El Tiempo/GDA
Muy pocas personas en el mundo pueden decir que alguna vez ganaron la lotería y se volvieron millonarios, pero en ocasiones estos ganadores no saben cómo administrar su dinero y al poco tiempo pierden toda su fortuna.

Esto le paso a Michael Carroll, quien se convirtió en millonario a los 19 años en el año 2002. Según el 'Daily Mail', en ese entonces, el joven trabajaba como basurero y logro ganar un premio de 9,7 millones de libras esterlinas (unos 468 millones de pesos uruguayos, al cambio actual) tras comprar un único boleto de una libra.

Cuando se ganó el premio, Michael estaba esperando un bebé con su novia de ese entonces, Sandra Aitken. Sin embargo, no tardó en rodearse de malas compañías y desperdiciar todo su dinero.

Carroll era conocido como ‘Rey de los Chavs’ y tenía la reputación de haberse acostado con más de 4.000 mujeres, hacer orgías y organizar grandes y ruidosas fiestas.

Sus reuniones eran conocidas por qué mujeres desnudas llevaban cocaína en bandejas de plata y al terminar la noche Carroll se acostaba con ocho mujeres a la vez, según ‘Mirror’.

En ese tiempo, admitió que gastaba hasta 50.000 libras esterlinas (casi 2,5 millones de pesos uruguayos al día de hoy) en fiestas llenas de cocaína. Además, el hombre también gastaba hasta 2.000 libras esterlinas (unos 96 mil pesos uruguayos) al día en esta droga.

"En cada habitación de mi casa la gente estaba jodiendo. Las mujeres simplemente se me acercaban y me ofrecían sexo", comentó en el mismo medio.

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Sociedad

Por el mal manejo de su fortuna, el hombre terminó perdiendo todo y le tocó volver a los trabajos manuales, aunque Carroll insiste que no hubiera hecho nada diferente y que esos fueron los mejores años de su vida.

"No miro hacia atrás con ningún arrepentimiento, eso es seguro, no me gustaría retroceder el tiempo, afirmó.
Además, del alcohol, las drogas y las mujeres, Carroll hizo inversiones considerables que lo ayudaron a perder su riqueza.

Gastó 325.000 libras esterlinas (más o menos 15 millones de pesos uruguayos) en una mansión que describió como "abandonada durante aproximadamente 10 años", asimismo, destinó 1 millón de libras esterlinas (48 millones de pesos uruguayos) a los Rangers, su equipo de fútbol preferido.

Tras declararse en quiebra en 2013, Carroll experimentó una caída en picada, pues se alojó durante tres meses en un hotel para personas desamparadas al no lograr conseguir empleo. Luego de un tiempo logró trabajar en una fábrica de galletas y en un matadero, pero en 2019 se trasladó a Escocia para trabajar como repartidor de carbón.