BALANCE

En vivo y en directo (y en Uruguay a través de La Tele y por Canal 13 de Cablevisión Flow) se emitió lafinal de La Academia, el paraguas que utilizó este año Showmatch para intentar renovar su clásico Bailando por un sueño.

Fue un año complicado para el reciclaje comandado por Marcelo Tinelli, quien regresó a la televisión (el Cantando 2020 lo condujeron Ángel de Brito y Laurita Fernández) el 17 de mayo apostando por el certamen de baile, y la vuelta del humor al programa después de 15 años, cuando fue la irrupción del Bailando por un sueño.

Fue un año complicado, pero ya llegaremos a eso. La temporada terminó con la coronación de Noelia Marzol, quien se impuso al otro finalista, Agustín “Cachete” Sierra (ganador del Cantando 2020) en una definición ajustada para la que habían tenido que preparar tres ritmos: rock, adagio y merengue. Marzol ganó dos, aunque, finalmente, fue el público el que decidió su victoria

Según cifras oficiales, votaron 123 millones de personas y la diferencia de la ganadora fue por unas décimas porcentuales.  

Si el programa hubiese tenido en audiencia apenas una porción de esa cantidad de millones de votos, seguramente hubiese sido un año muy distinto para Tinelli, quien por primera vez no tuvo el apoyo del rating. Por lo menos el esperado. Tuvo una competencia feroz en formatos como Masterchef: Celebrity o recién llegados como Los Mammones.

“Estamos felices de trabajar acá, en el horario que sea, no importa. Llegamos al final de otro año: estamos poniendo el barco en el muelle y no se cayó ningún pasajero, y eso que las olas fueron gigantes”, dijo Tinelli despidiéndose del ciclo y refiriéndose a los rumores acerca de un final anticipado que fue muy anunciado y comentado pero que no se concretó.

El cierre de temporada tuvo sorpresas y reencuentros. La más notoria fue la visita de Marcela Feudale, la reconocida locutora que acompañó el ciclo desde sus inicios y no había podido ser parte este año por proteger la salud de su madre.

También hubo una ausencia notoria: Adrián Suar. En cada inicio y cierre de Showmatch, el gerente de programación de Canal 13 hacían una rutina algo sarcástica con Tinelli. Estuvo en el arranque del año pero no el viernes.

“¿Dónde está?”, preguntó el conductor. “Ya me dejó un mensaje, me dijo que se está yendo del país, no era para tanto. Un saludo para ‘el Chueco’, lo quiero mucho, seguro nos está viendo desde algún avión”.

Lo cierto es que este año hubo mucho cambios. Le cambiaron el horario, el formato y hasta los jurados, siempre intentando captar ese público que se le escapaba. Y no importó que Ángel de Brito con sus chismes estuviera en el sillón del jurado, que Pampita haya sido madre y estrenado reality, Hernán Piquín haya presentado a su pareja, quien se animó a ser partícipe de La Academia, o que se haya incorporado la pareja del conductor, Guillermina Valdés como jurado.

Igual, dejó claro que aún tiene la mayor capacidad de producción en la televisión argentina. Los shows musicales de la despedida fueron L-Gante y Chano, dos de los músicos lo demuestran, como también el imponente estudio, la escenografía y pista de luces led que, todo indica, son carísimas. También tiene una variedad de celebridades dispuestas a sumarse al show y un jurado que sabe generar sus propias historias y conflictos.

Hacía años que se prometían cambios y renovaciones que no se terminaban de concretar porque, en definitiva no se concretaban.

La eterna demanda “popular” de recuperar el humor, no parece estar acompañada por verdaderas ganas de verla. Se intentó con el formato “Gran Cuñado” e incluso con resucitar algunas rutinas del tipo cámara oculta con aquel elenco original; a los pocas semanas desapareció de la grilla del programa.

Y aunque disimulado como La Academia, Showmatch volvió a una fórmula: concurso de baile donde importan más las peleas mediáticas que las líneas finas, las figuras y los trucos que piden los jurados.

Hubo otros cambios forzados: el horario, el formato y hasta los jurados. Y hasta el propio Tinelli que aparentemente quiso mostrar otra faceta, quizás más humana como si eso fuera posible en un productor estrella de su alcance. Apareció con su hijo y hasta discutió con Guillermina Valdez, su esposa, quien figuró como jurado.

El futuro inmediato de Tinelli en la televisión tiene ese mismo condicionante que ocurre cada cuatro años y afecta la programación de todos los canales del mundo: el Mundial de fútbol. Tinelli ya había dicho que quería estar en Catar 2022 (lo recordó en la final) y eso supone que, o el programa tendrá su estreno después de julio, habrá casi dos meses sin show, o estará al aire sin su conductor. O transmitirá desde allá.

Por ahora no hay nada confirmado. Todos son rumores. Por ejemplo que no había quedado contento con la decisión de Telefé de adquirir el formato The Masked Singer que conducirá Natalia Oreiro, ya que quería adaptarlo él para su propio programa.

Por esto, la despedida, ambigua y agridulce de La Academia, dejó, como una película de misterio, un final abierto.