No la eligieron en “La Voz Kids”, pero sacó algo de su bolso que dejó sin palabras al jurado y lo cambió todo

Redacción El País
Este lunes, Canal 10 presentó una nueva edición de La Voz: Kids, el programa de talentos que tiene a Agustín Casanova, Ruben Rada y Luana Persíncula como jurados. Bajo la conducción de Noelia Etcheverry y Daniel K, el formato celebró otra entrega de su "audición a ciegas" con seis presentaciones.

Una de las primeras fue la de Federica Moreira, de nueve años y fanática de Marama, la banda que lidera Casanova. La niña interpretó una alegre versión de “Mío”, y aunque los jurados se entusiasmaron con varios fragmentos de su actuación, ninguno decidió darse vuelta. Por eso, cuando terminó la canción, Moreira no pudo contener las lágrimas y se largó a llorar.

"Agus, ¡andá a abrazarla!", le comentó Luana a su compañero. Casanova dejó su asiento y corrió al escenario para consolar a la participante. Enseguida, la atención del cantante de “Nena” y “Bronceado” se desvió hacia un bolso colocado al costado del escenario. “¿Por qué trajiste una bolsa? No entiendo nada”, le preguntó, sorprendido.

“Porque traje a mis compañeros”, respondió Moreira mientras se secaba las lágrimas. Cuando Casanova quiso saber de qué se trataba, la niña lo tomó por sorpresa. “Mis duendes”, le dijo. Lejos de quedar descolocado, el jurado se entusiasmó. “¿Me estás bromeando? ¿Los podemos ver?”, celebró. Fue entonces que la cantante sacó dos duendes hechos a mano de su bolso.

“¡Me encantan los duendes!”, sumó Casanova antes de hacerle un pedido a Rada y Luana. “Denle charla que ya vengo... Voy a buscar a un amigo mío”, anunció. Instantes después, regresó al set con otros dos duendes bajo el brazo. “Mirá los míos. Estos son los que cuidan mi camerino”, le contó.

“Además de que cantás excelente, te gustan los duendes como a mí”, le dijo en un gesto de ternura que se robó todas las miradas. Luana, entonces, quiso saber si los duendes de Moreira estaban vivos. La joven cantante no dudó. “Tu imaginación lo hace. Si no creés que están vivos, no están vivos. Pero si tú creés en la magia, van a estar vivos”, replicó y se ganó un gesto de ternura de todos.

Mientras tanto, Etcheverry —que veía la audición a un costado del escenario junto a los padres de Moreira— destacó lo que se vivía. “Al final, son los niños los que nos terminan enseñando”, afirmó. “Federica nos acaba de dar una clase de muchas cosas: cómo se sentó y se recompuso. Ahora está feliz con Agustín”.

Foto: Captura de YouTube @LaVozKids.

Lejos de terminar el intercambio, la participante volvió a sorprender a Casanova al regalarle una carta. “¡Me quiero matar!”, exclamó el cantante, arrepentido por no haberla elegido. Entonces, le dio un consejo: “No te preocupes por lo que pase, porque es muy normal venir a La Voz y ponerse nerviosa”.

Finalmente, tuvo otro gesto que se ganó el elogio de sus compañeros. “Te invito especialmente para que vengas a visitarme a un show, y te sientes en primera fila. Además, podemos ser amigos de duendes, ¿ta? El día del recital llevás los que tenés y yo llevo los míos”, le propuso ante la mirada entusiasta de Moreira.

Para dar por cerrado el intercambio, el jurado le hizo un último comentario. "Cuando tenía tu edad fui a un programa de canto y también perdí. Obviamente me puse a llorar, pero aún así me seguí presentando a muchos programas de canto. ¡No gané en ninguno!", dijo, entre risas. "No dejes de intentar".