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Cirugía bariátrica: permite bajar de peso y combatir patologías asociadas a la obesidad

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cirugía bariátrica

SALUD

La manga y el bypass gástricos son las técnicas más usadas para combatir la obesidad mórbida. Se hacen sin costo para usuarios de ASSE y del Hospital Militar; en el ámbito privado cuestan US$ 10 mil.

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En 2005 el mundo miraba a Cartagena de Indias, Colombia. Ocho años después de retirarse oficialmente del fútbol, Diego Armando Maradona se iba a practicar un bypass gástrico no solo para bajar de peso –en ese momento tenía 121 kilos– sino para reducir problemas cardíacos y de hipertensión.

“Estaba todo el mundo atento a los cirujanos Carlos Chaux y Eduardo Bolaños. Lo operaron y bajó 54 kilos. Era el mejor marketing en el mundo de la cirugía bariátrica, después de eso venía todo el mundo a pedirnos ‘la cirugía de Maradona’”, recordó Héctor Geninazzi, cirujano laparoscopista y bariátrico del Hospital Italiano de Montevideo, que por ese entonces se encontraba en un congreso en Colombia.

Lo que se le practicó a Maradona fue una de las dos técnicas más utilizadas actualmente dentro de la cirugía bariátrica, una cirugía que tiene por objetivo no solo que la persona baje de peso sino también combatir las enfermedades asociadas a la obesidad, como lo son la diabetes tipo 2 y la hipertensión arterial.

“Cada una de ellas junto con la dislipidemia, o sea alteraciones del metabolismo lipídico, constituyen lo que clásicamente se ha llamado el síndrome metabólico, es decir la asociación de estas tres enfermedades que son consecuencia directa de la obesidad”, explicó Geninazzi a El País.

Eso convierte a la cirugía bariátrica en un mecanismo de prevención secundaria al que se llega no necesariamente por padecer obesidad mórbida (ver recuadro), sino muchas veces porque el paciente es un diabético severo o un hipertenso severo.

“La prevención primaria de la obesidad sería tener buenos hábitos alimentarios y hábitos no sedentarios. Es a lo que está abocada la Organización Mundial de la Salud, pero como un objetivo a 20 años porque implica un cambio cultural fundamentalmente, que no se logra de un año para otro”, agregó el especialista.

Factores que determinan la obesidad mórbida

El término “bariátrico” deriva de “baros”, que significa “peso”. Lo que intenta disminuir la cirugía bariátrica es el Índice de Masa Corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso del paciente entre el cuadrado de la altura en metros.

Es normal entre 18 y 25, de 25 a 30 se considera sobrepeso y a partir de 30 empieza la obesidad: tipo 1 (bajo riesgo, 30 a 34), tipo 2 (riesgo moderado, 35 a 39) y tipo 3 (alto riesgo, mayor de 40).

“Es una clasificación de hace 30 años que siempre ha sido muy cuestionada porque a veces no refleja la real situación del paciente. Hay pacientes que pueden tener un mismo peso y distinto grado de repercusión metabólica. Por eso, si hablamos de obesidad mórbida por encima de 40 de IMC, hay que decir que por encima de 30 o 35 también puede ser mórbida o clínicamente severa si ya provocó enfermedades asociadas”, aclaró Héctor Geninazzi.

Las técnicas más usadas.

El bypass gástrico combina lo restrictivo, al disminuir la capacidad de ingerir alimentos achicando el estómago, con lo disabsortivo, porque se modifica el proceso de absorción de los nutrientes en el cuerpo.

“Se hacen conexiones con el intestino de manera tal que el alimento pasa directamente al intestino delgado y sortea el estómago, lo bypassea”, detalló Geninazzi.

La otra técnica más usada hoy en día es la manga gástrica, que consiste en disminuir el tamaño del estómago para que tenga menos capacidad de ingesta.

“Se llama así porque Michel Gagner, el canadiense que la creó, se le ocurrió que era como la manga de un saco porque transformaba al estómago en un tubo, en continuidad entre el esófago y el duodeno”, señaló el cirujano.

Como el estómago pasa a aceptar menos cantidad de alimento, el paciente tiene que hacer lo suyo para que la comida no se desborde. Eso quiere decir aprender a comer poco, más seguido y despacio. Es fundamental aprender a masticar, que es la primera etapa esencial de la digestión porque transforma el alimento en una papilla fácil de digerir.

“Es una ayuda interior para cambiar los hábitos alimentarios y es realmente eficaz, funciona. Pero funciona no solo como restricción, también porque produce alteraciones en las secreciones hormonales”, indicó Geninazzi.

Existen más técnicas, muchas de ellas en permanente revisión y otras que se han ido dejando de lado porque, si bien eran efectivas, también eran muy agresivas, como la derivación biliopancreática o técnica de Scopinaro y la técnica del switch duodenal.

“Se dejaron de usar porque se corría el riesgo de transformar la obesidad en una desnutrición y obviamente ese no es el objetivo”, señaló el cirujano sobre dos técnicas que han quedado reservadas para obesos de más de 300 kilos.

Advirtió además sobre una tendencia mundial de sustituir el bypass por la manga, cuando ambos tienen sus problemas.

