El Tiempo/GDA
Las populares muñecas Barbie cobraron mayor relevancia este último tiempo por la llegada de la película, dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Margot Robbie, que llegó a los cines de Uruguay este jueves. Este juguete apareció por primera vez a finales de los años cincuenta, pero su éxito se contraponía a las peripecias de la vida de su creadora, Ruth Handler.

Handler nació en 1916 en Colorado, Estados Unidos, y era la menor de 10 hijos. Sus padres migraron desde Polonia buscando un mejor futuro; sin embargo, los sueños y aspiraciones de esta familia se vieron apagados prontamente, puesto que la madre tuvo graves problemas en su vesícula y falleció.

Por esto, Handler quedó a cargo de su hermana Sarah, que se había casado poco tiempo atrás y le dio trabajo en su empresa. Allí, conoció a Elliot Handler, con quien se casó en 1938. Ambos se mudaron a Los Ángeles sin dinero, vivían en una habitación sobre una lavandería. Elliot era artesano y Ruth se encargaba de vender los productos.

Con el tiempo, los ingresos de los Handler eran cada vez mejores, consiguieron un socio, Harold Mattson, y construyeron una pequeña empresa de juguetes. Uniendo letras del nombre de los dos hombres, Ruth creó la empresa Mattel.

Inicialmente, Mattel fabricaba marcos de fotos y casas de muñecas que elaboraban con la madera sobrante. Pero un viaje a Suiza cambiaría de manera inesperada el futuro de la pareja y revolucionaría la industria de los juguetes. Handler descubrió allí un maniquí de 27 centímetros que se vendía como un juguete para adultos. Este, llamado Lilli, tenía pelo sedoso, una miraba provocativa y curvas pronunciadas.

Inspirada en esto y en su hija Bárbara, quien solo jugaba con muñecas de trapo y fantaseaba con un lejano período adulto, Ruth llevó la idea de crear una a la empresa y tuvo su primer obstáculo, puesto que los diseñadores de Mattel no consideraban que la estética adulta ayudara a las niñas.

Con el apoyo de su esposo, sacaron el primer prototipo, una muñeca con cabello rubio, gafas oscuras, y un traje de baño, un claro ejemplo de la moda de los años 70 ¿Y cómo se llamaría? Barbie, en honor a su hija, Bárbara.

Con el busto reducido y unos ojos achinados, esta muñeca fue llevada a la Feria de Juguetes de 1959 en Nueva York, donde se dice que se vendieron más de 300 mil piezas de la icónica muñeca.

Mientras la industria de estas muñecas crecía masivamente, Ruth presentó un grave problema que por poco apaga sus sueños. En 1970 se le detectó cáncer de mama en uno de sus senos y, luego de ser sometida a una extirpación, su carrera se frenó.

"El cáncer de mama destruyó la confianza en mí misma. Mi propia imagen se rompió en pedazos. Quería mantener mi feminidad en un mundo de hombres", dijo en varias oportunidades a medios.

Cuatro años después y mientras se encontraba en un período de aceptación de la pérdida, Ruth y su esposo fueron acusados de fraude en su propia empresa. "La Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), encontró culpable a Ruth al entregar un informe falso. Se le sentenció con una multa de 57.000 dólares y con 2.500 horas de servicio a la comunidad". explicó la escritora Marlene Wagman-Geller.

La muñeca Barbie no fue aceptada por las madres de la época, pues les preocupaba que sus hijas no llegaran al compromiso. Fue así que la muñeca tuvo su primer comercial en televisión, que finalizaba con una Barbie en un vestido de novia, con lo que se comenzó a convencer a las adultas de aquel entonces.

La muñeca tuvo muchas polémicas, pues su cuerpo tenía unas proporciones muy específicas, incluso, uno de sus productos se vendió con una báscula y un libro titulado "cómo perder peso". Ya en los años sesenta, Barbie había tenido varias carreras, tenía amigas y hermanas. Desde entonces, la muñeca comenzó a innovar, añadiendo articulaciones en zonas como la cadera y las rodillas.

Ruth Handler falleció en 2002 con 85 años a causa de complicaciones en una cirugía en el tratamiento de un cáncer de colon que padecía.