ROCHA

El departamento de Rochavive a pleno una nueva Semana del Fruto Nativo, un evento que se realizó por primera vez en 2019 por iniciativa de un grupo de vecinos en Aguas Dulces, que en 2020 se suspendió por la recién llegada pandemia y que este año llega con un estricto protocolo y con actividades al aire libre. Esta vez es del 28 de marzo al 4 de abril.

El objetivo de esta semana es difundir y volver a esos pequeños frutos llenos de vitaminas y minerales que los charrúas ya recolectaban como parte de su alimentación. Porque, por ejemplo, cuando se habla de vitamina C, lo primero que viene a la cabeza es la naranja o el kiwi, pero muchas personas no saben que el butiá también es alto en esta vitamina. Y no solo eso: esta bolita anaranjada que viene de una palmera incluso conserva la concentración inicial de esa vitamina hasta en un 55% después de cocido.

El butiá es una de las estrellas si hablamos de frutos nativos y es también el nombre que lleva la especie de palmera que da el fruto. Es justamente en Rocha donde existe un palmar natural de 70.000 hectáreas, único en el mundo.

Pero a este fruto lo acompañan en el podio el arazá y el guayabo del país como los más famosos en la región.

El arazá se presenta en dos variedades: rojo y amarillo. Ambos son altos en antioxidantes, vitaminas A, B1 y C. El guayabo, por su parte, no se queda atrás: es rico en vitamina C y yodo, además de ser conocido por su uso dermatológico, digestivo y cardiovascular.

Hay muchas recetas en las que se pueden incorporar los frutos nativos y para aprender más sobre estas preparaciones durante la semana que se celebra en Aguas Dulces hay diferentes actividades. Una de ellas fue la presentación del libro Frutos nativos del Uruguay de la cocinera y productora agroecológica Laura Rosano, quien también cocinó el pasado 28 de marzo para abrir la semana.

Hasta el domingo 4 de abril siguen las actividades en el balneario, con una feria gastronómica y artesanal con degustaciones de platos y preparaciones que tienen estos frutos típicos de la región. Además de estas ferias, hay restaurantes de la zona que se adhieren a la propuesta y ofrecen un menú en el que se destacan como ingredientes. Con la organización enfocada en un estricto protocolo sanitario, hay también música en vivo, caminatas y charlas.

La Semana del Fruto Nativo es organizada por el proyecto Almacén de Rocha, liderado por Marta Glijer y Gimena Caligaris, quienes explicaron a El País que los pobladores locales y vecinos de la zona, tanto los actuales como los charrúas en su momento, siempre han recolectado estos frutos, tanto para comerlos de forma natural, recién cosechados, como para realizar mermeladas, jaleas, harinas, jugos, salsas agridulces y chutneys.

Marta señaló que la idea de esta semana es “retomar aquello de la recolección de los frutos nativos que hacían ya los charrúas y que es algo que acá se hace en una plaza, en la calle”, porque árboles frutales hay en abundancia.

Este año el evento cuenta con el apoyo de la Corporación Rochense de Turismo, la Dirección de Turismo de la Intendencia de Rocha, la Organización de Gestión y Destino del departamento y el Municipio de Castillos.

Irse de vacaciones, probar un producto local y después de volver a la rutina, extrañarlo. Para los que estuvieron en algún momento por Rocha y ahora añoran la mermelada de arazá, el licor de butiá, aquel queso artesanal o aquella jalea, el chutney o el paté, nació la propuesta llamada Almacén de Rocha.

Gimena contó a El País que se trata de “una tienda online que reúne todos los productos regionales para que los uruguayos que estén en cualquier parte del país lo puedan tener en su casa con tan solo un clic”.

Además de alimentos, hay también accesorios, artículos para decoración y más. “Pero todo tiene en común que está hecho en el departamento de Rocha”, agregó Gimena, quien también explicó que lo que sucede muchas veces con los pequeños productores es que les falta “marketing y promoción, no saben cómo hacerlo, entonces la idea es ser un nexo entre ellos y el cliente final, que puede ser una persona o un restaurante”.

Marta detalló que hoy son unos 15 emprendimientos los que participan en la iniciativa. “Lo bueno de esto es que a veces un productor tenía que mandar una mermelada, por ejemplo, y aunque fuera una sola cosa tenía un costo de envío que pagar y demás. Aquí estamos juntando varios emprendimientos y se puede hacer un paquete con varias cosas a la vez”, añadió sobre una ventaja.

El butiá es una especie de palmera que crece en Rocha, así como también en Treinta y Tres y en el sur de Brasil. Su nombre científico es Butiá Odorata y forma parte de un palmar natural de 70.000 hectáreas, único en el mundo.
El butiá madura una vez al año, a principios del otoño.

El fruto es pequeño, anaranjado, con sabor agridulce. Los productores usan una máquina tamizadora para separar la pulpa de la cáscara, la fibra y el coco.

Con este fruto se hacen licores, mermeladas, jaleas, aderezos, jugos, helados, bombones, panificados, dulces y galletas, entre otros productos.

Entre las propiedades nutricionales que tiene el butiá están la vitamina C, el potasio, fósforo, sodio, magnesio, calcio, hierro, cobre y zinc.

El guayabo del país, cuyo nombre científico es Acca selowiana, es un árbol nativo, originario de la región noroeste de Uruguay y también del sur de Brasil. Es de fácil cultivo y da frutos a los pocos años de su plantación. El periodo de floración de este árbol es de octubre a noviembre y se cosecha el fruto de fines de febrero a mediados de mayo.

Es un fruto pulposo con un importante valor nutricional, ya que contiene vitamina C, potasio, antioxidantes y yodo. Además de utilizarlo en comidas, también es famoso por sus bondades medicinales y su uso dermatológico, digestivo y cardiovascular. Por ejemplo, se pueden usar las hojas de este árbol para hacer una infusión y calmar el catarro. En la cocina, con este fruto se suelen hacer dulces, mermeladas, jugos y chutney; también se puede usarlo en variedad de platos tanto dulces como salados.

?El arazá, Psidium Cattleisnum, según su nombre científico, es un árbol típico del departamento de Rocha y crece en forma silvestre en zonas de sierras, bañados y arenales. También se lo puede encontrar en algunas partes de Argentina y en el sur de Brasil.

En Uruguay, en la zona de Aguas Dulces hay grandes cantidades, en plazas o en veredas, por ejemplo.

Los frutos del arazá, que llevan su mismo nombre, pueden ser amarillos o rojos. Al probarlos, se descubre que los primeros son un poco más ácidos que los segundos. Ambos árboles florecen entre octubre y noviembre y la cosecha del fruto tiene lugar a fines del verano y principios del otoño.
El arazá se puede comer crudo, con su cáscara y semillas, o se puede utilizar para hacer helados, mermeladas, jaleas, licores, chutneys y jugos.

Al igual que con las preparaciones que surgen de los otros frutos nativos mencionados, los del arazá luego se pueden utilizar para terminar tanto platos salados como dulces: carnes, sorrentinos, panqueques, ensaladas, tartas y mucho más.

Entre sus propiedades nutricionales está su alto contenido de vitamina C, A y B1, antioxidantes y minerales.