En el estudio de Canal 12 hay bullicio y se respira un aire de emoción y expectativa. Todos se acomodan para los últimos ensayos y preparativos de Veo como cantas, el programa de entretenimientos que mañana a las 21.00 estrena La Tele.

Mientras se realizan los últimos ajustes a la escenografía y las luces, hay una veintena de trabajadores que andan por todas partes. Mueven cámaras, ajustan micrófonos, llevan al público a las gradas y a los “cantantes misteriosos” a sus lugares.

Cuando todos están en sus puestos recién aparecen las estrellas del programas: la conductora (Lucía Rodríguez), un cuarteto de “asesores” (Manuela da Silveira, Annasofía Facello, Martín Inthamoussú y Carolina “Pampita” Ardohain) el jugador de la semana y el invitado musical que en el episodio estreno será será Joaquín Levinton de la banda argentina Turf.

Foto: Difusión.

El formato, tiene una consigna intrigante y aunque ya está incluida en el literal Veo como cantas.

Para el canal se trata de unas de las grandes apuestas de año, y es continuar la estela de otro “guessing show”, el anglicismo que reúne esta clase de propuestas, que les han venido funcionando muy bien. Por ejemplo con ¿Quién es la máscara?, que regresará en la segunda mitad del año.

Es, además, un formato que ya se ha realizado con éxito de audiencia en países tan distintos como China, México, Tailandia, España, Indonesia, Bulgaria, Malasia, Filipinas, Rumania, Camboya, y Eslovaquia, en los últimos años.

Foto: Gentileza Teledoce.

La dinámica de este formato creado en Corea del Sur en 2015 es bien simple.

A un concursante se le presentan siete “cantantes misteriosos” que se encuentran en el escenario. Todos lucen atuendos de variadas profesiones: pescador, surfista, fisioterapeuta, dibujante, entre otros. Entre ellos hay cantantes de verdad, a los demás se los considera “impostores”.

El participante debe desenmascarlos solo con ayuda de la pinta y atendiendo la sugerencia de los asesores y el cantante invitado. Ahí sí se los hace cantar o aullar, dependiendo de las habilidades de cada uno.

Por cada acierto (eso es cuando se elimina a un impostor), el jugador acumula 10.000 pesos.

La ronda inicial se llama “La primera impresión”, y hay que eliminar a uno de los siete, a partir de su pose y gesto.

En la segunda pasada, “El playback”, hacen la mímica del canto; en la tercera, “Dame una pista”, se pasa un video de cada uno pero con su voz distorsionada y la cuarta es “Veo como bailas”, donde, precisamente, bailan por 15 segundos.

Al final en “El interrogatorio” se escucha la voz de los “cantantes” que tienen que responder algunas preguntas del participante.

Foto: Difusión.

Ninguna de las pistas, la verdad, son de mucha utilidad, y allí radica el trabajo de los asesores para intentar distinguir al artista de verdad. Eso, en los ensayos, generó varios debates y muchas risas.

Al final, el invitado musical interpreta una canción junto al último en competencia. Si es un cantante de verdad, el jugador se lleva el doble del dinero acumulado. Pero de haber un impostor en la final, es quien se lleva todo el monto conseguido por el participante.

Foto: Difusión.

“Es un programa con el que dan ganas de jugar desde casa”, dice Da Silveira, quien con Veo cómo cantas regresa a la televisión luego de la maternidad. “Siento nervios y responsabilidad por acertar en los consejos, pero la intriga y el secretismo son clave para mantener la emoción”. Da Silveira fue la ganadora de la primera edición de ¿Quién es la máscara?

“También hay que entregarse a la diversión aunque hay momentos, cuando no tenés muy claro si es cantante o no, que se viven con muchos nervios”, agrega. “Por momentos siento que estamos jugando un juego de caja con amigos. Estoy segura que eso traspasa la pantalla”.

Otra asesora, Facello, ganó la segunda temporada de La máscara. “A primera vista parece mucha información, pero enseguida le agarrás la mano”, comenta sobre la dinámica del show a la que define como muy entretenida. “El programa tiene un mismo esqueleto cada semana, pero todo es tan sorpresivo, relativo e impredecible, que cada día se es muy emocionante y divertido”.

Foto: Difusión

Y esa emoción del programa se va extendiendo a través de las diferentes rondas que desafían la intuición y el ingenio del jugador.

“Pampita” Ardohain, que debuta aquí en la televisión uruguaya, comenta que su rol tiene partes iguales de responsabilidad y disfrute.

“Estamos jugando con el participante, sufriendo y alegrándonos con ellos. También tenemos la responsabilidad de aconsejarlos bien para que ganen la mayor cantidad de dinero posible”, comenta la modelo quien en los últimos años fue jurado en el Bailando de Marcelo Tinelli que en Uruguay se emitió por Canal 12.

Foto: Gentileza Teledoce.

Rodríguez, quien ha estado al frente de Trato hecho y participó en La máscara (debajo del disfraz de Pop Corn) está feliz por el desafío de crecer en televisión. Se trata de una oportunidad para liderar un formato de estas características, y a la vez es un desafío ya que sale de su zona de confort: el humor.

“Es un programa donde van a ver una faceta distinta mía, solo de conductora, sin hacer humor y llevando el programa. Ha sido un hermoso desafío”, comentó Rodríguez.

“Para prepararme vi las versiones que se han hecho en México y España. Me pareció muy divertido porque mezcla el canto, me encanta escuchar buenos artistas, con el entretenimiento de intentar adivinar quién es impostor”, comenta.