La Nación/GDA
Para despedir el año y dar la bienvenida al nuevo, existen una infinidad de rituales para tener un cambio en la vida: desde exorcizar lo malo hasta atraer dinero. Cualquiera sea el rito que elijamos, se cree que tendrá un propósito durante los 365 días siguientes; sin embargo, pocos conocen qué significa ponerse debajo de la mesa en Año Nuevo y, mucho menos, que esto está relacionado con el amor.

En la actualidad existen una gran cantidad de ritos para distintos aspectos y deseos personales, como por ejemplo estrenar una bombacha rosa, colorada o amarilla, para propiciar la fertilidad y la buena suerte; tirar un vaso de agua por la ventana o sal al piso para expulsar las malas ondas; comer 12 uvas para tener 365 días positivos; o salir con la valija a dar una vuelta manzana para los que desean viajar.

Son cada vez más los jóvenes que ponen en práctica estos reconocidos rituales de Año Nuevo, buscando generar un cambio drástico en algún aspecto de sus vidas y, quienes los probaron, afirman que son muy efectivos. Uno de ellos es ponerse debajo de la mesa, que tiene como objetivo ponerse de novio o de novia durante el año que se viene. En el caso de los que ya están enamorados, sirve para que no se apague la pasión.

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Pero tal ritual tiene un costo a pagar. No es en cualquier momento de la noche en el que se puede realizar esta práctica, sino que únicamente durante el primer campanazo, cuando se anunció el Año Nuevo. Es decir que la persona que lo hace se puede perder los primeros minutos de un brindis familiar o con amigos.

Para darle más resultados a este ritual se puede utilizar una prenda amarilla o dorada, la cual garantiza el ingreso de dinero, una prenda roja para mejorar las vibras que rodean, o verde para estimular la buena salud. Entonces, para el año siguiente, la persona estará en pareja, con buena salud y con dinero.

Así como muchos piensan en la ropa con la que los otros los verán recibir el año, también existe un apartado para la prenda interior, cuyo color puede simbolizar los deseos secretos de cada persona para el nuevo ciclo.

• Verde: la tradición sostiene que este tono atrae la libertad, bienestar y naturaleza. También se cree que este color en particular llama a la buena suerte, aplicable a diversos aspectos y que se vincula a los buenos augurios.
• Rojo: simboliza el amor y la pasión. Desde cientos de años se dice que el rojo atrae la pasión, así que tal vez llevar una prenda de ese color sea el ritual perfecto para los que están pensando en nuevas conquistas, buscando vínculos cercanos o queriendo compartir la vida con una persona.
• Amarillo: este color significa dinero y riqueza; ideal para los que quieran conseguir el trabajo de sus sueños o un ascenso en el que ya tienen.
• Rosado: este tono más dulce y armonioso que el rojo, es ideal para manifestar una relación más cercana con tus amigos y personas queridas. Asimismo, existe una tradición de regalar en Navidad una prenda de lencería de este color para estrenar en Noche Vieja.