñecas

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