Con la voz quebrada y llorando, Sergio Silvestri se despidió de Sarandí para asumir un rol clave en Canal 5

Redacción El País
Con la voz entrecortada y la emoción a flor de piel, Sergio Silvestri se despidió de Radio Sarandí, cerrando un capítulo de 16 años de su carrera para emprender nuevos rumbos como director de los informativos de Canal 5. El periodista, quien estuvo al frente de la programación de la emisora, dejó una huella profunda en todos sus compañeros y oyentes, y no pudo contener las lágrimas al repasar su trayectoria.

La despedida tuvo lugar durante la transmisión de Las cosas en su sitio, donde Daro Kneubuhler fue el encargado de compartir que el estudio estaba lleno de colegas y de una mezcla de emociones intensas, entre alegría y tristeza, por la partida de un querido compañero. Fue él quien le pasó el micrófono a Silvestri para que pudiera expresar unas palabras.

“Hace cerca de 40 años que me acompaña la vida un micrófono de radio, y 16 en lo que no tengo duda es la mejor radio del país: Sarandí”, comenzó, aclarando que no se trataba de una frase hecha. “Lo determinan la historia y los profesionales que pasaron por estos micrófonos. Para mí, significa mucho”, añadió.

Recordó sus inicios, cuando relataba partidos de fútbol con jugadores de cartón en su casa, hasta llegar a su presente en la radio. Mencionó con orgullo que tuvo la oportunidad de entrevistar, contar historias y buscar noticias. “Pude hacer periodismo de verdad en esta emisora”, afirmó.

Se definió como “un laburante que suplió la falta de talento con esfuerzo” y, refiriéndose a su nuevo reto en Canal 5, aclaró: “No me estoy retirando de la actividad, pero estoy cerrando mi mejor ciclo profesional”.

Foto: redes sociales

En su despedida, Silvestri agradeció a todos los que lo acompañaron en este recorrido, destacando especialmente a Fernando Coelho, director de la emisora, por brindarle la oportunidad y por haber compartido proyectos y sueños durante cuarto siglo.

También dedicó palabras a sus colegas que lo recibieron en abril de 2009, agradeciendo la generosidad con la que lo aceptaron, así como a todos los que compartieron con él estos 16 años en Sarandí.

Ya sin poder contener el llanto, expresó su agradecimiento a Victoria, su compañera de vida, "por aguantarme la cabeza y siempre con amor"; a sus tres hijos, el motor de su vida, y aprovechó para pedirles disculpas por las veces que no pudo estar debido a su pasión por el periodismo.

Recordó a su abuela, "la heroína de esta película", mencionó a sus hermanas y a sus padres, quienes "siguen peleando", lo alientan y le marcaron el camino. También les dedicó palabras a sus amigos de siempre, "el soporte de mi vida". Finalmente, expresó su cariño y gratitud hacia un referente en particular: Omar "Pelo" García.

"Finalmente quiero agradecerles a ustedes, los oyentes, que son los destinatarios de nuestro trabajo, a quienes, en esta magia que tiene la radio, no les vemos la cara, pero recibimos su energía y fidelidad", concluyó, con la voz quebrada.

En la misma línea, sus compañeros también dejaron emotivos mensajes. Daro Kneubuhler, con cariño, expresó: “No sé cuántos gerentes se pueden ir de un medio de comunicación rodeados de compañeros aplaudiéndolo. Y eso lo cosechaste y lo sembraste vos”. Comentó que el resto de sus compañeros tenían un nudo en la garganta.

Por su parte, Aldo Silva destacó la calidad humana de Silvestri, afirmando que "es un caso único" y que "la radio va a perder su toque diario de sabiduría". "Nos queda un agujero enorme. Te mereces lo mejor, vos y tu familia", auguró el periodista.

Magdalena Prado, al borde de las lágrimas, también recordó lo importante que fue Silvestri para ella en sus primeros años en la radio: "Entré a Sarandí con 19 años, mi padre había fallecido hacía un año, y una de las cosas que más feliz me hace es el recuerdo de los colegas a mi papá. Ese va a ser el recuerdo que siempre vamos a tener para vos con tus hijos, que al final del día termina siendo lo más importante", le dijo.

Por último, Gabriel Pereyra reconoció la libertad que siempre brindó Sergio a sus compañeros de trabajo, resaltando lo difícil que es encontrar personas como él.

El aplauso final, de pie, fue un merecido reconocimiento a alguien que, a lo largo de los años, dejó una marca indeleble en Radio Sarandí.