“En nuestra clínica -Clínica de Obesidad, Cirugía Bariátrica y Metabólica- hicimos un estudio en 200 pacientes con bypass y 200 con manga gástrica y los resultados han sido exactamente comparables en términos de reducción de masa corporal y en términos de corrección de comorbilidades”, indicó.

La situación en Uruguay preocupa

Según datos oficiales, 6 de cada 10 uruguayos adultos tiene sobrepeso. De ellos, 30% tiene obesidad mórbida. La obesidad infantil también es preocupante.

Procedimiento.

La técnica a aplicar va a depender del paciente, de qué tipo de obesidad tiene y si presenta comorbilidades.

La evaluación está a cargo de un equipo multidisciplinario en el que interviene el médico (internista, endocrinólogo), el cirujano, psiquiatras y psicólogos, y una nutricionista para trabajar sobre el perfil alimentario de la persona.

Cuando se considera que la persona es candidata para la cirugía, se la empieza a preparar.

“Aprende cómo se debe alimentar luego de operada y empieza un programa de ejercicios. Entonces va bajando un poco de peso, lo cual disminuye riesgos quirúrgicos”, explicó Geninazzi.

La intervención se hace por laparoscopía. “En lugar de hacer un tajo se hacen cinco o seis pequeñísimas incisiones, de entre 5 y 10 milímetros, y se utiliza un instrumental mirando con una cámara dentro de la cavidad abdominal. Es una cirugía mini invasiva”, detalló a El País.

Además, la recuperación post operatoria es muy rápida, al punto que en muchos lugares del mundo ya se hace prácticamente como una cirugía ambulatoria.

“Nosotros preferimos que el paciente permanezca por lo menos 48 horas internado, hasta asegurarnos que tolera bien la vía oral y no hay ninguna filtración de las suturas digestivas”, aclaró Geninazzi.

El cirujano advirtió que es una intervención compleja, que tiene sus riesgos. “Pero hay que tener claro que los riesgos de la enfermedad son mayores que los de la cirugía porque el paciente obeso vive menos tiempo, con muchas comorbilidades graves y con una pésima calidad de vida” sentenció.

cirugía bariátrica

Caso Maradona: técnica que ayuda, pero no es mágica

Así como el doctor Geninazzi estuvo en Colombia una semana después de que a Diego Maradona se le practicara con éxito el bypass gástrico, también tuvo de primera mano la explicación de por qué, tiempo después, el astro argentino recuperó casi todos los kilos perdidos.

El profesional que le hizo una endoscopía le confesó a Geninazzi que con un litro de vodka por día era imposible que el ex futbolista se mantuviera en peso. Y eso es porque la cirugía bariátrica no es mágica.

“Si un paciente cree que con solo la cirugía va a resolver todo, se equivoca. Va a tener que seguir siendo controlado por un equipo multidisciplinario y cambiar sus hábitos”, remarcó el cirujano.

Eso es algo de lo que también da testimonio Elena (nombre ficticio), que hace siete años se hizo un bypass gástrico, aunque por ese entonces prefirió viajar a la Argentina y operarse con el doctor Oscar Brasesco por su amplia experiencia. Había padecido obesidad toda su vida y probado todos los tratamientos que había en Uruguay sin encontrar la solución, así que se decidió por la cirugía bariátrica.

Le dio resultado, bajó 40 kilos, pero fue de las que se confió en que el procedimiento era mágico y no siguió muchas de las recomendaciones para acompañar el bypass. “La parte psicológica es fundamental porque los gordos no sabemos ser flacos, nos imaginamos cómo sería pero nunca lo vivimos”, contó a El País sobre lo que considera que le faltó en aquel momento: una buena terapia psicológica.

También le ocurrió que empezó a alimentarse mal, eso afectó su salud, volvió a comer cosas que no debía y subió de peso. “No seguí yendo a los controles, lo que es clave”, comentó sobre los distintos efectos rebote por los que pasó. Igual dijo que la operación le sirvió. “Si no lo hubiese hecho, hoy estaba postrada en una cama”, destacó.

Diego Armando Maradona

El Hospital Militar y ASSE ofrecen esta cirugía sin costo

Desde hace varios años el Hospital Maciel brinda en forma gratuita a usuarios de ASSE el tratamiento multidisciplinario de los pacientes portadores de obesidad mórbida. El mismo se realiza a través del Programa de Obesidad y Cirugía Bariátrica. Los socios del Hospital Militar también acceden gratis a esta cirugía.

Luis contó a El País que se hizo la manga gástrica en 2014 en el Maciel y dos cirugías reconstructivas por la piel sobrante en el Hospital Pasteur. “La diferencia con el privado es que es un proceso bastante lento porque hay lista de espera y pasás por varios pasos. A mí me llevó un año y medio. Es largo y doloroso, pero vale la pena”, señaló quien logró bajar 90 kilos (pesaba 180 kilos).

En la Clínica de Obesidad, Cirugía Bariátrica y Metabólica la cirugía bariátrica cuesta US$ 10 mil. El doctor Geninazzi dijo que se procura que el Estado incorpore esta cirugía al Sistema Nacional Integrado de Salud a través de una ley de obesidad.

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